La biodiversidad se halla al
borde de la extinción
FORBES- 11 de mayo de 2019
Las conclusiones del reporte
IPBES indican que las metas de la agenda para el desarrollo sostenible 2030 no
se cumplirán lo que implica efectos sociales y económicos devastadores.
La Plataforma Intergubernamental
de Ciencia y Política sobre Biodiversidad y Servicios de los Ecosistemas
(IPBES) acaba de publicar el reporte más reciente sobre biodiversidad, cambio
climático y sustentabilidad.
Los escenarios son terribles y
desalentadores; prácticamente, en los últimos 100 años, el ser humano ha
causado más daño al planeta que lo acumulado en 10 millones de años sin nuestra
presencia.
Recopilado por 145 expertos de 50
países en los últimos tres años, con aportes de otros 310 investigadores y
basado en la revisión sistemática de alrededor de 15,000 fuentes científicas y
gubernamentales, el Informe evalúa los cambios en las últimas 5 décadas,
proporcionando un panorama completo de la relación entre las vías de desarrollo
económico y su impacto en la naturaleza. También ofrece una gama de posibles
escenarios para las próximas décadas.
El reporte sentencia: la salud de
los ecosistemas de los que nosotros y todas las demás especies dependemos se está
deteriorando más rápidamente que nunca. Estamos erosionando los cimientos de
nuestras economías, medios de vida, seguridad alimentaria, salud y calidad de
vida en todo el mundo.
Las cifras son impresionantes: el
75% de la superficie terrestre y el 66% de las aguas marinas ha sido afectados
por la actividad económica; 80% del agua dulce disponible en la tierra se
destina a la industria o a la agricultura. 40% de la población mundial no tiene
acceso a agua potable limpia y segura.
La contaminación plástica se ha
multiplicado por diez desde 1980. 90% de las aguas residuales se vierte al
medio ambiente sin tratamiento. 300-400 millones de toneladas de metales
pesados, solventes, lodos tóxicos y otros desechos de instalaciones
industriales se descargan anualmente en las aguas del mundo y los fertilizantes
que ingresan a los ecosistemas costeros han producido más de 400 «zonas
muertas» oceánicas.
Cada dato del reporte hunde las
expectativas de vida de las generaciones futuras (si es que logran subsistir) y
es una evidencia de la falta de conciencia, malos gobiernos, degradación y
corrupción creciente que arrasa con todos los recursos existentes.
Por ejemplo, 1 millón de especies
animales se extinguirá antes del 2030. Ya desde el 2015, el 33% de las especies
marinas se estaban capturando a niveles insostenibles y un 60% estaba al máximo
de explotación.
Condenados a la extinción por
dolo, indiferencia y sobreexplotación se encuentran el 60% de las especies
terrestres con hábitat insuficiente para la supervivencia; 40% de los anfibios
en peligro de extinción. Casi el 33% de los corales, tiburones y mamíferos
marinos. 25% de los vertebrados, invertebrados y plantas terrestres, de agua
dulce y marina, así como el 10% de los insectos.
Aunque el Informe presenta una
lista de posibles acciones y vías para apoyar la sostenibilidad; se estima que
las tendencias negativas continuarán hasta 2050, con importantes diferencias
entre regiones, lo que provocará escenarios de flujos migratorios y violencia
política.
En Agricultura, los expertos
recomiendan la promoción de buenas prácticas agrícolas y agroecológicas;
planificación sustentable para la seguridad alimentaria, mantenimiento de
especies y funciones ecológicas, así como una participación más activa de los
productores, el sector público, la sociedad civil y los consumidores.
Es urgente la administración
eficiente y transparente de las cuencas hidrográficas; conservación de la
diversidad de genes, variedades, razas y especies; la mejora de las cadenas de
suministro y la reducción en el desperdicio de alimentos.
Para los mares, es urgente la
gestión integral de la pesca; la ordenación del territorio; cuotas efectivas;
áreas marinas protegidas; reducir la contaminación y acabar con la pesca
furtiva. En las aguas territoriales una mejor integración de la gestión de los
recursos hídricos; reducir la erosión del suelo; aumentar el almacenamiento de
agua; y, promover inversiones en proyectos hídricos con criterios claros de
sostenibilidad.
En áreas urbanas, el Informe
destaca, entre otras cosas: la promoción de soluciones basadas en la
naturaleza; aumentar el acceso a los servicios y un entorno urbano saludable
para las comunidades de bajos ingresos; mejora del acceso a espacios verdes; es
imperativo reducir la explosión demográfica y la sobrepoblación.
La población joven tiene el enorme
reto de cambiar el rumbo y reflexionar en las tremendas tareas que tiene ante
sí. El apocalipsis no vendrá de un juico sobrenatural o cósmico, simplemente de
lo que cada uno hace todos los días para mejorar o empeorar la vida en el
planeta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario