Seis virtudes que te convierten en un mejor
líder
FORBES- 6 de jun. de 19
El trabajo interior nos permite desarrollar
virtudes que impactan positivamente la calidad de nuestro liderazgo. Conoce
seis de las virtudes que te llevarán a ser un mejor líder.
Por más de una década he trabajado con miles de
líderes alrededor del mundo y he observado que quienes trabajan en ser mejores
personas, desarrollan virtudes que impactan positivamente la efectividad de su
liderazgo.
He visto clientes que lograron inspirar a sus
equipos desde el amor, o que consiguieron comunicarse con asertividad, al
conectarse con la compasión y la autenticidad.
Trabajar en nuestro desarrollo personal y
cultivar nuestra conexión con la dimensión espiritual de la vida, nos lleva a
crecer como profesionales y a obtener mejores resultados.
Líderes famosos como Martin Luther King, la
Madre Teresa de Calcuta, Gandhi, Desmond Tutu, el Dalai Lama o Nelson Mandela,
personificaron virtudes que los convirtieron en grandes líderes y a través de
las cuales alcanzaron muchas de sus metas.
Un gran líder necesita desarrollar virtudes que
le permitan ser la mejor versión de sí mismo. Como dijo el Dalai Lama: “El
objetivo no es ser mejor que las otras personas, sino ser mejor que la versión
previa de ti mismo”.
Algunas
de estas virtudes son:
Servicio. La naturaleza del liderazgo es el
servicio. Un líder es aquel que ayuda a las personas a conectarse con su
potencial para que alcancen sus metas. El liderazgo es una consecuencia de
servir a los demás y producir un impacto positivo en sus entornos. Así es como
los líderes construyen relaciones de confianza, porque entienden que su trabajo
es ayudar a otros a llegar a la cima.
Compasión. La compasión no es sentir lástima.
Es ampliar la perspectiva y dejar el juicio a un lado, para comprender a otros
y realizar actos bondadosos que los ayuden a superar sus desafíos. Desde la
compasión el líder es capaz de mostrar empatía, comunicarse con asertividad y
hacer del conflicto y las equivocaciones una fuente de crecimiento para su
equipo.
Amor. En la medida en que el líder trata a las
personas con amor, genera confianza y se gana la lealtad y la colaboración de
su equipo. Cuando el líder ama lo que hace, no solo se automotiva, sino que
inspira a otros con su ejemplo, al realizar su trabajo con pasión y compromiso.
Paz mental. Cultivar la paz mental trae
claridad. A su vez, la claridad permite tomar decisiones desde una perspectiva
amplia y responder de manera efectiva ante las crisis, para producir los
resultados que se desean. La paz mental es la que le permite al líder manejar
sus emociones y comunicarse con asertividad en momentos de estrés, impactando
positivamente la motivación de su equipo.
Resiliencia. La resiliencia es la capacidad
para recuperarnos de la adversidad. Un líder continuamente está afrontando
dificultades y necesita ser capaz de ponerse de pie y seguir adelante. Un líder
que es capaz de asumir las dificultades como oportunidades para crecer, se hace
más fuerte y valiente, y puede acompañar a su equipo a llegar lejos y alcanzar
metas desafiantes.
El liderazgo no es posible sin confianza. Para
que un líder se gane la confianza de su equipo y lo inspire, debe ser
auténtico. No confiamos en las personas que andan con una máscara. La
autenticidad es el resultado de fortalecer la confianza en nosotros mismos,
solo así somos capaces de dejar brillar nuestra luz para que ilumine a otros.
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