Emprendedores desde la tumba:
Lecciones del caso Grooveshark
FORBES- 2 de noviembre de 2016
En un solo año, Sam Tarantino se
vio forzado a cerrar su empresa, que ya tenía 40 millones de usuarios, y perdió
a su mejor amigo. Ésta es la historia de su nuevo emprendimiento.
2015 no pudo haber sido peor para
Sam Tarantino. Como cofundador de Grooveshark, la empresa pionera en el
servicio de streaming musical con sede en Florida con unos 35 millones de
usuarios, despidió a 140 empleados cuando su compañía fue obligada a cerrar sus
operaciones en abril en un acuerdo con los principales sellos discográficos por
una infracción del copyright.
Tres meses más tarde, su
cofundador Joshua Greenberg fue encontrado muerto en su casa en Gainesville,
Florida. No hubo evidencia de un crimen o suicidio; la autopsia no pudo
determinar la causa de su muerte.
“Su novia me llamó y me dijo que
lo encontraron muerto en su cama”, dijo Tarantino, hablando ante un auditorio
absorto, de 1,000 millennials de alto rendimiento en el escenario de la cumbre
anual de Forbes de 30 menores de 30 en Boston. “Yo no creí que tendría que
pronunciar una elegía para mi mejor amigo.”
La historia de la fundación del
servicio musical más disruptor en la industria desde Napster, perderlo todo
—incluso a su cofundador— antes de lanzar otra compañía, todo antes de los 30
años, es tan inspiradora como devastadora.
Greenberg y Tarantino cofundaron
Grooveshark durante su primer año en la Universidad de Florida en 2006, usando
una pequeña cantidad de efectivo tomada del fondo escolar de Tarantino. En los
albores de los servicios de descarga peer to peer, la base de datos de
Grooveshark funcionaba en buena medida de los archivos subidos por los
usuarios. Su servidor logró atender a 1,000 usuarios, pero su dinero se
evaporaba rápidamente. Un año después de la creación de la empresa en el
dormitorio de Tarantino, Apple lanzó el iPhone. Eso llegó a Tarantino a
organizar un hackathon interno —el premio era un viaje a Disneyland— para
mejorar la funcionalidad de búsqueda de Grooveshark.
“Construyeron una herramienta
simple de búsqueda y reproducción a principios de 2008”, recordó Tarantino,
señalando que eso ocurrió mucho antes de Spotify o SoundCloud. “Empezamos a
crecer a un ritmo de medio millón de usuarios al mes.”
La pequeña startup se mudó a su
primera oficina y pronto superó el ancho de banda de Gainesville. Reubicaron
sus servidores en Jacksonville, pero con 10 millones de usuarios también habían
superado el ancho de banda de esa localidad.
“Recuerdo haber visto esa
gráfica: La línea del dinero iba para abajo, y la de los usuarios para arriba”,
recordó Tarantino. Fue entonces que recibieron una llamada de un socio de Intel
cuyo hijo usaba Grooveshark todos los días. Él les dio sus primeros 300,000
dólares.
Luego llegó el momento de
levantar más dinero. Pero en medio de su serie A, los mercados colapsaron.
“Teníamos que levantar un segundo
millón en un entorno imposible”, dijo Tarantino a la multitud en el Hall de la
carga de la Harvard Business School. “Tuvimos que mandar a la gente a casa sin
sueldo en Navidad, y en enero nuestro casero nos dio los últimos 100,000
dólares que necesitábamos.”
Después de la lucha por los
fondos vino un breve respiro financiero. “El punto de equilibrio es el mejor
momento de tu vida”, dijo Tarantino. “De verdad se siente como un gran éxito.”
“Crecimos hasta los 60 millones
de dólares (mdd) en ingresos con menos de 3 millones en fondos”, recuerda.
El servicio de streaming tenía
acuerdos con algunas compañías discográficas por los derechos de su música,
pero no todos los grandes sellos, que no recibían regalías por la reproducción
de sus canciones. Eso molestó a los más grandes: En 2011, Sony, Warner y
Universal Music tomaron acciones legales contra el servicio. Las disqueras
alegaron que los fundadores de Grooveshark habían subido ilegalmente poco menos
de 6,000 canciones sin derechos, y habían instado a los empleados a hacer lo
mismo. Eso dejó a Grooveshark con una multa potencial de 736 mdd.
En septiembre de 2014, un
tribunal de distrito federal de EU falló en contra de Grooveshark, que afirmaba
tener más de 40 millones de usuarios —el pico de su popularidad—. El servicio
de streaming admitió que había cometido “errores muy graves” al no garantizar
los derechos de la música disponible en su sitio. Al cerrar el servicio, eludió
el pago de la multa. La empresa matriz de Grooveshark, Escape Media Group,
acordó pagar 75 mdd a las disqueras si Grooveshark violaba los términos del
acuerdo.
“En 2015, después de años de
lucha, simplemente fue demasiado y bajamos la cortina”, dijo Tarantino. “Eso
fue la materialización de todos mis miedos: había decepcionado a mis
inversionistas, a mi familia, a mis empleados.”
Tarantino y Greenberg decidieron
tomarse el verano libre, creyendo que las lecciones que habían aprendido harían
mucho más fácil iniciar su segunda empresa, que se convertiría en Chromatic FM,
una plataforma que permite a cualquier persona hacer un programa de radio.
“Josh me animó”, recuerda
Tarantino. “Me dijo: ‘Ya pasamos por el infierno, podemos hacer esto, lo que
nos tomaba un año ahora lo haremos en un mes.’”
Tarantino acababa de regresar de
un viaje cuando recibió la llamada informándole que Greenberg había sido
encontrado muerto en su cama. Greenberg, quien murió a los 28 años, era
director de tecnología del servicio de streaming. Dejó a Tarantino un correo de
voz en el que se mostraba entusiasmado de discutir la idea de la nueva startup
del dúo sólo unas horas antes de su fallecimiento.
“Caí en una profunda oscuridad.
No creí que podría ser capaz de salir de ella”, dijo Tarantino, poco después de
reproducir el mensaje a su auditorio en Harvard. “Fue desolador. No podía salir
de la cama, pero tampoco podía dormir.”
Perder una empresa y a su mejor
amigo en cuestión de meses habría sido suficiente para que la mayoría de la
gente se alejara del mundo del emprendimiento. Pero Tarantino, quien ingresó en
la lista de 30 menores de 30 de Forbes en 2014, junto con su cofundador, Greenberg,
se está dando otra oportunidad.
“Mi equipo empezó a llamarme,
diciendo que quería trabajar conmigo otra vez”, dijo Tarantino. “¿Por qué
quieren trabajar conmigo? Les fallé. Y me di cuenta de que mi miedo era sólo un
espejismo.”
Tarantino se mudó a Colorado, un
lugar que siempre lo había hecho feliz, para poner en marcha Chromatic FM. La
compañía está en su primera etapa, buscando capital. “Nunca había hablado de
nada de esto”, dijo Tarantino, mientras muchos en el público contenían las
lágrimas. “A veces el malestar y el dolor son la base sobre la que se construye
la grandeza.”
“¿Qué podría equilibrar la muerte
de mi mejor amigo?”, ¿se preguntó el emprendedor?, antes de que el público se
pusiera de pie solamente de la cumbre de 30 menores de 30. “Creo que algo lo
hará.”
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