La sostenibilidad en la agenda de
los directivos
FORBES- 22 de mayo de 2018
Sostenibilidad es un término que
debe traducirse en valor entre empresa y grupos de interés en el largo plazo,
donde lograr un balance económico, ambiental y social se vuelve clave.
Actualmente, la sostenibilidad
enfrenta desafíos que se discuten en las empresas, los medios de comunicación,
en las universidades y en los espacios políticos, y permiten incorporar
tendencias que dan forma a los nuevos tiempos: la digitalización de la
economía, la disrupción en los modelos de negocio, la innovación en el
movimiento de personas y mercancías, el surgimiento de nacionalismos y nuevas
expresiones políticas.
Todas estas preocupaciones, desde
el clima hasta la ciberseguridad, pueden insertarse en el amplio concepto de
desarrollo sostenible y deben estar en la mira de la Alta Dirección, así como
también de los tomadores de decisión de las empresas, de acuerdo con los
resultados de la quinta encuesta bienal Desarrollo Sostenible en México 2018,
realizada por KPMG en México.
Seguimiento desde un alto nivel
Además de atender el tema de
sostenibilidad en el Consejo de Administración y los comités especializados, es
significativo que más de la mitad de los directivos y gerentes, en las
diferentes áreas del negocio, le asignen alguna importancia a la
sostenibilidad: se encuentran en mejores posibilidades de identificar y
gestionar los problemas afines a sus actividades, sean operaciones, compras,
finanzas, ventas o recursos humanos.
Si en el pasado el tema central
era el ambiental y el normativo, en la actualidad, de acuerdo con la encuesta,
cubre lo mismo riesgos comerciales, financieros y de mercado, la ruptura de la
cadena de abasto, la atención al cliente, el seguimiento y monitoreo de los
medios electrónicos y las redes sociales, los recursos humanos, la relación con
escuelas y universidades.
Aún más relevante resulta
confirmar que los directivos más interesados en estos temas son precisamente el
director general (80% de las respuestas) y el director de finanzas (56%, igual
que el de recursos humanos), porque significa que se comprende la importancia
estratégica de estas acciones y el impacto económico de su implementación, así
como su efecto en reputación.
Sin duda, la sostenibilidad está
relacionada con la supervivencia del negocio. ¿Cuánto peso tendrá, por ejemplo,
un ciberataque que afecte bases de datos, listas de clientes, facturación o
inventarios? ¿Cuánto costaría la falta de un protocolo para operar en un
desastre mayor, como una inundación o un terremoto? ¿Quién es el responsable de
dirigir la estrategia frente a cambios sociopolíticos, como ha ocurrido a
empresas en Reino Unido y España?
Evaluación externa para medir
progreso
Así como se ha llamado la
atención sobre la importancia de monitorear los medios de comunicación y las
redes sociales, es relevante conocer la opinión que tienen los analistas,
inversionistas y el ambiente de negocios en general. Contra lo que se podría
esperar, 65% de las empresas de la encuesta afirman que no han sido evaluadas
por analistas externos.
Más de un cuarto de las empresas
contestan que no saben si han sido evaluadas, es decir, que al menos están
conscientes de que sí podrían estar en la mira de calificadoras, casas de
bolsa, fondos de inversión y otras agencias. Muchas de ellas realizan estos
sondeos sin consultar a la compañía sujeta de estudio, y sin su consentimiento,
justamente para poder ofrecer opiniones independientes.
En opinión de KPMG en México, las
empresas son analizadas por terceros en más ocasiones de las que la misma
empresa tiene conocimiento, ya sea por analistas, calificadores, reguladores,
potenciales clientes u otros similares.
Por lo mismo, su gestión responsable, enfocada y con una revelación
positiva/futurista, es altamente recomendable.
Estas cifras podrían cambiar en
el futuro cuando más empresas sean revisadas, y con más rigor. Quienes no
obtienen los resultados esperados o deseados, probablemente deberán profundizar
en aspectos en los que han sido subvaluados por las agencias especializadas o
los mercados de valores. Esta acción no solo afectará positivamente la visión
externa del negocio, sino que dará una herramienta valiosa de reflexión y
potencial innovación en temas valiosos o de riesgo para la organización.
Resalta observar que los
directivos mexicanos ya ven la sostenibilidad como algo extremadamente
relevante: esto no se observaba con tanta intensidad en años previos. Por otro
lado, es probable que la presión interna y externa, así como la difusión del
concepto integral de desarrollo sostenible inviten a la Alta Dirección a
considerar recursos económicos específicamente destinados a que sus
organizaciones tengan mejores procesos de acción, medición y revelación. Es
fundamental que esos recursos sean formales, estén identificados, y que formen
parte de una estrategia integral, porque de otra manera sería difícil darle
seguimiento y medir sus resultados.
Las organizaciones serán
sostenibles cuando puedan entender que forman parte de un todo complejo en el
que convergen los recursos naturales, el comercio internacional, los flujos
migratorios, la infraestructura, las comunidades, los clientes, ética,
anticorrupción y los avances tecnológicos, así como una larga lista de factores
grandes y pequeños que construyen el futuro de la economía y permanencia, tanto
de la empresa como en el cosmos en el que se desarrollen.
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