Congruencia como modelo de negocios
FORBES – 16 de agosto de 2017
La congruencia es el elemento
básico que impulsa a una organización a generar confianza, valor y repetición
de negocio.
La congruencia es el vínculo que
existe entre lo que hago y lo que digo, es la convergencia entre el ser y el
hacer. Es relacionar las acciones y las ideas que expresamos sin caer en
contradicción. Por ello, es un elemento apreciado en el ámbito de los negocios,
pues se corresponde directamente con la propuesta de valor que hacemos a un
cliente y la capacidad de cumplir a cabalidad. Sin embargo, como todo bien
económico, es escaso. Incluso lo podría calificar de raro.
La congruencia es tan fácil de
encontrar como un trébol de cuatro hojas. Se requiere de la lámpara de Diógenes
para dar con ella. Por lo tanto, es importante estar atentos a los signos. Las
fallas a la congruencia se encuentran en los detalles y son signos de alerta de
aquello que tenemos que corregir o de aquello de lo que nos tenemos que cuidar.
Recientemente, estuve en una
conferencia en la que una pareja de expositores hablaba de la importancia del
código de vestimenta en el ambiente profesional y recalcaban la importancia de
dar una imagen elegante, refinada y sobria para dar una buena impresión.
Mientras los oía hablar me fijé que la expositora llevaba la media rota e iba
mascando chicle, el conferencista llevaba una esclava de oro con eslabones muy
gruesos sobre el puño de la camisa. No me pareció extraño que el organizador
recortara el tiempo dedicado a la participación de este par de expertos.
La semana pasada asistí a la
inauguración de un seminario de reflexión sobre nuevos negocios y
emprendimiento. El orador hablaba de un tema complejo: la verdad. Tuvo una
apertura interesante: nos dijo que si nosotros no somos capaces de definir un
concepto es que no lo entendemos. Enseguida, recalcó la importancia de hablar
con verdad a los clientes y lo relevante que era la verdad en el ámbito de los
negocios. De vez en cuando nos miraba desde el estrado y preguntaba: Se
entiende, ¿no? Y continuaba con sus reconvenciones sobre la relevancia de
conservarnos en el terreno de la verdad. Al concluir la plática, una de las
participantes levantó la mano y le dijo: Disculpe, usted ha hablado mucho sobre
la verdad y no la ha definido. ¿Qué es la verdad? El hombre la miró hacia abajo
desde el estrado y le respondió: La verdad es un concepto muy complicado de
definir. Siguiente pregunta. No me extrañó que la mujer se saliera de la
conferencia.
La falta de congruencia nos lleva
a la falta de credibilidad cuya consecuencia inmediata es la muerte del
negocio. Fallar en este terreno es como tomar un veneno peligroso a cucharadas
con nuestra propia mano. El proceso tiene pasos bien definidos:
Se dice algo
Lo que se dice no tiene
convergencia con la realidad
Se busca verificar que
efectivamente no hay un punto de encuentro
Se pierde la confianza
No hay repetición de negocio
Se pierde el prestigio
Muere el negocio
La congruencia es la cimiente del
círculo virtuoso del prestigio. El prestigio es el campo fértil que se debe
cuidar en los negocios. Abrir la boca frente a una audiencia, prometer a
nuestros consumidores, apuntar a ciertos conceptos es cosa de nada: hacerlo
realidad es otra historia. Dice el dicho: Prometer no empobrece, cumplir es lo
que aniquila.
El antónimo de la congruencia es
la fanfarronería, hay ejemplos de empresas y empresarios, de políticos y
líderes que hacen de la pedantería la fanfarria con la que quieren cautivar al
mundo y lo logran. Muchos creen en sus dichos porque otro valor de los negocios
es la buena voluntad. El problema empieza cuando llega la hora de hacerse cargo
de los compromisos y las tuercas rechinan y entre el dicho y el hecho hay un
trecho tan grande que parece un socavón.
Me refiero a garantías que no se
pueden hacer valer, artículos y servicios de calidad inferior a la ofrecida, a
responsabilidades que no se enfrentan. Son palabras huecas que se pronuncian
con fuerza y contundencia y al cabo de unos minutos se disuelven en el aire
pues no tenían consistencia. No hay marca que resista cañonazos a la
credibilidad, por más presencia que tenga en el mercado. Lo peor que le puede
pasar a una empresa es que su cliente deje de creer.
Por ello, debemos estar atentos
con aquello que pronunciamos. Para formar el modelo de negocios basado en la
congruencia podemos tomar prestados los pensamientos de los grandes:
Leonardo Da Vinci: La simplicidad
es la máxima sofisticación.
Elsie de Wolfe: Si el negocio
está sano, en forma y entrega valor, entonces será atractivo, no necesitamos
agregarle muchos adornos.
Yves Saint Laurent: Siempre he
dicho que me hubiera gustado inventar los jeans: la prenda más espectacular,
práctica, sencilla y poco pretenciosa. Tiene la modestia y la atracción que
desearía tener en cualquiera de mis diseños.
Tom Petty: No hay negocio que se
sostenga a base de promesas.
El mejor aliado de la congruencia
es la simplicidad. La incongruencia, por su parte, erosiona la confianza, es
como un bumerang cargado de suciedad que tarde o temprano se impactará contra
nosotros y nos dejará manchados. Dice Robin Fisher, presidenta de Big Fish
Marketing: la gente cambia, las cosas cambian, las tendencias cambian, los
trabajos cambian, los sentimientos cambian y en medio de tantas modificaciones
lo único que nos acompaña es el prestigio que nos hemos forjado a base de
congruencia.
Estoy de acuerdo. Por ello, hay
que tener cuidado y estar alerta. Insisto, la congruencia se esconde en
pequeños detalles que son como foquitos de alerta en el tablero de control. Si
descubrimos puntos de falla, en los que no hay convergencia entre el dicho y el
hecho, es necesario poner atención. Si los que tenemos esas fallas somos
nosotros, debemos de corregirlas de inmediato. Si las descubrimos en alguien
más, sea un individuo o una institución, lo mejor que podemos hacer es planear
la graciosa huida.
Un modelo de negocios basado en
la congruencia da certeza e inicia una relación sana y adecuada con clientes,
consumidores y con el mercado. Un modelo de negocios basado en la congruencia
habla de integridad y eso siempre atrae las mejores oportunidades.
No hay comentarios:
Publicar un comentario