Las grandes empresas no saben de disrupción:
David Roberts
FORBES- 4 de noviembre de 2017
¿Cuál es la principal diferencia
entre un emprendimiento y una gran empresa? El ex VP de Singularity University
tiene una idea clara, y lo comparte en entrevista exclusiva con Forbes.
En la actualidad la idea de
“innovación disruptiva” es uno de los más usados en el mundo de los negocios,
pero para David Roberts, emprendedor serial y ex vicepresidente de Singularity
University, son de hecho dos conceptos distintos: “innovar significa crear algo
o mejorar algo existente, mientras que disrupción hace referencia a la creación
de algo que deja obsoleto a su predecesor”.
Esa distinción es relevante en una
época en la que todos parecen hablar de la transformación digital y cómo la
tecnología puede ayudar a los negocios a crecer de forma exponencial. “Las
grandes empresas son muy buenas innovando, pero malas en la disrupción”, dice
Roberts, mientas señala que en el caso de las startups ocurre precisamente lo
inverso.
Roberts es considerado uno de los
principales expertos mundiales en innovación, un músculo que ha ejercitado con
la creación de varios emprendimientos, los cuales han contado con la inversión
de fondos como Kleiner Perkins, Vinod Khosla, Cisco, Oracle, Accenture,
In-Q-Tel —el brazo de inversión de la CIA— entre otros.
El próximo martes 7 de noviembre,
Roberts se sumará a otros expertos en tecnología y negocios para hablar sobre
cómo los negocios de todos los tamaños pueden crecer exponencialmente
apalancándose con tecnologías del Siglo XXI, durante su participación de Game
Changers, un evento organizado por Forbes y The Edge Group, e impulsado por
Huawei.
Para conocer más sobre la visión
de David, Forbes platicó con él sobre algunos de los temas que servirán de eje
para Game Changers, y aquí reproducimos una versión de la entrevista, editada
para fines de claridad y economía del espacio:
Lee también: Game Changers, aquí
se discutirá el futuro de los negocios
Todos hablan de “innovación
disruptiva”, pero ¿qué es en realidad?
La disrupción digital es sólo una
de seis diferentes tipos de disrupción y no creo que sea la más significativa.
La definición de Clayton Christensen [el profesor de la Harvard Business School
que acuñó el término] de innovación disruptiva es la única que hemos conocido
en los últimos 20 años, pero creo que en los últimos 5 hemos conocido al menos
otras cinco.
La disrupción de gama alta es una
de ellas, la que hemos visto con Tesla o Starbucks, donde alguien entra en el
mercado con un producto superior que dificulta a los demás competir.
Lo que vemos es un nuevo esquema
de entendimientos que rodean la disrupción, no lo teníamos ante y eso significa
que países, negocios y gobiernos empiezan a ser disruptivos a un ritmo que es
distinto al que hemos visto en los últimos 20 años.
En el mundo del emprendimiento se
habla de replicar a Silicon Valley, ¿es posible?
Creo que es intentarlo es
desafiante y es diferente. No quiero decir que el emprendimiento no sea posible
en otros lados, está empezando a florecer de una manera que no hemos visto en
las últimas dos décadas. En este tiempo hemos visto crecer grandes empresas
surgidas del Valle, pero creo que empezaremos a verlo por todos lados. Una
razón importante de ello es la democratización de las herramientas que las
startups necesitan para tener éxito, antes eran negocios locales. El ecosistema
de Silicon Valley era difícil de reproducir porque hasta hace unos cuantos años
se requería interacción cara a cara, lo cual ya no es necesariamente cierto.
Por otra parte, hay limitantes.
Si piensas sobre si Hollywood puede reproducirse en otra parte del mundo, la
respuesta es sí, pero no en la misma escala, eso mismo ocurre en otras partes
del mundo.
¿La tecnología amplía la brecha
entre países desarrollados y aquellos en desarrollo?
Sí y no.
No porque la tecnología en sí
misma se está acelerando, y el ritmo de la aceleración es más dinámico. Es como
una gran pendiente, en la que, al llegar a la bajada, la distancia entre los
autos se hace más amplia. Los líderes en el ámbito tecnológico se afianzan en
su posición.
Sí porque libera a quienes van
detrás de ellos de la obligación de seguir la misma curva que los demás, y de
hecho puedan saltarlos.
América Latina es un ejemplo de
ello, en buena parte de las regiones menos desarrolladas ya no hace falta tener
una instalación de telefonía fija, fue gracias a su lenta adopción de la
telefonía fija que pudieron superarlo cuando llegó la telefonía móvil.
Las carreteras son otro ejemplo,
mucha gente no tiene idea de lo costosas que son, y hoy estamos a punto de
tener autos voladores, y por ello me refiero a drones de pasajeros, que son de
los vehículos más seguros que hemos conocido, y que eliminarían la necesidad de
carreteras.
Tecnologías como esas quizá no
les permitiría tomar la delantera, pero si adelantarse y mejorar su posición.
¿Cuál es la principal diferencia
entre empresas y emprendimientos?
Es muy importante entender que
estamos usando los términos “innovación disruptiva” y creo firmemente que la
disrupción y la innovación son dos cosas muy distintas.
Innovar significa mejorar cosas
que ya existen o crear cosas nuevas y las empresas grandes son muy buenas en
eso porque tienen departamentos de I+D y Marketing que escuchan a sus clientes.
Son buenas porque compiten y continúan mejorando sus productos.
La disrupción es cuando creas
algo nuevo que hace obsoleto lo que ya existía. A las grandes empresas se les
dificulta mucho esto, son terribles haciéndolo porque cuando empiezan a hacer
algo nuevo dentro de la compañía reemplazan algo que ya existía dentro de la
empresa.
El problema no es tan agudo con
las startups, pero sí con las grandes empresas.
Las grandes empresas tienen que
reconocer, para empezar, que el negocio en el que están hoy no necesariamente
será el mismo en el que estén dentro de 5 o 10 años, eso es algo difícil porque
la mayoría de las empresas se imaginan reproduciendo su mismo negocio y crean
barreras que los mantienen en esos mismos negocios. Y a través de la innovación
es posible que crezcan 10 o 15% anual, pero si quieren ser 10 veces más grandes
en 5 años no pueden repetir lo que han hecho hasta ahora.
Es necesario revolucionar tu
propio negocio, Apple lo ha hecho al menos cuatro veces, con el iPad, el iPod y
el iPhone. Es un proceso difícil que no recomiendo para grandes empresas a
menos que hayan aprendido cómo ser disruptivos con otras cosas.
Taser es un gran ejemplo. La
empresa valía alrededor de 100 millones de dólares y estaba en un negocio
relativamente tradicional, fabricaba pistolas aturdidoras. Un día decidieron
enviar a un par de personas a la Singularity University. Más tarde pensaron en
vender cámaras, pero hacerlo especialmente a la policía, un cliente que
conocían y comprendían, pero el verdadero negocio no era la venta de las
cámaras, sino del servicio mensual de descarga de videos el que resultó en un
éxito. Hoy la empresa vale más de 1,000 millones de dólares. Creo que todas las
empresas deberían aspirar a ser un poco como Taser: usar la experiencia que
tienen haciendo las cosas que hacen, usarlo para apalancarse y convertirse en
algo distinto que sea un negocio digno del Siglo XXI.
La transformación digital es otro
de los temas que acaparan la conversación de los negocios, ¿cómo pueden
emprendimientos y empresas afrontarla?
Hay dos etapas de la
transformación digital:
Digitización. Aquí empiezas a
convertir tu negocio en información.
Digitalización. Es mucho más
importante, una vez que tienes esa información, ¿cómo genero nuevos modelos de
negocio?
La primera da herramientas, pero
la segunda genera condiciones para crecer exponencialmente y debes ser capaz de
hacer ambas.
Mientras que la primera es una
etapa técnica, la segunda está más enfocada en los negocios y en los seres
humanos. La primera plantea la pregunta, ¿Cómo creo una máquina gigante?,
mientras que la segunda cuestiona, ¿cómo puedo llenar de gente esa máquina para
hacer que funcione mejor?
Google y Facebook son máquinas
automatizadas, mientras que Tesla —que no creo que esté en el mercado de la
manufactura—, diseña autos en computadoras y contrata robots para fabricarlos.
El diseño computacional y la robótica son tecnologías exponenciales así que
están en un negocio exponencial, yo creo que empresas como Tesla están
subvaluadas porque la gente no entiende eso.
¿Qué pueden esperar los
asistentes a Game Changers sobre tu presentación?
En mi presentación hablaré sobre
tres cosas:
Las ideas que tenemos sobre
innovación disruptiva no son incorrectas, sólo están incompletas.
Disrupción e innovación son cosas
distintas, y lo que pueden hacer las empresas para mejorar sus procesos.
Hablaremos sobre liderazgo
exponencial, desafíos globales y liderazgo. Dado que el mundo cambia tan
rápido, las áreas más riesgosas de una empresa ya no tienen a un responsable de
ellas. Por ejemplo, uno de los principales peligros para una empresa en el
Siglo XXI es que sea disrumpida, y aun así no hay un Director de Disrupción,
como sí tienen uno de Ventas, o Marketing o Producción, porque ésas solían ser
áreas de riesgo. Si vemos esos temas a escala mucho mayor, encontraremos
problemas como los del agua o la contaminación, tampoco tienen a un
responsable, por eso fallamos en solucionarlos. Por eso necesitamos un
liderazgo exponencial.
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