4 hábitos básicos de un deudor inteligente
FORBES 14 de noviembre de 2017
Un deudor inteligente no sólo es
responsable a la hora de pagar su crédito, sino antes de obtenerlo. Leer,
preguntar, comparar y monitorear son hábitos básicos.
Voy a empezar con una frase que
me parece genial y pertinente en estos tiempos: “Cuanto más corrupto es el
Estado, más leyes tiene” (Tácito).
Si la trasladamos a servicios
financieros para personas, sería más o menos así: cuanto más extenso sea un
contrato, más atención debes ponerle.
Aún más cuando sea un contrato de
tarjetas de crédito o préstamos.
En México hay leyes para que los
bancos sean transparentes con sus usuarios respecto al costo de los servicios
que ofrecen, y existe una comisión que verifica que las instituciones
financieras cumplan con esas obligaciones (la Condusef).
Sin embargo, si bien la
información está a nuestro alcance (en sitios web, folletos, etc.), como
usuarios no estamos ni siquiera dispuestos a leerla, mucho menos a estudiarla
para usarla a nuestro favor.
Y no culpo a nadie por no querer
meterse de lleno en ese asunto; en general, la cultura financiera en México es
poca y es un tema que, ante nuestra urgencia por conseguir el dinero, parece un
obstáculo.
Pero si queremos mejores
servicios financieros, tenemos que convertirnos en deudores inteligentes, y eso
se logra con cuatro acciones muy básicas:
Leer. Desde contratos hasta
avisos de privacidad, nuestra responsabilidad como consumidores es informarnos.
Leer de principio a fin tus contratos no solo te ayudará a darte cuenta de los
compromisos que adquirirás, sino de los beneficios a los cuales tendrás acceso.
Ante la duda, preguntar. Pedir
que un vendedor o asesor resuelva tus dudas no tiene nada de malo y es un buen
ejercicio para saber si hay gato encerrado. Si no te lo pueden explicar de una
manera clara y sencilla, quizá debas reconsiderar el servicio que estás
contratando.
Comparar. Aquí entra la parte de
“estudiar”. Afortunadamente en internet hay muchos recursos que te hacen la
mitad del trabajo, desde herramientas comparativas hasta artículos de expertos.
Haz una búsqueda sencilla en Google y te sorprenderás de la cantidad de
información relacionada con el producto o servicio que te interesa.
Monitorear. Antes de aceptar otro
crédito o de solicitar uno por primera vez, lo más recomendable es monitorear
el estatus de tu historial crediticio, en especial si no tienes claro si ya
apareces en los registros o no. Además, puedes ser blanco de un robo de
identidad o tener un mal score por algún error o mala práctica de alguna
compañía.
El Buró de Crédito en México te
da cada año un reporte gratis; pídelo en línea o por teléfono. Primero, revisa
si estás al día con todas tus obligaciones de pago, y segundo, que no haya
créditos que tú no pediste, servicios que no contrataste e incluso direcciones
que no son tuyas.
El deudor inteligente no solo se
comporta de manera responsable una vez que le dan el crédito, sino antes de
firmar para obtenerlo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario