Procura ser el más tonto de la sala
FORBES- 17 de agosto de 2017
Cuando tomas la decisión de
arrancar un nuevo negocio o trabajas en equipos de alto desempeño, lo mejor que
te puede pasar es rodearte de personas con más experiencia y habilidad que tú.
Más allá de los típicos clichés,
hoy tengo la suerte de poder decir que en mi equipo cada una de las personas es
consistentemente más inteligente que yo en alguna o varias de las dimensiones
clave del negocio.
Lo anterior no siempre fue así. En
el 2014, cuando comencé Caaapital con el objetivo de crear la mayor plataforma
de inversión para proyectos de energía renovables en mercados emergentes, tenía
gente muy motivada, pero con muy poca experiencia, ya que eran practicantes o
recién egresados de la universidad, por lo que yo era siempre el que más sabía
de cada área. Fue un proceso del que tengo excelentes recuerdos ya que me dio
el privilegio de poder entrenar a gente joven de mucho talento como fue mi
primer empleado, Guillermo von Kretschmann.
Sin embargo, hace ya dos años se
sumó a mi equipo Javier Mozó, una de las personas más humildes e inteligentes
con las que he tenido el gusto de trabajar y ser socio. Él marcó un punto de
inflexión donde ya éramos dos dirigiendo. Luego, al abrir la oficina en México,
se sumó Carlos Escutia, un banquero de inversiones que recientemente había
regresado de Wall Street y estaba en busca de una nueva aventura, claramente la
encontró y hoy también es socio de Caaapital.
Finalmente, hace un año, Shanghai
VC nos invitó a hacer un joint venture 50/50 para crear DG Energy Capital, el
primer fondo de inversión en México dedicado a energía solar distribuida (en
techos) donde ambos equipos se integraron en uno sólo. Éste fue el punto clave,
en el nuevo equipo todos éramos socios, todos senior, con mucha experiencia y
perfiles complementarios. Alberto Fabio, chairman de Shanghai VC, es uno de los
asesores tributarios más respetados de México; Agustin Medina, CEO de Shanghai
VC, una de las mentes financieras más privilegiadas que he visto en mis años de
banca de inversiones (además de ser bilingüe en japonés); y Cristina Feuchter
quien he visto analizar 200 contratos en dos semanas.
Para contextualizar la
complejidad y escala de la industria en la que opera DG Energy Capital, de
acuerdo al estudio de Mercedes García del departamento ambiental de la ONU “el
mercado potencial en México de energía solar distribuida ya alcanza los 29 mil
millones de dólares” y la capacidad instalada de paneles volvió a crecer a más
del 100% el 2016 en base a los datos de CRE (Comisión Reguladora de Energía).
Tal vez el dato más impactante es que en los últimos años México pasó de tener
sólo unas cuantas empresas instaladoras de paneles solares a las ya más de mil
800 registradas en CFE.
Lo interesante fue lo que pasó al
juntar estos dos equipos en un entorno tan demandante:
Naturalmente se tendió a la
especialización, donde cada integrante tenía claro qué parte del trabajo era su
responsabilidad, lo que generó una fuerte cultura de accountability y casi nula
supervisión.
La especialización rápidamente
fue seguida por la excelencia, ya que se generó un espiral ascendente donde
todos quieren mantener el estándar de trabajo de los demás, lo que hace que
este estándar suba constantemente.
Nos convertimos en una
organización muy plana donde hay coordinadores de acuerdo al tipo de trabajo,
si es ingeniería lo lleva Javier, si es finanzas lo lidera Agustín, si es
estructuración de vehículos financieros lo hace Alberto y si es desarrollo de
negocios lo llevamos Carlos y yo.
La magia o cros-polinización que
se da cuando se juntan expertos de distintas áreas comprometidos a solucionar
un mismo desafío. Lo que sucede en ese caso es que el experto del área lidera,
pero se apoya en todos los demás del equipo a medida que lo va necesitando. Por
ejemplo, Javier desarrolló un modelo técnico, pero se apoyó en Agustín para
refinarlo financieramente y en mi para tener feedback de mercado. Ninguno de
los tres por separado lo hubiera podido lograr un modelo tan bueno, ya que cada
uno por separado no posee el conocimiento suficiente de cada área.
Este año con este equipo de
rockstars ha sido una experiencia que me ha vuelto más humilde, agradecido de
la vida y experimentado en coordinar equipos de alto desempeño. Aquí va una
breve lista de lo que estas personas y situación me han enseñado:
Asegúrate de estar en una sala
donde siempre haya alguien más hábil que tú en prácticamente todas las
dimensiones clave del negocio.
Asegúrate de tú ser el más hábil
en alguna dimensión clave.
Evita la redundancia a menos que
sea en un área que requiera de muchas horas hombre. La redundancia hace que no
haya claridad sobre quién es el responsable final y eso no permite tener la
coordinación de un equipo SWAT, quienes atacan coordinadamente casi sin tener
que hablar.
Confía en tu equipo, no tienes
que hacer todo tú. Si eres emprendedor seguramente tiendes a querer hacerlo
todo y delegar poco. Eso es un error caro para ti y los demás. Si tienes un
buen equipo lo más probable es que en la mayoría de los casos haya alguien
mejor que tú para hacerlo. La clave está en que exista accountability, sin ello
no funciona.
Dile a cada persona lo afortunado
que te sientes de trabajar con gente como él o ella. Muchas veces tus
compañeros no están conscientes de lo buenos que son en lo que hacen porque
para ellos es normal, aunque sean fenomenales en lo que hacen. Destacarlo es
bueno y además acelera el proceso de especialización y alto desempeño.
Pide ayuda. El ego puede
tentarnos a no pedir ayuda, en especial cuando admiras a tus compañeros de
trabajo y no quieres que vayan a pensar que eres incompetente. Sin embargo,
cuando todos piden ayuda a los demás se distribuye mejor el trabajo en base a
competencias y se construye camaradería, lo que termina convirtiéndose en una
red de apoyo que no permite que el balón caiga.
Compite contigo, no con tu
equipo. Cuando se genera equipos donde cada uno destaca en un área es ilógico
competir con tus pares, lo que debes hacer es ser el más hábil en la dimensión
clave que te toca.
Comunica, comunica, comunica. Al
ser de distintos perfiles muchas veces no todos entienden lo mismo ante la
misma información. Es clave que quien coordine se asegure de hablar
constantemente con todos los integrantes y establezca instancias formales de coordinación.
En mi equipo como estamos distribuidos entre México, Chile y USA, tenemos un
llamada corta cada mañana para priorizar, asignar responsables y pedir ayuda.
En resumen, ver a un equipo de
alto desempeño es como ver jugar a un equipo de futbol profesional. Ahí cada
rol es claro y hay un experto. Cada posición es clave para la siguiente si
quieren ganar el partido. Si el delantero se queda en la defensa no hay quien
meta goles, y si el defensa se va a la delantera nos meten goles. Es tan
sencillo como pensar “¿qué prefiero, dos jugadores medio buenos para defender y
atacar, o un excelente defensa y un excelente atacante?”.
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