¿Tendremos un puesto de trabajo en el futuro?
FORBES- 31 de mayo de 2018
Es lógico que mucha gente vea con
enorme preocupación no ya sus puestos de trabajo sino los de sus hijos y es en
este punto, donde la preocupación puede generar aún mayor incertidumbre.
En el momento actual son muchas
las personas que sienten una verdadera inquietud acerca de cómo será el mercado
de trabajo del futuro y ello es debido al imparable avance de la robotización y
la digitalización de la sociedad. Los cambios en el mercado de trabajo en la
actualidad están siendo muy intensos, aunque todo el mundo es consciente que el
empleo en apenas unos lustros será muy diferente al existente. Lo cierto es que
en el mercado laboral del futuro muchos empleos considerados tradicionales desaparecerán
y otros muchos, que a día de hoy nos parecen inimaginables, emergerán con
fuerza. Sin embargo, si hay un punto en el que casi todo el mundo está de
acuerdo es el hecho de que todos los cambios tecnológicos que estamos
atravesando conducirán al logro de mayores cotas de eficiencia y, en
consecuencia, la productividad en el trabajo aumentará de forma notable.
Nuevos inventos como la impresora
3D o el coche autónomo, sin ir más lejos, propiciarán la desaparición de miles
de empleos a escala planetaria. Las posibilidades que ofrece, por ejemplo, la
impresora 3D son inmensas y van desde la construcción de edificaciones a la
elaboración de objetos o incluso a día de hoy ya han sido capaces de
introducirse en el mundo de la cocina mediante la preparación de pizzas. En
relación al coche autónomo podíamos decir algo similar. En cuanto la puesta en
funcionamiento del coche autónomo se haga de forma masiva en el transporte de
pasajeros o mercancías, ello supondrá la expulsión de millones de empleados de
sus puestos de trabajo.
Por el lado de la digitalización
también se va a producir la eliminación de millones de puestos de trabajo y un
ejemplo de esto son los asistentes virtuales que ya están comenzando a operar
en el mundo bancario. Así, por ejemplo, el banco español Evobanco ha cerrado
todas sus oficinas bancarias físicas y ello ha supuesto una importante
reducción en los puestos de trabajo que proporcionaba la entidad. Las labores
de asesoramiento financiero que prestaban dichos empleados despedidos han sido
trasladas a asistentes virtuales con voz. Dichos gestores virtuales que operan
a través de algoritmos proporcionan a los clientes propuestas de inversión que
no vienen determinadas por elementos subjetivos sino por una serie de
algoritmos que determinan cual es el producto financiero a ofertar en función
del perfil inversor del cliente. Los costes de este asesoramiento son muy
inferiores a los de los gestores físicos y, por tanto, las entidades
financieras podrán ofrecer a sus clientes productos bancarios con menores
comisiones y más trasparentes.
Por todo lo anterior es lógico
que mucha gente vea con enorme preocupación no ya sus puestos de trabajo sino
los de sus hijos y es en este punto, donde la preocupación puede generar aún
mayor incertidumbre. Las preguntas que nos podemos plantear en relación a esto
se pueden resumir en dos: ¿Cómo vamos a preparar a nuestros hijos para los
nuevos puestos de trabajo del futuro si a día de hoy muchos de ellos son
inimaginables?, ¿Habrá puestos de trabajo suficientes tras la desaparición de
tantos millones de puestos de trabajo tradicionales a consecuencia de la cuarta
revolución industrial en la que estamos inmensos?
A pesar de todo lo anterior, es
preciso destacar dos elementos que pueden contribuir a calmar la gran
incertidumbre que proporciona el incierto futuro laboral. En primer lugar, la
actual no es la primera revolución industrial a la que nos enfrentamos, ya han
existido otras, y el balance ha sido muy positivo en términos de crecimiento económico,
empleo y bienestar social. Las revoluciones industriales han llevado en estos
últimos 250 años a las sociedades avanzadas de ser sociedades completamente
rurales y agrarias a ser sociedades post-industriales modernas. Además estas
sociedades han visto como la población y la renta per cápita han crecido
notablemente y, sin embargo, sus tasas de desempleo no se han disparado.
En segundo lugar hay que tener en
cuenta que se ha enfatizado excesivamente en la enorme destrucción de puestos
de trabajo que las nuevas invenciones van a acarrear y en este sentido son
muchos los estudios que se han llevado a cabo. Sin embargo, se han realizado
pocos en relación a los puestos de trabajo nuevos que esta cuarta revolución
industrial va a propiciar y de cómo estos cambios van a impulsar la riqueza per
cápita al igual que ha sucedido en anteriores revoluciones industriales. Si
bien es preciso señalar que es muy difícil realizar conjeturas acerca de cómo
serán los cambios tecnológicos futuros y los nuevos puestos de trabajo que
estos mismos traerán consigo. Así, hace 50 años era muy difícil de imaginar que
un fenómeno como internet se pusiera en marcha y, sin embargo, a día de hoy son millones los empleos que la
red genera a nivel mundial y se espera que sean muchos más en los próximos
decenios.
Del mismo modo ¿Quién nos puede
asegurar a día de hoy que la industria aeroespacial no genere millones de
puestos de trabajo en unos pocos lustros al igual que los generó internet? Si
seguimos con esta conjetura podríamos seguir preguntándonos ¿Será ser piloto de
nave espacial una profesión del futuro? Si es así, ¿Cómo nos preparamos para
ser piloto de nave espacial? Esto nos puede parecer a día de hoy muy futurista
pero también es futurista la minería espacial y ya hay empresas que se dedican
a ello aunque sea sólo en fase de catalogación de asteroides. En definitiva,
moverse en el mundo de las conjeturas tecnológicas y sus posibles efectos es
muy complejo y osado por parte de cualquier investigador riguroso.
Llegados a este punto, y
basándonos en la experiencia de pasadas revoluciones industriales, podemos
diferenciar dos horizontes temporales en lo que al mercado laboral se refiere:
Un horizonte de corto plazo en el
que muchos trabajadores verán perder sus puestos de trabajo. A pesar de que en
este tiempo se creen nuevos puestos de trabajo que crean, desarrollan y dan
mantenimiento a las nuevas tecnologías, lo cierto es que en esta primera etapa
el balance de empleo puede ser desfavorable.
En el largo plazo la mejora de la
productividad y la bajada de costes propiciarán la demanda de nuevos productos
y servicios lo que generará unos mayores niveles de empleo globales.
Para evitar que el horizonte a
corto plazo sea negativo o de larga duración se hace imprescindible incidir en
el modelo educativo. Una educación que debe ser diferente a la que ha venido
siendo tradicional y que se debe enfocar de forma decidida en el mundo digital.
Además cada uno de nosotros debemos concienciarnos que la etapa formativa no se
circunscribe exclusivamente a un periodo de tiempo en nuestra vida, sino que
por el contrario, debe abarcar toda la vida laboral y que dicha formación debe
producirse en el seno de las empresas y en las instituciones académicas.
En definitiva, podemos concluir
que la cuarta revolución industrial será muy positiva para nuestra sociedad en
términos de confort y bienestar a largo plazo pero al mismo tiempo tenemos que
ser conscientes que la oferta de empleo futuro requerirá que los demandantes de
empleo presenten niveles formativos elevados y muy enfocados en la tecnología y
en el entorno digital. La actual
revolución industrial eliminará gran parte de los empleos que requieren una
baja cualificación pero al mismo tiempo creará otros muchos que demandarán
conocimientos avanzados en materias como la informática o la robótica. Por esta
razón debemos enfocar nuestra formación y la de nuestros hijos hacia esas
materias pero sin descuidar la formación humanística y social que aunque pueda
parecer extraño se torna hoy en día más importante que nunca. La razón de
otorgarle un gran peso a este tipo de enseñanza viene dado por la necesidad de
mejorar “la capacidad de juicio” de los trabajadores ya que deberán interpretar
y dar sentido al procesamiento del enorme caudal de datos que las nuevas
tecnologías pondrán a su disposición.
No hay comentarios:
Publicar un comentario