Las máquinas que imitan la creatividad humana
FORBES- 24 de noviembre de 2016
La inteligencia artificial avanza
a pasos agigantados, ya que es capaz de reconocer los patrones de la
creatividad humana para imitarlos y empezar a crear pinturas, música y
narrativa de forma autónoma.
En 1968, Phillip K. Dick se
preguntaba en su novela “¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?” si los
robots eran capaces de replicar la inteligencia humana y si podrían hacerlo
también con los sentimientos. Ello daba pie a un debate de qué tan únicos
podrían ser los seres humanos y si algunas de sus principales características,
como la creatividad, no estaban siendo sobrevaluadas.
El año pasado, Deep Dream
sorprendió y también atemorizó a los usuarios de Internet cuando liberó su
plataforma de interpretación de imágenes. Lo que el algoritmo hacía, era
reintepretar una imagen basado en miles de fotos que encontraba en la web. Los
resultados eran sorprendentes, pero también inquietantes, cuando una simple
fotografía se convertía en un sueño surrealista con ojos, animales y figuras
diversas por todos lados.
Los recientes avances en
inteligencia artificial han permitido que las computadoras puedan modelar o
reproducir los procesos creativos de los seres humanos, aprender de ellos e
iniciar una serie de improvisaciones que les permiten crear composiciones que
antes sólo eran atribuibles a los seres humanos.
Así, a través del análisis y
mapeo de cientos de trabajos, las máquinas empiezan a componer música basadas
en patrones de composición e improvisación del jazz o bien hacen ejercicios de
blues. Lo que las computadoras hacen en este momento, es simplemente reconocer
las estructuras musicales y los patrones de composición para crear temas
propios.
Pero no sólo las máquinas pueden
ser creativas en la música, también sucede en la pintura. En abril de 2016 se
desarrolló un software que era capaz de entender los patrones de composición de
Rembrandt con la intención de crear un nuevo retrato en el estilo del artista.
El proyecto se llamó “El nuevo Rembrandt” y el resultado es un cuadro que
cuenta con todo el estilo del pintor del siglo XVII, que a primera vista sería
difícil identificar si fue realizado o no por el artista.
La literatura es otro de los
campos donde la inteligencia artificial y la creatividad computacional empiezan
a experimentar. Rafael Pérez y Pérez, doctor en Inteligencia Artificial por la
Universidad de Sussex e investigador de la UAM Cuajimalpa, lidera un ambicioso
proyecto llamado Mexica Impro, que reproduce la narrativa prehispánica a través
de un diálogo ficticio generado por computadora entre dos personajes. Así, la
computadora crea relatos ficticios basados en la literatura prehispánica.
Pérez y Pérez, quien también
preside la Asociación Internacional para la Creatividad Computacional, confía
en que la inteligencia artificial y la creatividad de las computadoras más que
competir con el ser humano, ayuden a plantear y resolver problemáticas que
justo ahora ni siquiera nos estamos imaginando.
No obstante, el investigador está
consciente del recelo que ha despertado la inteligencia artificial, sobre todo
cuando imita los patrones creativos de los seres humanos. No obstante, ello ha
abierto la discusión alrededor del arte y la producción artística. Así,
podríamos preguntarnos si una obra producida por una computadora produciría las
mismas emociones que una producida por un humano o incluso a nivel de mercado
tendrá el mismo valor mercantil.
Si bien la creatividad
computacional es una disciplina que está en pleno desarrollo, plantea preguntas
muy profundas respecto del proceso creativo humano, ya que por una parte puede
ayudarnos a entender mejor cómo funciona la creatividad y al mismo tiempo,
plantea una colaboración mucho más estrecha entre humanos y máquinas.
Rubén Vázquez-Es profesor en la
FES Aragón y en la Universidad Iberoamericana; adicto a las redes sociales.
Maestro en Comunicación y estudioso de Internet. Presume de tener siempre la
respuesta correcta.
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