Los millennials y el mito de tener
tarjeta de crédito
FORBES- 4 de Octubre de 2016
Los programas de recompensas
implementados por algunas instituciones bancarias han logrado atraer a
millennials a utilizar servicios financieros.
Menos de un mes después de que
The New York Times publicara un reportaje acerca de cómo los millennials
le temen a las tarjetas de crédito, JPMorgan Chase sorprendió con una noticia:
su tarjeta metálica Chase Sapphire Reserve fue tan demandada -sobre todo por
clientes de esta generación- que se acabó.
Esto a pesar de su costosa
anualidad: 450 dólares. La razón de este furor: su amplio programa de
recompensas.
Si bien habría que revisar más a
fondo los perfiles de quienes solicitaron esta tarjeta, para ver si los une
algo más que la edad, por lo pronto rompe con el mito (a veces muy real) de que
los millennials no quieren servicios bancarios.
Probablemente el banco
estadounidense encontró la clave para atraer a estos jóvenes y ya no tan
jóvenes (entre 18 y 36 años) hacia los productos financieros tradicionales como
las tarjetas de crédito: apelar a las experiencias.
Si bien el mercado estadounidense
y el mexicano son distintos, las generaciones buscan más o menos lo mismo, y
hay lecciones que podemos aprender de las dos caras de los millennials de
Estados Unidos, por ejemplo de esos que piden una tarjeta exclusiva porque ya
saben cómo manejar el crédito y de los que tienen miedo al pequeño plástico.
¿Hay tarjetas de crédito para
millennials en México?
En México, alrededor de 80% de
los millennials prefiere pagar con su tarjeta de débito o con efectivo en
puntos de venta, de acuerdo con el estudio “Hábitos de compra y promociones de
los millennials 2015”, de Merca 2.0.
Sin embargo, hay jóvenes que sí
quieren tener y usar una tarjeta de crédito. Si es tu caso, te dejo estas 3
recomendaciones:
Calcula el costo de tu estilo de
vida y el costo de mantener tu tarjeta. Una forma de saber cuál tarjeta de
crédito es para ti es sumar los gastos de tu estilo de vida, y de los costos
del plástico que te interesa (intereses, comisiones, anualidad), menos el costo
de los beneficios. Por ejemplo: si te gusta ir al cine cada semana y la entrada
cuesta 75 pesos, significa que compras al menos cuatro boletos cada mes, es
decir, gastas 300 pesos. Si quieres una tarjeta de crédito que te da entradas
al 2×1, pero tiene una anualidad de 500 pesos, en total esas mismas entradas te
costarán 650 pesos. Este es sólo un concepto para ejemplificar cómo hacer el
cálculo, pero debes hacer el ejercicio con cada una de las compras que deseas
hacer con tu tarjeta vs. el costo de mantenerla.
Entiende cómo funcionan los meses
sin intereses y otras promociones de tu tarjeta. No siempre es así, pero la
mayoría de las veces, cuando hay una promoción hay una condición, en especial
si es por apertura de la tarjeta. Si eliges un plástico porque te regala 300
pesos en tu tienda favorita o porque te da la primera compra a meses sin
intereses, ojo con leyendas como “durante los primeros siete días”, “solo en
compras mayores a”, entre otras restricciones.
Estudia cómo funcionan las fechas
de corte y pago. Las tarjetas te permiten financiarte sin intereses hasta por
50 días, pero debes comprender cómo funcionan las fechas de corte y pago, y
tener la capacidad de pago para cubrir tu saldo total. No pagues solo el mínimo,
porque solo es para cubrir gastos de cobranza e intereses, y jamás uses todo tu
límite de crédito.
Las tarjetas de crédito para
jóvenes tienen muchos descuentos en restaurantes y lugares de entretenimiento o
incluso acceso a preventas de conciertos. Si las usas responsablemente, te
ahorras mucho dinero, si no, te endeudarás muy joven y te cerrarás la puerta a
mejores productos financieros.
Freddy Dominguez-Economista y
emprendedor apasionado de las finanzas y la tecnología. Co-fundador de
ComparaGuru.com. Originario de República Dominicana.
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