La importancia de adoptar la gestión de
riesgos
FORBES- 15 de mayo de 2018
Es fundamental que las empresas y
organizaciones implementen acciones y planes que les permitan transformar sus
riesgos en ventajas competitivas reales y sostenibles.
En un entorno volátil como el que
vivimos hoy en día, donde existen muchas amenazas y oportunidades, cada vez
existe un menor margen de maniobra. Un escenario así obliga a las
organizaciones a contar con estrategias que permitan conocer los efectos tanto
negativos como positivos que pudiera tener la incertidumbre sobre los objetivos
del negocio.
En Latinoamérica, casi la mitad
de las empresas no identifica, analiza o evalúa los riesgos emergentes y dentro
de los diferentes sectores de la industria hay una importante disparidad en la
valoración de los riesgos. Por ejemplo, áreas como construcción,
infraestructura, energía o transportes, tienen un mayor nivel de valoración de
amenazas que la de manufactura, agricultura y pesca.
De acuerdo con el Tercer
Benchmark de Riesgos de Latinoamérica elaborado por Marsh y la Asociación
Global de Gerentes de Riesgos (RIMS por sus siglas en inglés) este año, en
México, menos del 6% de las compañías considera que la gestión de sus riesgos
está en un nivel de desarrollo óptimo, lo cual es un reflejo del bajo
porcentaje de corporaciones que cuentan con algún plan de Administración de
Riesgos Empresariales (ERM por sus siglas en inglés).
Para conocer y anticiparse a la
incertidumbre es recomendable que cuenten con un marco de trabajo que permita
implementar y coordinar los planes de acción que logren la mayor eficiencia en
el aprovechamiento de esfuerzos y sinergias.
La implementación de una
Administración de Riesgos Empresariales, otorga un valor agregado a estos
esfuerzos, permitiendo a la organización mantenerse competitiva en su entorno.
Cuando se busque implementar un
ERM es importante tomar en cuenta lo siguiente:
Definir los principios básicos
que debe tener la organización en cuanto al aprovechamiento de las
oportunidades, así como la gestión de las amenazas o riesgos en su entorno
tanto interno como externo. Este punto en particular tiene mucho que ver con la
cultura de la empresa. Desarrollar una cultura que permita un enfoque en la
administración de riesgos es parte esencial de este proceso. En Latinoamérica
un 64% de las firmas considera que la integración de la gestión de riesgos en
la estrategia y valores de la corporación, son claves para transformar la
cultura corporativa y, por tanto, la efectividad de la gestión.
Aumentar la madurez de la gestión
integral de riesgos en las empresas al diseñar un marco de trabajo que permita
realizar sinergias entre los diferentes esfuerzos, además de medir avances y
cumplir con los principios definidos en el punto anterior. En Latinoamérica, el
25% de las corporaciones cuenta con un nivel de madurez avanzado, aunque no es
el óptimo. Una forma de llegar al nivel deseado podría ser la creación de un
área dedicada a la administración de riesgos.
Realizar una identificación y
valoración de oportunidades y/o amenazas que establezcan los criterios para su
control a lo largo y ancho de la organización. Aunque el 80% de las compañías
han oído hablar de los riesgos emergentes, solamente el 14% han implementado
una herramienta de control para dichas contingencias.
La Administración de Riesgos
Empresariales debe ser una herramienta de gestión que ayude a entender,
priorizar y gestionar el impacto tanto positivo como negativo en los objetivos
de la organización. Su implementación dará certeza no sólo a todos los
involucrados con la compañía, sino también a la sociedad en general, de que se
busca la generación de riqueza para todos.
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