El futuro con Donald Trump
FORBES- 30 de noviembre de 2016
Es de esperarse que ante el
panorama electoral del próximo año, en México, no vaya a faltar aquel
candidato, que quiera copiar la estrategia de odio y confrontación de la
campaña de Trump.
En la excelente serie televisiva
Drunk History, en el capítulo del Eclipse de Colón, que es comentado por la
divertidísima Mariana H, hay un momento en donde Colón amenaza a los indígenas
de la isla diciendo que si no le comparten comida, van a saltar los delfines,
se va a caer el mundo y hasta no va a existir el reggae; en lo personal,
siempre que me encuentro en una situación de duda o de escenarios inciertos, le
incluyo que además de lo que Mariana H dice que dijo Colón, seguro bajan los
marcianos y nos comen, o se aparecen los zombis y atacan a todos, más todo lo
que cualquiera de nosotros le quiera inventar.
Así me imagino que estamos todos
en México, más nuestros connacionales, día con día, con las noticias de lo que
va a hacer o no nuestro, buen y ya principal, enemigo Trump cuando tome
posesión como presidente de los EU. Nos trae como pericos a toallazos, si no es
el muro, es el TLCAN, sino ahora cambió por dinamitar el TPP, y mañana quién
sabe que más invente. Que nos van a colonizar, fumigar o en el peor de los
casos se va a pelear con todo el mundo y seguro se agarran todos a botonazos
nucleares y ya nos llevó el pintor a todos en el planeta tierra y ya ni de qué
preocuparnos pa´l futuro.
Ante este escenario, lo único que
nos queda es tener un poco de esperanza en que la mitad de lo que dice no lo va
a poder concretar. No es tan fácil. En Estados Unidos hay una serie de grandes
contrapesos que, esperemos, no le permitan moverse tan rápido, además hay
intereses económicos enormes que pueden crear una serie de barreras para lograr
sus dichos, aunado a que los problemas internos y los internacionales pueden
hacer que sus prioridades cambien. A menos que de plano nos agarre de pretexto
y busque realmente dinamitar la relación para abrir un frente de guerra
comercial y de inmigrantes, lo que le daría la razón a George Friedman, en su
libro “Los próximos cien años”, de tener una guerra entre los EU y México, pero
se estaría adelantando. Bajo esa óptica, la rebelión de la semana pasada de los
alcaldes de las ciudades santuario sería el antecedente histórico.
En los últimos días he estado
escuchando la radio de los Estados Unidos, los pleitos internos están muy
complejos, hay una verdadero enfrentamiento verbal e ideológico, connatos de
broncas en cada esquina, manifestaciones y quejas juveniles, es de magnitudes
que no se está dimensionando y Trump, al parecer, sigue sin entender que la
campaña ya terminó y que este problema interno le puede generar crisis mayores
que se le pueden salir de las manos. Si esto llega a suceder, obvio que los
enemigos externos (no nosotros), van a aprovechar esa inestabilidad para
golpearlo tanto externamente, como hasta de manera interna y no la va a tener
fácil. Esto por supuesto además de que no olvidemos que adentro de los Estados
Unidos también hay fuerzas extremadamente poderosas, que en los primeros meses
lo van a querer medir de una manera muy firme para poder definir sus límites de
poder, incluyendo a los mismos republicanos que él se cansó de golpear en la
campaña.
Además, en el radio entrevistaron
a la directora del Presupuesto Federal de los EU y mencionaba que todo lo que
mencionaba Trump se podría hacer, siempre y cuando hubiera dinero, hoy no lo
tienen por los problemas del déficit y la deuda, que por cierto es la más
grande de todo el mundo.
Esto no implica que ya con esto
debamos de dejar de preocuparnos, no, al contrario, debemos de ocuparnos y
tratar de estar unidos todos para que cuando vengan los embates todos
reaccionemos con congruencia y confianza, no como acostumbramos, nos pegan y me
subo a ese golpe para ver que saco. Lo malo es que cuando todo esto empiece a
pasar el próximo año, en México vamos a estar en pleno proceso electoral de la
elección del 2017, que es el laboratorio de las elecciones del 2018, lo que
significa que vamos a estar en campaña presidencial de dos años dándonos hasta
con la cubeta, a lo que habría que sumarle los madrazos que se puedan generar
de la inestabilidad del primer año de Trump. Bajo esa lógica, se nos va a
desatar un infiernito, pero no por Trump y sus locuras, sino por las propias
locuras inventadas por los necios enemigos de México, además de que siempre
seguimos los malos ejemplos y no va a faltar aquel candidato, que ya
encarrerado el camión, quiera copiar la estrategia de odio y confrontación de
la campaña de Trump, lo que si se convertiría en un problema para generar unión
y confianza ante un panorama geopolítico muy complejo.
Considero que deberíamos de
definir una estrategia de relación, tanto diplomática cómo comercial bien clara
y definida. Ya estamos en posición de poder hacerlo, México tiene mejor
posición geográfica y geopolítica que Estados Unidos, ya somos una potencia que
valemos por nosotros mismos, es hora de tomar el liderazgo que corresponde a
nuestra grandeza.
Marco V. Herrera-Estratega,
innovador y experto en asuntos públicos. Fundador de Grupo Public y
conferencista. Su pasión es el análisis político, los modelos de negocio y el
futuro de la humanidad.
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