El consumidor de combustible del
futuro
FORBES- 11 de agosto de 2017
Los consumidores y las tendencias
tecnológicas impulsan el cambio constante en los modelos de negocio. Las empresas de combustible deben
maximizar sus capacidades digitales.
La transformación digital traerá
cambios que implican grandes retos, pero también grandes oportunidades. Para el
mercado de distribución y comercialización de combustible existen dos grandes
temas que serán determinantes en el proceso de construir y mejorar el negocio:
entender quién es su consumidor en la era digital y cómo es que las empresas se
van a comunicar con este nuevo consumidor.
Las pautas del consumidor de
combustible del futuro están influenciadas en gran medida por desarrollos
emergentes y nuevas tendencias tecnológicas. Un ejemplo es la economía
compartida que, a través de servicios de transporte en plataformas digitales,
crea una disrupción en la infraestructura tradicional de la industria. Las
aplicaciones móviles para solicitar vehículos han generado hasta 11 millones de
viajes al día a nivel global y se espera que el crecimiento continúe siendo
exponencial.
Los hábitos de este consumidor
también se ven influenciados por nuevos patrones en la fuerza laboral, como
horarios flexibles y trabajo desde casa habilitado por la tecnología. Estas
tendencias están ayudando a reconfigurar la manera en la que las personas
viajan y se mueven a diario, qué plataformas y servicios de transporte deciden
utilizar, e incluso si eligen poseer o no un automóvil propio.
Todo esto continuará
revolucionando la forma en la que los consumidores y los negocios utilizan el
transporte. Frente a esto, sabemos que el consumidor de combustible del futuro
es alguien que espera personalización y velocidad en la entrega de sus
productos y servicios, que valora las prácticas sustentables y busca
transparencia de precios. Es un consumidor que está conectado a múltiples plataformas
digitales y, sobre todo, espera tener acceso a un modelo de comercialización
físico que integre también opciones digitales.
Para que las empresas de
combustible puedan entender quién es este consumidor digital y así alcanzar o
exceder sus expectativas, hay que empezar con datos. Es importante que las
compañías tengan acceso rápido y sencillo a los datos adecuados para ayudar a
reestructurar la oferta de retail basada en información demográficos y
geográficos, personalizar productos y servicios para cada cliente de acuerdo
con su historial de compra, optimizar las operaciones, mejorar los regímenes de
mantenimiento y reducir o eliminar los tiempos obsoletos.
Además, las empresas del sector
deben entender cómo es que se comunicarán con estos consumidores, cuáles son
las tecnologías más relevantes que los ayudarán a habilitar innovaciones y
entregar servicios físicos y digitales de alto nivel. Las tecnologías
disruptivas, como la comunicación entre máquinas y el Internet de las Cosas
(IoT por sus siglas en inglés), están impulsando una interacción mucho más
eficiente con el consumidor y también generan importantes mejoras operativas.
Para el año 2030 se espera que todos los automóviles nuevos producidos a nivel
global tengan características de conexión a internet (pensemos en un vehículo
habilitado para comunicarse con el usuario a través de objetos inteligentes
como wearalbes, capaz de notificar o prever necesidades de reparación,
combustible, geolocalización y ofertas de servicio, entre muchas otras cosas).
Además, se predice que el número de teléfonos inteligentes en circulación
llegará a seis mil millones para 2020. Estos son puntos de contacto potenciales
que, con el modelo y las herramientas adecuadas, se pueden convertir en la
ventaja competitiva para ofrecer un servicio verdaderamente óptimo y
personalizado.
Todo este contexto tiene
consecuencias que están influyendo en cómo evoluciona el mercado de
combustible. Las tecnologías digitales son cada vez más amables para los
usuarios y su acceso multi-plataforma ofrece al consumidor una amplia gama de
opciones. Las startups tecnológicas han logrado proveer servicios de forma más
rápida, conveniente y a costos más bajos que los competidores. La
diversificación de combustible (biocombustibles, GLP, celdas de combustible y
baterías) ofrecen nuevas fuentes energéticas. Los vehículos eléctricos cada vez
son más comunes en el mercado y los vehículos híbridos que mezclan combustión
interna y baterías de ion de litio ofrecen flexibilidad.
Hoy sabemos que la velocidad del
cambio no va a disminuir. Es por eso que las empresas deben prepararse para que
la agilidad sea parte estructural de su ADN. El negocio del futuro tiene que
estar listo para identificar, aceptar y actuar oportunamente frente a amenazas
emergentes y lograr que su oferta y capacidad de servicio sea a prueba del
futuro.
*Horacio Vergara, es ingeniero en
Electrónica y Comunicaciones por el ITESM y tiene un MBA por la Universidad de
Bath. Actualmente se desempeña como Socio Líder de la Industria de Recursos
Naturales en Accenture México.
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