Mapa para desmitificar la transformación digital
FORBES- 25 de jun. de
19
Es posible establecer
un mapa con siete factores clave que ayudarán a nuestro negocio a identificar y
aprovechar las oportunidades que surgen de la combinación de tecnología,
ciencia y negocios.
Aunque en todas las salas de juntas el término
de transformación digital es usado con frecuencia (principalmente para nombrar
cualquier plan basado en innovaciones que busca generar nuevas oportunidades de
negocio), lo cierto es que las empresas tienen distintos ritmos de respuesta y
adaptación a ella.
Pero, ¿qué debemos entender entonces por
transformación digital en los sectores empresariales? Aunque solemos utilizar
este concepto para referirnos a la utilización de tecnologías digitales
emergentes capaces de reinventar un negocio, no debemos detenernos únicamente
en aquellos procesos disruptivos que generan nuevas y atractivas oportunidades
de comercialización, como los ejemplos bien documentados de Netflix o Amazon.
En otras palabras, debemos aprender a
considerar la transformación digital como lo que verdaderamente es: el proceso
que adopta una empresa con el objetivo no solo de llevar productos y servicios
al mercado de manera más rápida y eficiente, sino de preparase para afrontar el
futuro.
Con ello en mente, de acuerdo con nuestro
estudio Tech Trends 2019 es posible establecer un mapa con siete factores clave
que ayudarán a nuestro negocio a identificar y aprovechar las oportunidades que
surgen de la combinación de tecnología, ciencia y negocios
Conectividad. Gracias a la tecnología,
prácticamente las limitaciones físicas para hacer negocios han dejado de
existir. Piense en todos los modelos de colaboración y competencia que su
empresa puede crear al combinar a los actores ya establecidos y emergentes que
interactúan con ella.
Experiencias innovadoras. Una correcta
estrategia de transformación digital debe adoptar un enfoque centrado en el ser
humano para diseñar y reinventar experiencias en todas las partes interesadas
de su empresa: desde empleados y clientes hasta socios comerciales.
Ciberseguridad. La estrategia adecuada debe
abarcar la protección de la propiedad intelectual potencialmente valiosa y la
información de clientes y empleados, así como mecanismos de vigilancia para
detectar amenazas y desplegar respuestas adecuadas en caso de incidentes.
Riesgo. Aspectos tales como regulaciones y
normativas externas a la empresa no deben pasarse por alto. Por ello, no olvide
incluir respuestas estratégicas no solo ante riesgos operativos y financieros,
sino también con base en la estabilidad geopolítica y las fuerzas
macroeconómicas.
Inteligencia de datos en tiempo real. Los datos
son el activo más valioso para cualquier organización moderna. Las empresas
capaces de analizar fuentes y flujos de datos en tiempo real, y difundir
información crítica dentro y fuera de sus límites, siempre tendrán una ventaja
competitiva.
Automatización. Debe evaluar qué trabajos y
habilidades realizadas por humanos o máquinas necesitará en sus operaciones
transformadas digitalmente, y determinar si hay formas alternativas de lograr
los resultados deseados.
Tecnologías de cambio. Se recomienda eliminar
las divisiones entre las diferentes áreas de tecnología empresarial (de
información, operativa y de productos), y que juntas conformen una tecnología
de cambio que sirva como la red troncal digital de su organización.
La clave está en establecer una infraestructura
digital lo suficientemente noble como para que pueda ser escalada con miras al
futuro. En un mundo de incógnitas aparentemente infinitas, es posible centrar
la atención en los catalizadores antes descritos para ayudarlo a configurar sus
objetivos, enfocar sus inversiones y trazar un camino para el mañana.
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