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jueves, 17 de noviembre de 2016

El reality

  El reality que ganó la presidencia



FORBES- 17 de noviembre de 2016
Una explicación de por qué Trump gano la presidencia en los medios. El sketch se terminó y la realidad se presenta tal cual. Un hombre ignorante es el hombre más poderoso del planeta.

Con sincronía exacta, al mismo tiempo que se publicaba la colaboración anterior en donde hablábamos de la pérdida de credibilidad y competencia de la radio y la tv abiertas, se transmitía un acontecimiento que confirmaba de manera puntual lo aquí escrito. En cadena nacional, en horario estelar de la mañana un ciudadano prófugo de la justicia -ciudadano hoy en día, aunque haya sido gobernador- se presentaba en un programa de radio para anunciar, con la benevolencia absoluta de productores y conductores del programa, que era ‘victima’ de una persecución política, pero que ‘con la conciencia tranquila’ procedería a entregarse ante la justicia. Acto seguido salió de los estudios de radio y tv, negoció con los policías y militares que se habían apostado afuera de las instalaciones para arrestarlo, y en el coche de su abogado se dirigió al reclusorio a entregarse escoltado por las autoridades…

La utilización de la media convencional, más allá de los análisis jurídico-penales que tiene de suyo la situación, es la confirmación de esta complicidad entre el establishment atorado en sí mismo, y la radio y tv que en el dinero publico han encontrado su supervivencia dejando a un lado la inquietud creativa que daría un posicionamiento independiente. En este caso de manera superlativa exhibiendo incluso deficiencias en el sistema de aplicación de la justicia, es decir, en contra del propio sistema, toda vez que los intereses políticos y personales ya están también en la ecuación que genera los contenidos de un programa ‘informativo’.

Este comportamiento de la mass media convencional que en México se manifiesta en estos acuerdos cupulares con el establishment, en Estados Unidos se ha manifestado más bien por el lado del rescate de la industria a través de la generación de rating sin importar las consecuencias que el contenido pueda generar en detrimento de la sociedad en general. La relevancia que fue tomando paulatinamente la figura de Donald Trump fue creada y apoyada por la forma en que se le dio cobertura a todo lo que hacía y decía Trump usando al máximo el morbo del gran público fascinado ante la figura inexplicable de un bufón de ideas cortas que, sin embargo, reflejan el sentir de un gran sector de la población norteamericana que se atrevía, hasta entonces, a solo expresar en corto, en cuchicheos de café.

Con todas las características de personaje bufo, el color de su piel, el corte de cabello, la expresión corporal, el lenguaje limitado siempre cargado de adjetivos positivos y grandilocuentes, la vulgaridad estética y de lenguaje, lo ‘echado para adelante’ desafiante a las figuras del establishment, y la concepción de sociedad supremacista con rasgos fascistas con los que se identifica el gran público blanco, dieron a las cadenas de televisión el personaje necesario para convertir noticiarios y programas de debate en ‘reality shows’ en donde el personaje antagonista necesario estaba dado por el ‘aventado’ que era capaz de decir y hacer cualquier cosa para ganar puntos.

Sin pensar en las consecuencias a largo plazo, las cadenas de televisión que llevan años perdiendo público frente a los sistemas de cable y los nuevos sistemas de televisión por internet -en el año 2015 CBS que es la cadena más exitosa, facturo solo la tercera parte de los ingresos de HBO y la décima parte de los ingresos de Netflix– encontraron en Trump el ‘mojo’ que necesitaban para elevar los niveles de audiencia. Y así fue, la tv generó los ratings más altos de cualquier periodo reciente -lo cual también se explica por el público objetivo de los mensajes de Trump: clase media baja, baja, blancos, subeducados, mayormente provincianos- convirtiendo la competencia electoral en el gran espectáculo del 2016. Repito: sin pensar en las consecuencias.

El miércoles amanecimos, el mundo entero, sorprendidos de la noticia, incrédulos de que un personaje como Trump hubiera ganado la presidencia de un país que, pensábamos todos, era ejemplo del desarrollo tecnológico y cultural del siglo XXI. Y aquí el sketch se terminó por el momento y la realidad se presenta tal cual. Un hombre ignorante, sin cultura alguna, es el hombre más poderoso del planeta. Creo yo que xenófobo, racista y supremacista por conveniencia y parte del script necesario para ganar elecciones -y rating-, es presidente en mucho por el activo papel que tuvieron los medios en construirlo, buscando subir audiencias, sin importar si en el camino atentaban contra su propio futuro entregando el poder a un grupo de fanáticos que rodean al electo Trump y que ven en su presidencia la oportunidad de cobrarse los cinco décadas que llevan cediendo terreno a las minorías negras, latinas, viendo como el wasp ha perdido presencia y poder ante el equilibrio civilizado de nuestro tiempo.

La entrevista que transmitió el programa ’60 Minutes’ el pasado domingo, desde el departamento de la familia Trump en Trump Tower de la Quinta Avenida en NY, ostentoso palacio de mármoles y acabados en oro de espantoso gusto, confirma esta situación de ‘show business’. Sin sustancia en sus declaraciones -no dijo nada que no fuera interpretación forzadísima de los medios- la nota fue la frivolidad de los personajes, hablando textos de memoria, insensibles, alejados del ser humano promedio, exhibiendo la riqueza material y la pobreza intelectual. Fascinantes personajes Stepford que definirán el ‘how to’ de los próximos capítulos de este ‘reality’ que seguramente buscaran las cadenas continuar por cuatro años cargados de violencia racial, discursos de tendencia fascista y supremacista, siempre buscando ganar audiencias fascinadas por las ‘puntadas’ del presidente, su familia y sus ‘henchmen’… mientras en las calles y en el mundo, fuera del cuadro de pantalla, se estará destruyendo el equilibrio cultural, social y económico del mundo.





Luis Gerardo Salas-Creador y fundador de Rock 101 desde la FM hasta rock101online.mx siempre explorando nuevas formas de provocacion. En el curriculum dice: Rock Stock, W Radical, y una lista larga de noches que se convirtieron en mañanas llenas de música. Al aire todos los días, menos miércoles, de 6 a 8pm.

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