En el centro de la transformación digital
exitosa
FORBES- 25 de jun. de 19
Una transformación digital exitosa es prioridad
de los líderes y permea a todos los departamentos con una visión y misión
común, convirtiéndose en una dinámica organizacional de cambio.
Alrededor del salón había cinco workshops, cada
uno con una oferta diferente. Tras veinte minutos de escuchar e interactuar,
una melodía con voz en off indicaba el momento en que los 200 asistentes debían
hacer una pausa, dejar su lugar y moverse para conocer una alternativa.
En nuestra pasada sesión AmCham Connect de
“speed dating”, los socios de la cámara no estaban buscando el amor, pero sí
respuestas y herramientas para comprender mejor un tema no menos complejo:
Marketing Digital.
Sin importar nuestra área de negocio ni el rol
que ocupemos dentro de la empresa, la estrategia -o salto- digital, se ha
vuelto parte importante de nuestras metas de negocio, con el objetivo de
insertar a la empresa en un entorno innovador que esté a la altura de las
demandas y oportunidades del mercado.
Sumarnos a la ola digital ya no es una opción o
una oportunidad para crecer más rápido, sino una necesidad frente al riesgo de
perder relevancia en un entorno que ya no responde a las fórmulas
tradicionales. “Uber, Google, Amazon, … son ejemplos de que hoy las grandes
empresas pueden ser creadas de forma rápida y crecer exponencialmente sabiendo
apalancar la tecnología existente. Hoy tener 100 años en el mercado no es
necesariamente una ventaja competitiva, a menos que sepas dar el salto digital,
en cuyo caso se convierten en 200 años de ventaja”, explicó José R. Montañéz,
Socio y Director de Transformación Digital de Social Me.
Más allá de esto, “la transformación digital se
traduce en mejorar continuamente la experiencia del cliente entendiendo sus
necesidades y resolviéndolas con agilidad, rapidez y eficiencia por medio de la
tecnología”, comenta Irma Wilde, vicepresidenta de Sustentabilidad del Comité
de Innovación de AmCham, quien lidera la estrategia digital en AT&T.
Marcar la ruta crítica
La vasta tecnología, segura y accesible para
todos, es hoy día un gran facilitador que permite que las buenas ideas triunfen
rápidamente, pudiendo exponenciar los negocios más allá de las fronteras.
Al marcar la ruta crítica hacia la
digitalización, las empresas se enfrentan a la “paradoja de la elección”, que
consiste en la dificultad para tomar una decisión correcta cuando existen
demasiadas opciones disponibles, pues la capacidad de gestión humana ante la
toma de decisión sobre múltiples opciones es limitada. (Iyengar y Lepper, 2000)
Frente a los recursos limitados (dinero,
¡tiempo! y curva de aprendizaje), es un verdadero reto definir la ruta crítica,
considerando dos factores:
Un escenario cambiante en el que el dinamismo y
la flexibilidad son factores decisivos.
No existe una fórmula, o “guía para el éxito”
en esta transición digital.
Como afirma la compañía de servicios en la nube
Box Inc., la tecnología no es por sí sola, necesariamente, el “gran disruptor”.
No basta con agregar software al producto, modelo de negocios o procesos, para
llamarlo digital. Se requiere una mirada periférica y talento humano para
definir una estrategia correcta, “ad hoc” a nuestro negocio, contexto y
objetivos.
La transformación exitosa
Los expertos insisten en que una transformación
digital exitosa es prioridad de los líderes y permea a todos los departamentos
con una visión y misión común, convirtiéndose en una dinámica organizacional de
cambio continuo. Asimismo, es deseable que exista un área que permita la
ejecución de la transformación digital siempre orquestada e impulsada por el
director general.
Es decir, si bien la digitalización implica
necesariamente tecnología, en el centro de la estrategia debe estar siempre la
gente:
Como cliente, siempre buscando atender y
solucionar sus necesidades diversas, con un valor agregado.
Como capital humano flexible, adaptable y
esencial para el éxito del negocio.
La transformación digital también representa
una gran oportunidad para los mercados emergentes ya que impulsa la
productividad y fortalece la eficiencia. De acuerdo al índice de transformación
digital (DX) de Dell Technologies, los países emergentes son los que tienen
mayor madurez digital: India, Brasil, Tailandia, México y Colombia lideran la
clasificación mundial.
De acuerdo con diversas firmas de consultoría
reconocidas a nivel global, se espera que las principales inversiones en
tecnología en los próximos tres años serán en:
Tecnología de Internet de las cosas
Ambientes de Multi cloud
Ciberseguridad
Enfoque centrado en el procesamiento
Sistemas cognitivos
Existen barreras que pueden frenar el éxito de
los procesos de transformación tales como la seguridad y privacidad de los
datos. Para hacer frente a esta situación habrá que plantear regulaciones que
protejan a los usuarios y no limiten enriquecer la experiencia de autoservicio
que los consumidores hoy buscan.
Considerando que no todos tenemos la misma
predisposición al cambio, es vital identificar dentro de la organización a
aquellos que pueden ser promotores del mismo. De acuerdo con Anderson Ramires,
Socio de Tecnología, Medios y Telecomunicaciones de PwC México, “en PwC
descubrimos una forma de hacerlo, de traer lo que llamamos aceleradores.
Personas de afuera que ayudan a impulsar esta transformación digital, traen un
‘Fresh air’, y miembros de la organización que ya tienen práctica con las
herramientas, que son creativos y tienen una facilidad innata para las
tecnologías. Estas personas son de todas las edades, y agilizan el proceso
contagiando al resto de la organización”.
Frente al reto de reconstruir la oferta y
procesos mucho más allá del factor tecnológico, es crucial entender los
motivadores del cliente y construir valores comunes. La empresa exitosa en el
entorno 4.0 lo es porque transforma las herramientas en soluciones, que
reportan un verdadero bienestar. Todos queremos ser parte de esta tendencia, y
apertura, dinamismo, flexibilidad y empatía, son y serán elementos valiosos en
este nuevo entorno de negocios.
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