Nueva era disruptiva de la industria automotriz
FORBES – 12 de mar. de 19
Aunque el camino a una era de transporte
autónomo está lleno de retos, aún se está determinando el impacto que esta
tendrá entre los usuarios, comunidades y negocios.
Las industrias automotrices y de transporte
están experimentando lo que probablemente es el período más disruptivo en su
historia desde que Henry Ford desarrolló la línea de ensamble en 1908, lo que
una vez fueron características esencialmente mecánicas han evolucionado para
convertirse en grandes características digitales, y su futuro es ser
completamente automatizados.
Aunque el camino a una era de transporte
autónomo está lleno de retos, y aún se está determinando el impacto que esta
tendrá entre los usuarios, comunidades, y negocios, los beneficios de los vehículos
autónomos son genuinamente claros y emocionantes, aun estando en la etapa
inicial en la que se encuentra, estos vehículos seguirán mejorando
continuamente a medida que la tecnología vaya madurando, esto desde luego
provocará que la demanda, especialmente entre los jóvenes, vaya en aumento y
que su participación en el mercado sea cada vez más importante. De hecho,
actualmente existen algunos factores que están siendo clave para posicionar
cada vez con más fuerza el impacto de esta nueva generación de automóviles:
Las expectativas de los clientes: Hoy en día
los consumidores se han acostumbrado a experiencias intuitivas, personalizadas
y cada vez más naturales en la interacción con tecnologías digitales. Estas
expectativas se esperan en beneficios de la vida cotidiana. Muchos seguramente
preferiríamos que el coche nos lleve a casa después de un arduo día de trabajo,
dejándole la desgastante tarea de lidiar con el tráfico, o mejor aún, aún poder
solicitar uno que te lleve a tu lugar destino y luego pedir otro sin tener que
estacionarlo. El impacto de estos escenarios para la sociedad puede ir desde la
reducción de fatalidades, reducción de los embotellamientos viales, menos
emisión de carbono, y la reducción de tiempos de traslado, hasta permitir que
pacientes con padecimientos como Alzheimer o Parkinson puedan moverse de un
lugar a otro de manera segura.
Los avances tecnológicos: Los vehículos
autónomos están a la vanguardia tecnológica, y requerirán no solo que el
ecosistema automotriz esté preparado para la producción (lo cual no es cosa
fácil) sino que esté preparado para ajustarse a las continuas mejoras
tecnológicas que llegarán, pues al igual que cualquier otra tecnología, los
vehículos autónomos estarán recibiendo mejoras constantemente durante mucho tiempo,
y que aquellos mejor preparados para recibir estos ajustes tendrán una ventaja
competitiva para satisfacer las expectativas de los usuarios. Imagina que una
persona puede manejar al centro de la ciudad a 20 km por hora, ahora imagina
que un vehículo autónomo pueda manejar a 60 km por hora esa misma ruta o más
rápido. Equipados con arreglos de sensores, super computadoras y mejores
algoritmos, los vehículos autónomos pueden reaccionar más rápido y lograr
mejores velocidades viajando más seguro, más allá de lo que la habilidad humana
puede lograr.
La transportación como un servicio: La
inclinación de los usuarios hacia la propiedad está en una revolución,
actualmente muchas de las ciudades más importantes del mundo están llenas de
vehículos estacionados, existen estudios que determinaron que un auto pasa
estacionando un 95% del tiempo estacionados. Esto lleva a que tendencias como
el car pool —o transportation-as-a-service— presenten un incremento en los
últimos años impactando diversos sectores entre ellos al transporte público
como el taxi. Añadiendo vehículos autónomos al escenario, será posible que los
usuarios aprovechen un auto solo cuando lo necesiten y al terminar, este mismo
puede dar servicio a alguien más, sin invertir en estacionamientos o el costo
que significa tener una máquina detenida.
Moviéndose hacia el futuro
Hablando sobre el impacto que esta tecnología
disruptiva puede tener en los modelos de negocio de diferentes industrias,
estudios realizados por Accenture detectan por lo menos tres grandes frentes en
donde los jugadores clave ya han comenzado a invertir para garantizar que
tengan una estrategia para las oportunidades emergentes:
Ventas y servicios automotrices: Los
concesionarios aún dependen de tres fuentes de ingresos tradicionales: ventas
de automóviles, personalización y mantenimiento de interiores y servicios. Pero
este modelo se basa en un gran número de personas que poseen sus propios
coches. A medida que los modelos de automatización y viajes compartidos
continúan creciendo, esos números seguramente disminuirán, especialmente entre
las generaciones más jóvenes. Las ventas futuras y los modelos de servicio
probablemente evolucionen para enfocarse en la diferenciación a través de los
servicios de mantenimiento y las opciones de venta de servicios, más cerca de
la forma en que opera actualmente la industria de los viajes aéreos.
Logística y cadenas de suministro: El comercio
digital ha permitido a los consumidores comprar en cualquier momento y en
cualquier lugar. Los clientes han llegado a esperar la libertad de elegir
entregas en el mismo día y en una hora, reforzadas por la disposición de los
comerciantes de agrupar estas opciones con transacciones minoristas; en cierto
sentido, consideran el servicio acelerado como un diferenciador. Las empresas
de logística enfrentan desafíos adicionales al predecir las asignaciones de
activos y personal, especialmente durante las temporadas altas de vacaciones y
los picos no planificados en la demanda. Esto presiona a los principales proveedores
de logística para que inicien programas extensos de reducción de costos, y la
adopción de vehículos autónomos representa una oportunidad para llevar esto al
siguiente nivel.
Seguros de autos: Las compañías de seguros han
estado operando algunos de los modelos de negocio más rentables en la historia
reciente. Pero las aseguradoras de automóviles no son inmunes a la disrupción
digital. Las ventas en línea, los seguros basados en el uso, el análisis de
datos y la telemática están teniendo un impacto negativo en las ganancias, todo
mientras que los consumidores perciben las primas de los seguros de automóviles
como sobrevaloradas y brindan beneficios cuestionables. Los avances
tecnológicos en la industria automotriz están cerrando la brecha entre los vehículos
tradicionales y el estado futuro de los vehículos autónomos, y se espera que
los niveles más altos de automatización produzcan resultados aún mejores. Menos
accidentes y carreteras más seguras significan menos reclamaciones y una
reducción correspondiente en la prima de riesgo. Si bien la industria de
seguros automotrices está preparada para una disminución en los ingresos
basados en primas, aún deben entender completamente los nuevos tipos de riesgo
que acompañarán la adopción de la nueva generación de autos.
Nada cambiará de la noche a la mañana, pero los
vehículos autónomos sin duda traerán cambios drásticos en numerosas industrias.
Ahora es el momento para que cada empresa comience a considerar el impacto de
los coches autónomos en su propia industria y diseñe una estrategia. Ahora es
el momento oportuno para los modelos de colaboración, especialmente con aliados
no convencionales, para asegurar que las empresas obtengan un lugar en la mesa
cuando esta tecnología sobre ruedas se haya establecido por completo.
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