Los "quizzes" que usan
tus datos personales para marketing
BBC Mundo - miércoles, 23 de
noviembre de 2016
¿A qué famoso te pareces? ¿En qué
ciudad deberías vivir? ¿Qué palabras usas más en internet? ¿Cómo será tu primer
hijo? ¿Cuál es tu carrera ideal?
Probablemente, mientras lees
esto, un usuario de Facebook, BuzzFeed o LinkedIn -que tal vez conoces- está
haciendo un test sobre esas y otras varias temáticas desde su celular o
computadora.
Y tal vez no tenga presente que,
al tiempo que responde a las preguntas, le estará proporcionando a la empresa
que creó el cuestionario (y al sitio web desde donde lo hace) unos datos tremendamente
valiosos de forma totalmente gratuita.
Las preguntas parecen
inofensivas, pero cuando sirven a los propósitos de un quiz de internet, la
lógica es casi maquiavélica.
"Miden qué respondes, cómo
respondes (incluso en qué respuestas sitúas el cursor) y a qué velocidad, entre
otras cosas, para incluirte en una categoría determinada", le cuenta a BBC
Mundo Jim Wheeler, director de ciberoperaciones de Protection Group International
(PGI), una firma de seguridad con sede en Reino Unido.
"Son como tatuajes digitales
porque esa información se queda grabada para siempre en el universo
cibernético. Y la gente joven es especialmente proclive a dar su información
personal en internet", explica el especialista.
Pero ¿de qué información estamos
hablando? ¿Y cuáles son los riesgos que corremos al hacerlo?
Todo sobre ti
Dmitry Bestuzhev, jefe del equipo
de Investigación y Análisis para la empresa de ciberseguridad Kaspersky Lab en
América Latina, dice que hay dos tipos de riesgos.
Por un lado, los "riesgos
deliberados que toma el usuario para poder participar en el quiz, como su
nombre, apellido, sexo, ubicación geográfica, raza y otros datos que, de forma
muy clara, pueden crear el perfil de la persona que responde".
"Por otro lado, existen
preguntas que podrían permitirle al autor de la encuesta averiguar quién está
realmente detrás de las respuestas", agrega.
Perfiles personales Según las
respuestas, las compañías organizan nuestro perfil en diferentes categorías.
"Esas preguntas,
especialmente si es una encuesta muy larga, podrían colocarse de tal forma que
los usuarios no se den cuenta que están siendo manipulados".
Además, explica el experto, con
la información de nuestro navegador revelamos, a menudo sin querer o sin
saberlo, qué idioma o idiomas hablamos, cuál es nuestra zona horaria y nuestra
dirección IP (y dirección geográfica).
"Todos estos datos se
recopilan de forma automática cada vez que abrimos una encuesta", dice
Bestuzhev.
Además, sostiene Wheeler, hay que
tener en cuenta las preguntas de seguridad a las que muchas veces respondemos
sin percatarnos.
Si un test te pregunta el nombre
de tu mascota, el colegio en el que estudiaste o los nombres de tus padres, es
muy posible que utilice esos datos para hackear tu cuenta y descubrir tus
contraseñas y tus respuestas a las preguntas de verificación.
"Además, algunos usan la
información para crear listas de usuarios vulnerables", cuenta Wheeler.
Y, muchas veces, ni siquiera hace
falta responder a un test; basta con hacer clic o comentar una publicación que
permita identificar a esos usuarios vulnerables.
Por ejemplo, explica, todos esos
artículos en las redes sociales que piden que etiquetes a un amigo para que
cambie una imagen permiten a las empresas (y a los cibercriminales) saber quién
es más vulnerable o más ingenuo a la hora de usar la red.
Pero esa es apenas una de las
formas en que las compañías usan todos los datos que les cedemos.
Marketing... y mucho más
Los usos van más allá de añadir
nuevos usuarios a las listas de emails o de generar tráfico, lo cual también es
clave.
"Los beneficios para las
empresas varían dependiendo de su naturaleza", explica Bestuzhev.
"Algunas utilizan la
información para el marketing, ya que pueden vender esos datos como sondeos,
los cuales son altamente solicitados por compañías".
Lo que ocurre entonces, explica
el analista, es que las empresas pueden averiguar cosas muy concretas como, por
ejemplo, qué piensan los hombres entre los 18 y 23 años que viven en Europa y
que usan el sistema operativo de Apple.
"Esos datos pueden ser muy
interesantes para terceros y crear perfiles de usuarios. El beneficio, por
supuesto, es financiero. Puede ser directo -al vender los sondeos- o puede ser
también para la creación de productos y servicios dirigidos a esos perfiles de
personas", dice Bestuzhev.
En ese sentido, Wheeler destaca
la importancia de los llamados "medios a la carta", es decir, hechos
para y por el perfil de cada usuario de forma muy concreta. Spotify, Amazon o
Netflix son solo algunos ejemplos.
Y esto limita también la oferta
del usuario que, "en una comunicación cada vez más global, acaba teniendo
un enfoque cada vez más limitado", afirma el experto.
Perfiles políticos
A través de un simple quiz, una
empresa de marketing político puede crear perfiles y detectar aquellos usuarios
que más influencia tienen a la hora de generar opinión.
La compañía británica de análisis
de datos Cambridge Analytics construye perfiles psicológicos con este tipo de
datos.
Fue contratada por la campaña a
favor del Brexit en Reino Unido y también por el Partido Republicano en Estados
Unidos, favoreciendo primero a Ted Cruz y luego a Donald Trump.
Y, según lo que respondas al
test, quedarás incluido en una categoría: extrovertido, abierto, neurótico...
Pero, además, está toda la
información que ya compartiste en la red social o sitio web.
"Cuando creamos nuestra
cuenta o perfil, entregamos toda la información sobre nosotros. Tiene nuestra
foto, nuestra fecha de nacimiento, dónde vivimos; es como una especie de dosier
que tiene la red social y que también puede tener aquella página que utiliza
ese perfil para poder crear la encuesta", dice Bestuzhev.
"No regales tus datos"
¿Qué debemos hacer entonces?
¿Tiene sentido que desconfiemos de cada uno de esos quiz o es esta postura
exagerada?
"Deberíamos tener buenos
hábitos", sostiene Bestuzhev. "Si solo estamos buscando encuestas en
internet porque nos encanta participar en ellas, esto es algo
preocupante", dice el analista.
"En realidad, no hay
encuestas inofensivas, pero existen algunas que fueron especialmente fabricadas
para que quienes están detrás recopilen nuestra información", agrega.
"No hay que ser paranoicos,
pero hay que recordar que una buena encuesta no es un formulario que solicita
datos personales, sino más bien opiniones".
Además, Bestuzhev dice que el
usuario tiene la posibilidad de aceptar o rechazar las políticas de privacidad
que manejan los sitios web donde tomamos esos quizzes.
"Es importante verificar la
política de privacidad de cada página antes de participar en una
encuesta", concluye.
Por otra parte, Wheeler dice que
Facebook debería tener un código ético más específico ya, que por el momento,
"es muy poco claro".
"Podría ocurrir con cierta
presión social que revolucionaría el mundo entero. Facebook ya no es solo una
red social; es un medio de información y, cada vez en mayor medida, un actor
político".
En ese sentido, el especialista
señala que "es fundamental que proporcione conciencia cibernética a sus
usuarios y les eduque sobre cómo usar su plataforma de forma más segura".
Mientras tanto, el usuario deberá
ser precavido: "Tu información personal es muy valiosa. Piensa a dónde irá
a parar antes de regalarla".
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