Las automotrices aún corren por
detrás en cuanto a la tecnología del tablero
The wall street journal- octubre de 2016
El sistema de ‘infotainment’ es
uno de los desafíos que les generan más dolores de cabeza
Las automotrices tradicionales
que están en carrera con las empresas de Silicon Valley para desarrollar
vehículos eléctricos y de conducción autónoma enfrentan un desafío tecnológico
más inmediato en torno a una de sus funciones básicas: la pantalla del tablero
o salpicadero.
Los conductores arrastran una
frustración creciente con sistemas de información y entretenimiento
—popularizados con el nombre de “infotainment”— que no se conectan de manera
fluida con los teléfonos inteligentes y exhiben una serie de fallas técnicas,
incluyendo pantallas que dejan de funcionar y sistemas de reconocimiento de voz
imperfectos, de acuerdo con vendedores y reseñadores de automóviles.
La insatisfacción se produce a
pesar de los considerables avances que han logrado las automotrices en la
creación de sistemas que funcionan de modo parecido a los populares
dispositivos electrónicos portátiles.
En su esperado informe anual
sobre confiabilidad de los autos, Consumer Reports, la popular revista sin
fines de lucro conocida por su reseña crítica de productos y servicios desde el
punto de vista del consumidor estadounidense, desechó el lunes su recomendación
del popular compacto Honda Civic, en parte debido a las quejas de sus
propietarios por las fallas de su electrónica y la necesidad de reemplazar el
tablero.
Problemas con la pantalla táctil
y los controles de temperatura en el nuevo todoterreno XC90 de Volvo Car Corp.
también desplomaron a la automotriz de lujo hasta el tercio inferior de las
clasificaciones de confiabilidad de Consumer Reports de este año.
En los últimos años, la
influyente publicación ha puesto de relieve los crecientes problemas con la
tecnología de panel de control como punto de fricción importante para los
compradores de automóviles. Cuando se trata de los adelantos tecnológicos en la
cabina del auto, las automotrices están “mejorando y a la vez empeorando”, dijo
Jake Fisher, jefe de pruebas de automoción de Consumer Reports.
J. D. Power, una prominente firma
de investigación sobre autos, identificó en febrero el software para audio,
navegación y reconocimiento de voz como “el área más problemática en la mayoría
de los vehículos”, señalando que esos factores reducen las puntuaciones de
confiabilidad.
Fisher agregó: “Vemos en general
que los fabricantes de autos tienen más problemas conforme introducen sistemas
electrónicos complejos”.
Honda Motor Co. indicó en un
comunicado que trabajaba “diligentemente” para mejorar la facilidad de uso y la
funcionalidad de esas tecnologías en demanda como parte de su “esfuerzo
continuado” para generar nuevo valor para sus clientes.
Volvo, a su vez, dijo que el XC90
ha obtenido numerosos elogios de reseñadores independientes en parte debido a
que su sistema y la interfaz de la pantalla táctil han tenido una buena acogida
entre los consumidores.
Ford Motor Co. ha arrastrado
durante años defectos en sus sistemas Sync y MyFord Touch Telematics. En 2011,
un ingeniero definió el software de esos sistemas como “una porquería pulida”,
según documentos judiciales presentados en 2013 en una demanda de consumidores
contra la automotriz de Dearborn, Michigan, a la que un juez recientemente
asignó el estatus de demanda colectiva.
En un momento dado, Bill Ford,
presidente de la junta de la compañía, se vio obligado a detener el auto para
reiniciar el sistema después que este se cayó. En otro incidente, un ingeniero
recibió una foto de la pantalla táctil rota en el auto del presidente ejecutivo
Mark Fields, con una nota diciendo que este podía sentirse “un poco enojado”
por el hecho, de acuerdo con correos electrónicos internos y entrevistas con
los empleados presentados en la demanda.
En un comunicado, Ford manifestó
que MyFord Touch fue “revolucionario” en el momento de ser lanzado, aunque al
igual que “todo software nuevo y complejo, evolucionó continuamente y mejoró
luego de su lanzamiento inicial”. Los clientes recibieron actualizaciones de
software gratuitas conforme los ingenieros mejoraron su desempeño, según la
compañía.
Los desafíos se producen mientras
las automotrices tradicionales como Ford, General Motors Co. y Toyota Motor
Corp. se apresuran a contratar más desarrolladores de software y programadores
para no quedar rezagadas en la carrera con empresas de Silicon Valley como
Tesla Motors Inc. y Google, de Alphabet Inc.
Tesla informó este mes que había
instalado en sus próximos modelos hardware que permitirá que los vehículos se
conduzcan en forma totalmente autónoma a pesar del escrutinio derivado de un
accidente fatal de mayo, en el que estuvo implicado un vehículo que circulaba
con su sistema de conducción semiautónoma Autopilot. Google sigue haciendo
pruebas con vehículos totalmente autónomos, pero ha sido relativamente
hermética sobre sus planes.
Las automotrices tradicionales
tienen dificultades para incorporar nuevas tecnologías con agilidad, dados los
ciclos de desarrollo de sus modelos, que pueden extenderse por hasta tres años.
Ford está poniendo en marcha la tercera versión de su sistema Sync, que debutó
en 2007. Apple, mientras tanto, está en la séptima generación de su iPhone, que
salió al mercado el mismo año.
Igualmente, los automovilistas
tienen que soportar la molestia de visitar un concesionario para actualizar el
software en vez de hacerlo vía inalámbrica, como se han acostumbrado con los
teléfonos inteligentes.
Algunos fabricantes empiezan a
facilitar las actualizaciones por vía inalámbrica. Un portavoz de Ford dijo que
la última versión de Sync puede corregir los errores de software, modificar los
gráficos en pantalla y añadir nuevas funciones de sincronización con los
móviles vía Wi-Fi, como CarPlay de Apple y Android Auto de Alphabet. “Usted
aprieta el botón en el iPhone y se actualiza en un par de minutos”, señala Bill
Graf, gerente de servicios de Waikem Ford en Massillon, estado de Ohio. “Tienen
que hacer eso con los autos. Usted no vería la mitad de la gente que está
aquí”.
Rick Kearney, técnico de
diagnóstico de Earl Stewart Toyota en Lake Park, estado de Florida, dice que un
problema frecuente son las actualizaciones de software de los fabricantes de
móviles, que amplían las capacidades de los mensajes de texto con emojis o
videos que los sistemas de “infotainment” aún no reconocen, lo que hace que el
software de los autos se caiga. Cuando eso ocurre, dice, los autos tienen que
volver al concesionario para remediar el problema. “Es como si los teléfonos
tuvieran tecnología de 2020 y los autos estuvieran estancados en 2005”, dice.
Chris Rovik, gerente general de
Toyota para sistemas electrónicos, indica que la automotriz no tiene
conocimiento de este tipo de problemas con los mensajes de texto, pero que su
personal en Silicon Valley trabaja en estrecha colaboración con Apple y Android
para anticipar cualquier problema con las actualizaciones importantes en los
teléfonos móviles.
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