Cosas que dañan tu salud (y no lo
sabías)
El Confidencial - miércoles, 2 de
noviembre de 2016
Crees que favorecen tu higiene o
que consiguen que estés más sano, pero muchos de los actos que realizas van en
tu contra. Varias doctoras los han detallado. Toma nota
Haces todo lo determinado como correcto, y aun
así no sabes por qué no te sientes bien al cien por cien. Vas al gimnario religiosamente
dos veces por semana, comes equilibrado, no desfasas por las noches, no bebes
demasiado alcohol, no fumas... Pero no estás bien. Te notas cansado, sin
energía. Una sensación de resaca continua. "Será cosa de la
edad", piensas. Pero no.
Hay un montón de cosas que haces
diariamente pensando que están bien pero que, en realidad, te están haciendo
daño. Varias doctoras británicas han charlado con 'The Sun' y han revelado lo
que hacen erróneamente miles de personas sin saberlo. ¿Preparado para abrir los
ojosnbsp;
1) Cepillarse los dientes nada
más comer
A todos nos han metido a fuego
desde el colegio que debemos cepillarnos los dientes tres veces al día,
después de cada comida y durante tres minutos, pero los dentistas no tienen
claro que esta sea la mejor de las recomendaciones.La doctora Sara Kayat asegura
que uno de los principales problemas radica en que la mayoría de la gente se
cepilla los dientes nada más acabar de comer: "No se deben
lavar inmediatamente después de las comidas y bebidas, especialmente si
estas son ácidas". Parece lógico pensar que el mejor momento para lavar la
dentadura es después de usarla, pero es una idea equivocada.
No madrugar los días libres tiene
un efecto potencialmente negativo sobre las hormonas del hipotálamo, lo que
provoca dolores de cabeza
Si hacemos esto frotaremos el
ácido, el mayor enemigo de nuestros dientes, ya que desmineraliza y
debilita la superficie del diente, lo que nos hace más propensos a la caries,
según demostró un estudio publicado en 2004 por la revista 'General
Dentistry'. "Cuando comes o bebes algo ácido, el pH de tu boca disminuye y
tarda un tiempo en volver a la normalidad", dijo
recientemente Jeffrey Cole, presidente de la Academia de Dentistas
americana.
Entonces, ¿qué hay que
hacernbsp;"Para evitar la erosión se debe esperar al menos una hora desde
el fin de la comida para cepillarse los dientes", recomienda Kayat, que
recomienda además no enjuagar la boca después del cepillado, ya que "hay
que dejar los residuos de pasta en la boca".
Si necesitas sí o sí lavarte los
dientes después de comer, los expertos recomiendan que te enguajes la boca con
agua o con un enguaje bucal, y que esperes el tiempo indicado. "Lavarte
con agua hará que los niveles de pH se sitúen dentro de la normalidad. De
hecho, es preferible que en el trabajo tengamos un bote de enjuague bucal
antibacteriano en vez de un cepillo.
2) Quitarse la cera
del oído
La mayoría de las personas están
obsesionadas con tener los oídos superlimpios. Y piensan que eso significa
tenerlos sin rastro de cera. Están equivocados: el cerumen de las orejas
nada tiene que ver con la falta de higiene. De hecho, la presencia de cera es
la manera que tiene el cuerpo de proteger los oídos y proteger la audición.
Si nos lavamos los dientes justo
después de comer frotaremos el ácido, el mayor enemigo de nuestros dientes, lo
que nos hace más propensos a la caries
Esta supuesta 'suciedad' es
necesaria para nuestros oídos, pues tiene importantes propiedades
antimicrobianas gracias a la enzima que contiene, la lisozima. La cera contiene
aceites y está constituida en gran parte por queratinocitos, células
epiteliales muertas además de otras sustancias. Entre 1.000 y 2.000 glándulas
producen péptidos antimicrobianos (un tipo de moléculas), mientras que las
glándulas sebáceas cercanas a los pelos aportan a la mezcla alcoholes, una
sustancia oleosa llamada escualeno, colesterol y triglicéridos.
Sarah Little, consultor cirujano
otorrinolaringólogo, asegura al citado medio que no solo es malo quitarse toda
la cera de los oídos, sino que además muchas veces lo hacemos mal. La mayoría
está tan empeñada en deshacerse de todo el cerumen que "a menudo terminan
empujando la cera al fondo del oído". En el hospital en el que
trabaja atienden "muchos más problemas de intentos agresivos de
limpiar la cera que complicaciones por la acumulación de la misma".
3) Beber mucha agua
No cabe duda que hay
que beber agua. Es necesaria tanto para hidratarnos como
para eliminar toxinas, mejorar nuestra memoria y concentración o evitar
dolores de cabeza, entre otras cosas, pero hacerlo en exceso tiene efectos
secundarios más perjudiciales de los que pensamos. Así lo han demostrado
diferentes expertos que han puesto en cuestión los beneficios de beber
tanta cantidad de agua al día. Muchos de ellos consideran que los cerca
de dos litros aconsejados superan con creces lo que el cuerpo
realmente necesita.
Cath Collins, nutricionista en el
Hospital St. George (Londres), asegura que muchas veces la gente bebe más
de la cuenta porque confunden 'líquido' con 'agua': "Se debe tomar en
torno a dos litros de líquido al día, pero puede ser cualquiera, desde sopa,
té, o café hasta cerveza".
La mayoría de las personas están
obsesionadas con tener los oídos superlimpios. Pero están equivocados: el
cerumen nada tiene que ver con la falta de higiene
También, detalla Collins, hay que
tener en cuenta todo el agua que ingerimos de los alimentos que comemos. Las
frutas y verduras, por ejemplo, son muy hidratantes, pues aproximadamente el
95% es agua. Todo lo que comemos tiene agua, incluso el pan. "La
gente que está constantemente bebiendo botellas de agua me
desconcierta", comenta la nutricionista.
¿Qué puede provocar beber agua en
exceso? Hay dos principales consecuencias: puede causar insomnio y sudoración
extrema. Así que cuidado.
4) No madrugar los días libres
Llega el sábado y te tiras en la
cama hasta las mil. Sales por la noche y luego a ver quién se levanta pronto
para aprovechar el finde. Es tentador quedarte bajo las sábanas hasta bien
entrada la mañana, pero has de saber que no es bueno para tu salud, ya que te
estás cargando tu reloj biológico.
La gente bebe más de la cuenta
porque confunden 'líquido' con 'agua': en los "2 litros diarios" se
incluye desde sopa, té o café hasta cerveza
La neuróloga Anish Bahra asegura
que no hay que dejar de madrugar los días libres: "Cambiar el patrón de
sueño tiene un efecto potencialmente negativo sobre las hormonas
del hipotálamo, las cuales pueden desencadenar dolores de cabeza
que, junto con la retirada de la cafeína en esos días, acaban por arruinarte
la jornada". La experta apunta que es mejor levantarse pronto aunque se
tenga mucho sueño, y luego si eso echarse una siesta durante el día.
Se ha demostrado que madrugar
tiene efectos realmente positivos para nuestro organismo. Mejora el sistema
inmune, potencia la felicidad individual (según la Asociación Americana de
Psicología), hace que el sueño sea más reparador y promueve llevar un buen
estilo de vida, repleto de hábitos saludables.
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