China, EU y la guerra por
Inteligencia Artificial
FORBES- 4 de mayo de 2018
La guerra China-Estados Unidos
tiene en la inteligencia artificial un gran campo de batalla. Aquí te digo cuál
es la coyuntura para ambos países y cuáles serán las claves para ganarla.
Una de las repercusiones más
relevantes de la transición del mundo unipolar al tripolar es la carrera por la
conquista de tecnologías claves, pues la potencia que tenga la ventaja sobre
sus competidores gozará de tiempo y aplicaciones que pudieran ser cruciales
para tener mayor influencia sobre el concierto internacional. Y en esta
coyuntura, la Inteligencia Artificial (IA) es una de las tecnologías más
añoradas por las potencias.
La batalla más emblemática la
protagonizan China —potencia contendiente— y Estados Unidos —país dominante por
las últimas décadas. La lucha es por la combinación de las máquinas
inteligentes y su aplicación en diferentes actividades diarias, a efecto de
recolectar datos de todas partes, y así disminuir las fronteras entre los
mundos físico y digital.
Ante ello, vale la pena
preguntarse, ¿qué modelo está siguiendo cada país y qué implicaciones tiene?
Además, ¿qué factores podrían ser clave para ganar la carrera tecnológica de
esta generación, que trae a la mente la carrera espacial de hace más de medio
siglo?
La Inteligencia Artificial en
tiempos de Trump
Hacia finales de 2016, la
administración de Barack Obama publicó un informe sobre el futuro de la IA,
donde a pesar de no plantear un financiamiento concreto, sí tenía claro que
dicha tecnología debe ser una estrategia clave para el gobierno federal. El
documento reconocía que “mi sucesor gobernará un país que estará siendo
transformado por la IA.”
Uno de sus señalamientos era la
preocupación de que el oficio de conductor de vehículo —en cualquiera de sus
facetas y propósito— es una de las fuentes de empleo más socorridas, a nivel
internacional, inclusive. Y precisamente, la presencia de la IA en los
vehículos autónomos es una de las prioridades tecnológicas del sector privado.
La administración Trump, tan
enamorada de la manufactura tradicional sobre la digital, abandonó esta visión
aduciendo que, para que la IA florezca en su país, lo mejor es no interferir.
Como en ocasiones anteriores, esto ha mostrado no sólo el interés de llevar la
contraria a Obama, sino un entendimiento deficiente de la tecnología. Lamentablemente,
el gobierno de EU no tiene suficientes expertos, por lo que el tiempo perdido
puede ser relevante.
A pesar de esto, Estados Unidos
es el líder actual en IA gracias a sus compañías, investigadores y trabajadores
calificados en algunos sectores de avanzada. A este respecto, la mayoría de los
centros mundiales que lideran la IA siguen en EU Para llegar a esto, no solo ha
sido clave su conducción cuando EU era la principal influencia en el mundo,
sino también su capacidad para introducir tecnologías que incorporan algún
grado de IA a sus procesos: apps para sortear el tráfico, sugerencias de compra
y el apoyo al diagnóstico médico, logrando un aumento en la productividad o la
disminución de costos.
Además, algunas condiciones
estructurales son clave para mantener esta ventaja, incluso en tiempos de
Trump: EU tiene unas 34 líneas telefónicas por cada 100 habitantes —casi el
triple que China—, unas 120 líneas móviles por cada 100 habitantes —alrededor
de 36% por encima de China. También tiene unas 28 conexiones de banda ancha
fija por cada 100 habitantes —por unas 23 del país del dragón— y unas 111
líneas móviles —casi el doble que China.
En el rubro privado, hay ciertas
compañías clave que dominan los avances en IA; la mayoría originadas en Silicon
Valley o pertenecientes a los sectores de consumo, salud y defensa. Una forma de ver estas familias de compañías
es en función de su aproximación a la IA:
Súper ricas. Compañías que hacen
IA y aprendizaje automático, además de que tienen sus propios datos. Ejemplos:
Google, Facebook, Amazon, Microsoft.
De servicio. Compañías que ayudan
a otras empresas a usar sus datos, generalmente no estructurados. Destacan:
Palantir Technologies, Salesforce e IBM.
Innovadoras. Compañías trabajando
sobre problemas específicos, pero que ni tienen sus datos ni proveen de
servicios a otras empresas. Sus tecnologías son generalmente de nicho.
Ejemplos: Two Sigma, Point72, Cruise Automation, Flatiron.
Para efectos geopolíticos, las
empresas súper ricas pueden mover el tablero con mayor fuerza, ya que son las
que contratan más investigadores, abren laboratorios y compran startups.
Además, dentro de sus prioridades de negocio y cabildeo se encuentran
incrementar la inversión de IA, reclutar talento internacional y mejorar la educación
en materia de Ciencias, Tecnologías, Ingenierías y Matemáticas (STEM, por sus
siglas en inglés).
Sin embargo, el punto de quiebre
se está volviendo el control de acceso a dato, ya que las principales
plataformas —sean el acceso a la App Store o las APIs de Facebook o Google—
someten a sus usuarios a procesos de supervisión tardados y, sobre todo,
heterogéneos. Por ello, la salida al mercado tiende a retrasarse, mientras que
el proceso no-estandarizado les da un poder enorme a las plataformas, que ahora
son blanco de los políticos estadounidenses por escándalos como el de Cambridge
Analytica.
El capítulo más reciente de IA en
territorio estadounidense se escribió en marzo pasado, cuando Donald Trump
bloqueó la oferta de compra de la china Broadcom para hacerse de la
estadounidense Qualcomm, especializada en la producción de chips y tecnologías móviles. Una empresa de este tipo es el gran anhelo de
China, el cual quiere atacar con su modelo de innovación. Pero Trump firmó un
decreto prohibiendo la venta por razones de seguridad nacional.
Como conclusión parcial, el
gobierno estadounidense tuvo buen olfato y acertó en bloquear la compra de
Qualcomm, además de que señaló que comenzará a estudiar todas las operaciones
de esta naturaleza sobre la mesa. Inclusive ha impuesto sanciones a Huawei y
ZTE.
Pero la falta de una visión que
vaya más allá de las transacciones confirma que el diagnóstico es bueno, pero
el plan es malo. Y lo seguirá siendo mientras no utilice la tan temida
migración como forma de reinvención… Hoy, 216 de las empresas en la lista de
Fortune 500 fueron iniciadas por inmigrantes o por sus hijos.
La Inteligencia Artificial en
tiempos de Xi
Un año después del lanzamiento de
la iniciativa de innovación “Hecho en China 2025”, el gobierno del Presidente
Xi Jinping publicó el “13º Plan Quinquenal de Informatización Nacional,” donde
se esbozan las directrices de desarrollo e industrialización digital hasta el
2020. En él, la administración china apuesta por fuertes inversiones en materia
de investigación y desarrollo, así como por dos temas controvertidos: el
subsidio a la industria de los chips de procesamiento y a una regulación más
laxa en tecnologías prioritarias —vehículos autónomos, inteligencia artificial
y recolección masiva de datos— siempre y cuando sean desarrolladas por chinos.
La asimetría no puede ser más
grande: Por un lado, el bloqueo directo o indirecto del gobierno sino, aunado a
un mejor acoplamiento al lenguaje y cultura chinos, han impulsado la
popularidad de apps como WeChat, Alibaba, Wibo, TamTam, KakaoTalk, Baidu, YouKu
y JD sobre las Google, Facebook y Twitter.
Por el otro, cualquier compañía estadounidense que quisiera entrar al
mercado chino, tendría que encarar al menos 6 diferentes revisiones de
seguridad —cada una con potencial para retrasar o bloquear el acceso al
mercado.
Pero quizá la gran diferencia
entre la coyuntura de EU y China es el apoyo del gobierno del país del dragón a
su sector privado, principalmente el llamado BAT (acrónimo de Baidu, Alibaba y
Tencent) de cara a la IA, lo cual tiene varias implicaciones. En primer lugar,
el Ministerio chino de Ciencias designó a Baidu como la plataforma base de IA
para vehículos autónomos, a Alibaba para ciudades inteligentes y a Tencent para
cuidado de la salud.
A partir de ello, Baidu acaba de
hacer una gran coalición llamada el proyecto Apollo, que incluye a Daimler y
Ford (armadores), NVidia e Intel (chips), Bosch y Continental (autopartes),
Grab (servicios de viaje), TomTom (prospección y mapeo), Microsoft (servicios
en la nube) y Blackberry QNX (sistema operativo).
En su propio tenor, Alibaba
desarrolló City Brain para conectar cámaras, sensores, datos de gobierno,
información compartida en redes sociales y otra información desagregada para
utilizar algoritmos de IA que permitan predecir y actuar en asuntos de
planeación urbana, gestión de tráfico, servicios ambientales, entre otras. Actualmente, el proyecto se está
implementando en Hangzhou y Macau (China), así como en la Ciudad de Malasia.
En segundo lugar, las empresas
BAT son el principal motor de inversión en emprendimientos de todo tipo,
—aplicaciones de industria cruzada, tecnología automotriz, cuidado de la salud,
IA corporativa, hardware para IA, materiales para industria avanzada,
ciberseguridad, tecnologías financieras— logrando con ello tres hitos
importantes:
China rebasó a EU como el país que
más invierte en startups de IA en el mundo (46% sobre 44%, respectivamente).
Ensambló con procesadores chinos
la Sunway TaihuLight, la supercomputadora más potente del mundo.
Invirtió a través de Alibaba en
SenseTime Group, que con una valuación de 3 mil millones de dólares, lo que la
convirtió en la empresa de IA más valiosa del mundo.
En tercer lugar, la inversión en
SenseTime, así como la explosión de patentes de parte de Tencent en los rubros
de reconocimiento facial y video vigilancia serán clave para acelerar el gran
sueño del gobierno chino: unir la vigilancia digital con el crédito social, con
fines de control político.
Con respecto a la vigilancia
social, el proyecto maestro es el llamado Skynet, que data del 2005 y que
privilegia la seguridad nacional sobre la privacidad para crear un sistema de
600 millones de cámaras y dispositivos, que lo mismo identifique pasajeros
usando el transporte el público, que personas sin hogar pernoctando en las
plazas, o que verifique identificaciones.
Sobre el sistema de crédito, que
data del 2014, el gobierno sino busca dar un crédito personal a sus 1.4 mil
millones de ciudadanos basado en su comportamiento y grado de confianza, para
el 2020. Se anticipa que, de entrada, el
sistema impedirá que 11 millones de personas ya no puedan hacer uso de
aeropuertos y que otras 4 millones tengan prohibido el acceso al sistema de
trenes.
En síntesis, las políticas del
gobierno —que siguen la visión del presidente Xi de volver a China una
“ciber-superpotencia” en la que se pueda exportar la tecnología nacional y se
tenga una postura revisionista sobre la entrada de externos al mercado sino—
tienen como objetivo que el país del dragón domine la batalla por la IA para el
2030. ¿Lo conseguirán? Eric Schmidt,
quien en enero dejó el cargo de Director Ejecutivo de Alphabet, piensa que lo
lograrán para el 2025.
Las Claves para ganar la Carrera
de la Inteligencia Artificial
A partir de los antecedentes
anteriores, se pueden subrayar los aspectos clave para alcanzar la victoria en
la Carrera de la IA:
Coordinación de la Quíntuple
Hélice. Consiste en la alineación de objetivos y visión, aunada a la
repartición de trabajo y el establecimiento de sinergias entre gobierno, sector
privado, universidades, emprendedores e inversionistas. En este sentido, la
iniciativa del gobierno sino está mucho más articulada y coordinada que la
estadounidense.
Educación STEM. Se requiere
formar un significativo número de especialistas en las áreas STEM para
continuar con el desarrollo de IA. De acuerdo con el Foro Económico Mundial,
hasta 6% de los graduados chinos se concentran en esta área, por menos de 1% de
estadounidenses, lo que equivale a 4.67 millones de graduados por 0.57
millones, respectivamente para el año 2016.
Cantidad de datos. Los algoritmos
requieren datos para mejorar: mientras más datos, más poder y velocidad. Al
tiempo que EU es el país que más ha recolectado datos hoy en día, China está
incrementando exponencialmente sus capacidades, ya sea a través del Internet de
las Cosas, del aprendizaje automático o del número de usuarios de sus startups.
Por su número de teléfonos móviles y de usuarios de internet, China pronto
rebasará a EU en recolección de datos.
Tamaño de mercado. Por un lado,
no todos los usuarios valen igual y en este sentido, la industria
estadounidense es hasta tres veces más grande que la china. Sin embargo, el PIB
y el engagement de los usuarios en las apps también tendrán un peso importante,
y en ambas China llevará la ventaja.
Capacidad de Innovación e
Industrias Clave. Por un lado, las empresas de Silicon Valley han impreso su
huella en buena parte del mundo, con gran adopción. También tienen más empresas
“súper ricas” así como de seguridad nacional que las que tiene China
—incluyendo semiconductores, fabricación de chips, sistema financiero y
reconocimiento facial. De ahí que el país sino haya querido comprar empresas
como Qualcomm, Lattice Semiconductor, MoneyGram y la Chicago Stock Exchange, y
que EU haya bloqueado las operaciones. Aun así, sus capacidades de innovación
están creciendo rápidamente.
Inversión Privada. De acuerdo con
The Economist, “el presupuesto absoluto chino en tecnología es apenas 30% tan
grande como el estadounidense […] […] pero la brecha se reduce en las partes
más dinámicas de la industria. En e-commerce e internet, las empresas chinas
son colectivamente 53% más grandes que las de EU en función del valor de mercado.
Los unicornios chinos representan un 69% de valor de los unicornios
estadounidenses.”
Lenguaje. Por un lado, los EU
tienen a favor que su procesamiento de lenguaje natural es más avanzado dada la
proliferación internacional del inglés. Sin embargo, los chinos están usando su
idioma a su favor: están trabajando en inglés —que dominan al llegar a la
universidad— y tanto tomando decisiones como haciendo estrategia en chino,
idioma que la mayoría de los estadounidenses desdeñaría hablar.
En conclusión, como se ha visto
aquí, las implicaciones por la Carrera a la Inteligencia Artificial son
multidimensionales. Para ganarla, se requieren recursos, coordinación,
estrategia inteligente y buena implementación. En el pasado, la victoria moral
estadounidense en la carrera lunar derivó en innovaciones, estandarización
tecnológica e influencia geopolítica por varias décadas. Pero esta carrera
entre China y EU tendrá implicaciones más grandes, ya que moldeará buena parte
del desarrollo del siglo XXI y lo hará a través de la innovación más
transformadora y revolucionaria de la historia de la humanidad.
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