Cultura, el fragmento clave en
las organizaciones
FORBES- 25 de mayo de 2019
Un verdadero cambio no puede ser
superficial. Las empresas deben desarrollar una poderosa inmunidad contra el
impacto económico y preservar la reputación para el futuro.
Para toda organización,
socializar con sus empleados su cultura corporativa es la salsa secreta para
garantizar un verdadero cambio al interior de la compañía. En esa medida, ¿cómo
podríamos transformar a una empresa de adentro hacia afuera? La cultura
corporativa es el ADN de una empresa. Así como la genética influye en quienes
somos, la cultura determina cómo se ve una organización, cómo se comporta y qué
tan saludable es.
¿Están los empleados
predispuestos a comportarse éticamente o simplemente cumplen con las
regulaciones cuando un gerente les está respirando en la nuca? Un verdadero cambio
no puede ser superficial. Las empresas deben desarrollar una poderosa inmunidad
contra el impacto económico y preservar la reputación para el futuro. A
continuación, les presento cinco ideas que le ayudarán a convertir a su
organización y llegar a la raíz del cambio, mientras implementa la cultura
necesaria para lograr el éxito y prever una crisis que pueda presentarse.
El tono arranca desde arriba.
Para que los empleados tomen en serio el cambio, necesitan escucharlo y verlo
desde los niveles más altos de la organización. Dar ejemplo es la clave para
incitar el comportamiento deseado, especialmente cuando se trata de altos
estándares éticos. Esto es crucial para que los valores penetren a los
empleados en todos los frentes de trabajo.
Para lograrlo se necesitan dos.
Piense en las comunicaciones como una calle en doble sentido. Sus habilidades
de escucha marcarán la diferencia al abordar las preocupaciones que puedan
surgir. Asegúrese de seleccionar un marco de comunicaciones que facilite el flujo
de información para todos los cargos de la organización. Los millennials son
una gran fuente de información, especialmente cuando hay una desconexión entre
los valores y el comportamiento. Como ejemplo, podría organizar almuerzos con
grupos pequeños o, simplemente, salga a tomarse un café con un empleado para
entender sus necesidades, retos y obstáculos a los que se ve expuesto.
Encuentre un lugar donde pueda generar confianza y explorar las
inconsistencias.
El dinero sí importa. ¿Cuál es su
estructura de compensación? Piense en cómo eso influye en sus prioridades
comerciales y en los riesgos que asume. En la misma línea, los incentivos deben
alinearse en la medida en que se vaya ajustando el código genético de su
empresa. Asegúrese de que la cultura también se vea reflejada en los paquetes
de compensación de sus empleados. ¿Son recompensados por asumir riesgos o
quizás por cumplir o superar los requisitos de cumplimiento?
La consistencia es clave. Los
estándares inconsistentes pueden poner a una empresa en riesgo. Dependiendo del
país, los empleados pueden tener diferentes normas culturales. Lo que es
aceptable en Estados Unidos puede no ser aprobado en Latinoamérica. Si bien los
mismos estándares no se adoptarán de la noche a la mañana, los líderes deben
pensar detenidamente en crear pautas sin desestimar a un equipo o cambiar el
ADN de su empresa.
El mensaje siempre escala por
repetición. El cambio cultural no lo logra una empresa de la noche a la mañana.
Requiere de un refuerzo continuo y de reforzar los mensajes y comportamientos
de la organización. La cultura no implica imponer y olvidar, y debe
configurarse a través de la comunicación periódica. Por ejemplo, las sesiones
de capacitación, de retroalimentación por parte de los gerentes y los programas
de reconocimiento son los puntos de partida para asegurarse de que el ADN de
una empresa se modifique para siempre.
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