Aprende a manejar las críticas en
el trabajo
América Economía - noviembre de 2016
Lidiar con las críticas no es una
tarea fácil, especialmente si quien nos critica no lo hace de manera sutil.
Además hoy, gracias a la tecnología y la proliferación de las redes sociales,
vivimos más expuestos que nunca.
Basta con dar un solo click, para
que la vida de otros nos sea revelada, y del mismo modo sucede con la nuestra;
dando pie, de manera a veces inconsciente, a que muchos desvelen su faceta de
“opinólogos”, convirtiéndonos en blanco de críticas.
Lo anterior, sumado a todas
nuestras relaciones interpersonales, sin duda, puede situarnos en escenarios
poco favorables, especialmente si no sabemos cómo enfrentar estas situaciones,
o si tenemos, de plano, un problema con las críticas y con ser criticados.
Las crítica y sus dimensiones
Ya en la antigüedad, el sabio
Aristóteles, advertía que “la crítica es algo que uno puede evitar fácilmente
al no decir nada, no hacer nada y no ser nada”, sentenciando que es simplemente
imposible eludirla.
Así, La crítica puede ser por un
lado, una forma de acoso, pero, por otro, puede ser un obsequio si es emitida
con sinceridad por alguien que realmente alberga los mejores deseos para
nuestro progreso. Esto es particularmente cierto, si esa persona tiene experiencia
en el campo apropiado.
La crítica y el rechazo, son
partes difíciles de la vida. Pueden ser molestos e incluso, pueden dejar un
sabor amargo duradero. Podemos terminar sintiéndonos miserables, enojados,
heridos, y así sucesivamente, y podemos, además, sentir ese tentador deseo de
“golpear de vuelta” para defendernos.
Por otra parte, nuestro rechazo a
ser criticados puede resultar en un ejercicio agotador, especialmente cuando lo
volcamos en esa búsqueda incansable por obtener la aprobación de todo nuestro
entorno. Podemos inclusive, llegar a obsesionarnos con lo que la gente piensa
de nosotros, asignando significados especulativos e inexactos a la
retroalimentación que recibimos.
La diferencia esencial entre
ambos tipos de feedbacks es básicamente la forma en que son comunicados. Así lo
consigna el sitio especializado en desarrollo personal Skills you need.
Aunque ambas formas desafían
nuestras ideas, carácter o habilidad, cuando alguien está dando una crítica
destructiva puede dañar nuestro orgullo y tener efectos negativos sobre nuestra
autoestima y confianza. La crítica destructiva es a menudo simplemente
irreflexiva, pero también puede ser deliberadamente maliciosa e hiriente. La
crítica destructiva puede, en algunos casos, conducir a la ira y a la agresión.
Por su parte, la crítica
constructiva apunta a nuestros errores, pero busca mostrarnos dónde y cómo se
pueden hacer mejoras. La crítica constructiva debe ser vista como una
retroalimentación útil que puede ayudarnos a mejorar, a elevarnos. No a perjudicarnos
y disminuirnos.
Cuando la crítica es constructiva
suele ser más fácil de aceptar, puede quizás dolernos un poquito, pero se
percibe la intención de ayudarnos.
En cualquier escenario, debemos
procurar recordar que siempre podemos utilizar la crítica para nuestra ventaja.
La manera en que elegimos manejar la crítica, tiene y tendrá un gran efecto
sobre varios aspectos de nuestra vida. Por eso es tan importante identificar
las formas en las que podemos beneficiarnos de ella.
Hipersensibilidad a la crítica
Expertos en la materia coinciden
y apuntan a distintas causas, como por ejemplo, la baja autoestima o falta de
ella, la falta de asertividad como habilidad social y la crianza.
La hipersensibilidad a la crítica
tiene una estrecha relación con la baja autoestima o falta de autoestima. Las
personas con baja autoestima se toman a modo muy personal las críticas, aunque
ello no implique un juicio de valor o un comentario destructivo. Lo ven como un
ataque directo a su personalidad. Esta condición de extrema sensibilidad adopta
su peor postura cuando no se alcanza la aceptación de los demás, por lo tanto,
la crítica es vista como una falta de aprecio, como un rechazo a lo que son, no
hacia un aspecto, actitud o comportamiento específico.
La asertividad, por su parte, es
una habilidad social y comunicaciónal. Significa defender los derechos
personales. Expresar pensamientos, sentimientos y creencias de manera directa,
honesta y apropiada. Es visualizada como el punto de equilibrio entre el
comportamiento pasivo y agresivo.
Los individuos asertivos son
capaces de poner sobre la mesa su punto de vista, sin molestar a los demás, y
sin frustrarse o enojarse ellos mismos.
La asertividad también está
profundamente ligada a la autoconfianza, y potenciar ambos aspectos nos
permiten tener un mayor control de nosotros mismos, y movernos con mayor éxito,
aún, en las situaciones de mayor complejidad, asegura el sitio Take your power.
La psicóloga de la Universidad
San Sebastián Valentina Caamaño explicó a BioBioChile que lo primero a tener en
consideración es que la dificultad para tolerar las críticas es un fenómeno
que, como todos, es multicausal. Pero que, entre las causas pueden mencionarse
el haber enfrentado pocas frustraciones en la infancia.
Así, la experta explica que
existen padres que ven a sus hijos como únicos, especiales, admirables,
premiando cada logro que tienen, incluso en aspectos que son totalmente
normativos en el desarrollo de un niño, como por ejemplo, aprender a caminar,
leer, escribir, etc. Se trata de situaciones que son esperables y que no
debieran premiarse, porque no son eventos extraordinarios en un niño.
Sumado a esto, el no saber decir
que no a un niño, accediendo a todas sus demandas y peticiones, le puede
entregar un mensaje al menor de que es perfecto, que no comete errores, y que
puede tener todo lo que desee en cualquier momento.
Todos estos factores pueden
influir en que una persona, ya en edad adulta, por no haber experimentado
situaciones de frustración previas, que son necesarias para la vida, presenten
enormes dificultades para aceptar las críticas de parte de su entorno, con
todas las reacciones posibles, desde culpar a otros, no hacerse responsable de
sus propios errores, molestarse, sobre reaccionar emocionalmente, entre otras.
Qué hacer
Como sugerencia, Valentina
recomienda a los padres, que enseñen a sus hijos a tener una imagen real de sí
mismos, aceptándose como personas con fortalezas y aspectos por mejorar. Nadie
es perfecto ni debiera pretender serlo, pero sí debiera buscar las opciones de
crecer, desarrollarse y mejorar.
Por otro lado, los adultos
debemos entender que en nuestras propias visiones personales, existen aspectos
que no siempre queremos ver, especialmente aquellos que nos producen
dificultades, como nuestras debilidades, las cuales quedan en una “zona oscura”
y difusa.
En este sentido, muchas veces son
las otras personas las que nos muestran estos aspectos, a través precisamente
de las críticas. Por lo mismo, la invitación es justamente escuchar qué es lo
que las otras personas quieren decirnos, evaluar las críticas con la mayor
objetividad posible y finalmente agradecerlas, ya que con ellas podemos tomar
conciencia de qué debemos mejorar.
Así también, tener altura de
miras, de igual manera existen personas que critican sin fundamentos, por lo
que es recomendable evaluar estos comentarios y como se dice en buen chileno:
“tomarlos de quien viene”, aconseja la profesional.
En la misma línea, la coach
transformacional Patricia Uhrich enseña que la clave para resolver el problema
de la crítica es la distancia que tomamos con respecto al comentario.
Puntualmente recomienda estar disociado. Esto es, verlo desde una posición
externa.
Uhrich explica que cuando se está
disociado, se escucha, se ve y se interpreta la situación como una película
externa. De esta manera es posible observar más, escuchar mejor, tomar la
información como una opinión ajena y no involucrarte emocionalmente.
En cambio, agrega, “si te tragas
todo el comentario que viene de un tercero (estado asociado), sobre un accionar
tuyo, te asocias completamente a la situación, le pones emoción, cuerpo, y esto
te destruye en mayor o menor grado. Dependiendo del grado de validación que le
des al comentario que escuchas e interpretas a tu manera…Cuando tomamos distancia,
podemos detectar si el comentario merece ser escuchado, o hay que dejarlo ir”.
En cuanto a como actuar cuando
estamos de cara a la crítica, lo primero a considerar según Elly Prior, una de
las más connotadas consejeras y terapistas de relaciones del Reino Unido, es no
actuar a la defensiva.
Para ello, recomienda no tomarlo
de manera automática como un ataque personal, no reaccionar agresivamente, no
tratar de probar que la otra persona está equivocada, y no buscar los defectos
de quién nos está criticando. Si lo hacemos, perderemos el punto.
Cinco preguntas clave
Cuando te enfrentes a críticas
injustas, estas preguntas te ayudarán a mantener la perspectiva adecuada:
1. ¿De quién es el problema
realmente?
2. ¿Le estás dando más
importancia a la opinión de quien te está criticando que a tu propia opinión?
3. ¿Te estás preparando para ser
criticado? el bullying puede ser tan sutil que apenas notas cuando está
comenzando.
4. ¿Es realmente una lucha de
poder? Si tienes la seguridad de que no estás jugando ese juego, no te hagas
daño.
5. ¿Se trata de una defensa,
competencia, represalia, o control? (esto puede indicarte si estás siendo
victima de acoso, dependiendo de la cantidad de tiempo en que ha estado
sucediendo)[/bbclembed]
No podemos controlar lo que nos
dirán los demás. Pero podemos controlar cómo lo internalizamos, lo respondemos
y aprendemos de ello, y cuándo lo liberamos y seguimos adelante.
Si notas que tienes dificultades
para lidiar con las críticas, recuerda que de todo podemos obtener algo
positivo. De este modo, los comentarios pueden también traducirse en una gran
oportunidad de progreso, consigna el sitio web Thiny Buddha.
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