La red 5G, envión de la
transformación
FORBES- 5 de agosto de 2017
Todos los avances tecnológicos
tienen un común denominador: confían en tener una conectividad robusta y veloz;
es fundamental una transformación eficiente hacia la tecnología 5G.
El uso generalizado de la
realidad virtual, los servicios del Internet de las Cosas (IoT), los
videojuegos en tiempo real, las optimizaciones en servicios de streaming y
hasta los autos conectados sustentan su propuesta de valor y servicio en redes
más robustas, veloces y confiables en la transmisión de datos. Es momento de
una red de quinta generación.
A lo largo de los años, hemos
sido testigos de la evolución de las telecomunicaciones, pasando de lo
analógico a lo digital. La red 2G sólo soportaba transmisión de voz, mientras
que el servicio 3G nos dio la posibilidad de agregar mensajes a la
comunicación. La llegada de la red 4G en el año 2000 mejoró la velocidad,
amplió el ancho de banda y permitió el uso de aplicaciones simultáneas, así
como la transmisión de datos.
Se proyecta que la red 5G se
enfoque en mejoras radicales para ofrecer un mayor ancho de banda (de 40 a 50
veces más rápida) y reduzca diez veces la latencia actual, ofreciéndonos así
una verdadera transmisión de datos en tiempo real. Esto generará confiabilidad
en las diferentes industrias que están basando la renovación de sus modelos de
negocios para ofrecer una mejor experiencia de usuario.
La mayoría de los avances
tecnológicos están sustentados en una conectividad con altos estándares de
calidad; sin ella, los nuevos productos y servicios pueden quedarse muy por
debajo de las expectativas de los clientes y de los creadores.
El uso de una red 5G traerá
grandes beneficios para los usuarios finales. Ofrecerá desde la multimedia de
alta definición y realidad aumentada, además de la optimización del Internet de
las Cosas (IoT), conferencias multipersonales y el almacenamiento de una gran
capacidad de datos en sus dispositivos móviles. Sin embargo, la red no sólo
estará centrada en el cliente, sino también brindará servicio a nuevas
categorías de usuarios definidos y sin definir, como máquinas, vehículos,
sensores, zonas WiFi y objetos. Todo orquestado por la conectividad como su
principal componente, desarrollando así nuevos ecosistemas de negocio.
El uso de esta nueva tecnología
ya está siendo probada; por ejemplo, Brasil es el país más avanzado en las
pruebas de América Latina; en Asia, Corea del Sur está realizando pruebas
piloto para estar listos ante la disrupción que desean mostrar en los Juegos
Olímpicos de invierno del próximo año. Para México, 2020 será el año en el que
se prevé podamos tener esta tecnología; sin embargo, actualmente el país ya se
está preparando.
Por ende, la transición a 5G está
forzando la transformación de las grandes empresas de telecomunicaciones en
múltiples dimensiones. Los retos más importantes están en la evolución de la
infraestructura de la red, la cual será crucial para ofrecer servicios de alta
tecnología que permitan ofrecen una gama de soluciones digitales; y en segundo
lugar el desarrollo y capacitación preventiva del talento para la
implementación y uso de la red.
A fin de que la implementación
sea exitosa, desde Accenture identificamos dos capacidades críticas: ‘Agilidad
de Integración’ y ‘Estandarización’, para satisfacer las necesidades de las
distintas industrias. Ya que los servicios 5G requerirán, no sólo conectividad,
sino también una actitud orientada de integración en las soluciones digitales
para lograr una eficaz y real transformación tecnológica.
El desafío es que las
expectativas para la nueva tecnología están creciendo cada vez más rápido y se
están diseminando más ampliamente. La coordinación efectiva entre todos los
aspectos de la transformación requerirá, sin duda, un fuerte uso del análisis
de datos y una reconfiguración continúa impulsada por la información obtenida
de cara a la innovación en la conectividad.
*Edna Rosales es Líder de la
Industria de Telecomunicaciones en Accenture México
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