La IA en la
Industria 4.0: del mito a la realidad
FORBES- 4 de jun. de 19
La realidad de esta tecnología es menos
glamurosa que todo lo que se dice de ella, pero ciertamente tiene la capacidad
de transformar el mundo tal como lo conocemos.
Cuando
escuchamos el concepto de Inteligencia Artificial es común que lo asociemos a
eventos apocalípticos (gracias, Hollywood): máquinas dominando el mundo y
buscando destruir a los humanos. Esta percepción ha sido producto de la ciencia
ficción, pero hay personajes influyentes en el tema —Stephen Hawking, Elon
Musk— que han cuestionado esta tecnología. Algunas de esas teorías insisten en
que, llegado el momento, una súper Inteligencia Artificial nos desplazará de
nuestros trabajos y estaremos desamparados. Esa es la parte desconocida de la
inteligencia artificial, la especulativa, la que vende libros y lleva
producciones a la pantalla grande.
Lejos de eso,
prefiero ser la persona realista que aborde la parte que sí conocemos, la que
tiene menos glamur: se trata de una tecnología que suele expresarse a través de
un software basado en algoritmos matemáticos y que puede ejecutarse en
cualquier hardware (teléfonos inteligentes, cámaras, maquinaria industrial,
etcétera). Si lo vemos de una manera fría, se trata en un 90% de matemáticas y
en un 10% de tecnología.
De todo lo
que se dice, he visto algo que me parece cierto: tiene el potencial de transformar
el mundo de los negocios y la vida de las personas. Según la Encuesta Anual
Global 2019, que realiza PwC a 1,378 tomadores de decisiones en 90 países, 63%
de los ejecutivos cree que el impacto de la Inteligencia Artificial será mayor
que el del internet.
Quizá estés
esperando el momento de ver robots-humanos trabajando codo a codo contigo, pero
lamento decirte que ya convives con ella en modos que ni siquiera habías
imaginado, pero las cuales forman parte de tu vida cotidiana. Facebook,
Netflix, Google, Uber, entre muchas otras, son sólo algunas apps que usan
algoritmos de inteligencia artificial para predecir las preferencias de sus
usuarios y lanzar nuevos modelos de negocio.
Lo que quiero
decirte es que las empresas que basen su modelo de negocio en datos serán las
que tendrán mayor éxito.
El futuro es
ahora
¿México tiene
oportunidad en este escenario? Más que nunca. Hablamos de la oportunidad ideal
para transformar su modelo competitivo, que históricamente se ha basado en una
mano de obra barata y la cercanía geográfica con Estados Unidos.
El sector
industrial es su mejor representante y es, también, el lugar ideal para
cambiarlo a través de las tecnologías que engloba la Cuarta Revolución
Industrial.
Hemos visto
ejemplos de empresas globales que se autodenominan como “industriales
digitales”, y es porque han visto el poder de los datos.
En la
industria, las empresas deben aprender a transitar por varias capas
tecnológicas y agregar valor en cada una de ellas. Desde la visualización y
extracción de información en tiempo real con equipos habilitados por el
Internet de las Cosas, para luego buscar qué hacer con esa información. Y aquí
es donde reside el poder de la Inteligencia Artificial, porque se trata de una
tecnología que basa su ejecución en enormes cantidades de información, de la
que luego aprende para predecir eventos futuros. De manera más práctica, a ella
le debemos casos de uso que van desde el mantenimiento predictivo, optimización
de la producción, gestión inteligente de inventarios y consumo energético
hasta, incluso, planeación de la demanda y optimización de toda la cadena de
suministro.
En suma, un
algoritmo de Inteligencia Artificial sabe ‘lo qué pasó y cómo pasó’, y aprende
a predecir ‘lo que sucederá’. Sin trucos ni magia, sólo con información, datos
y hechos previamente registrados. Tal como lo hacen Waze o Google Maps al
ayudarte a tomar la mejor ruta para llegar a tu casa.
Como verás,
la realidad de la IA es menos glamurosa que todo lo que se dice de ella, pero,
créeme, tiene el potencial de transformar todo lo que conocemos.
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