La
multidimensional guerra durante el siglo XXI
FORBES- 15 de may. de 19
En lo económico y empresarial tenemos una
guerra por territorios de otras naciones para ampliar mercados para las ventas
y una exploración de otros para suplirse de insumos menos costosos.
Los lectores que nunca han estudiado el clásico
libro El Arte de la Guerra, de SunTzu, aún vigente después de dos milenios y
medio, deberían leerlo para entender mejor el mundo en que vivimos y las
guerras no convencionales que ocurren frente a nuestros ojos, sin darnos
cuenta. A quienes lo han estudiado les recomiendo extraer las enseñanzas de
SunTzu, para hacerse más sabios y ricos durante esta guerra multidimensional y
sólo visible para los más iluminados.
Experimentamos tiempos de una revolución
tecnológica jamás vista. La velocidad y la aceleración de los cambios de esas
tecnologías exponenciales causan grandes disrupciones (o rupturas) en el tejido
social de muchas naciones, por cuyos huecos están emergiendo por vía de los
millennials, los inmigrantes digitales y los nativos digitales, nuevas formas
sociales. Estas, a su vez, rompen el orden económico/empresarial, obligándolos
a adaptarse a los cambios sociales o quebrar por no hacerlo.
Pero el cambio más dramático y traumático es el
que fragmenta al viejo orden político internacional, obligando a las clases
políticas de muchas naciones a adaptar su tradicional orden político a un nuevo
paradigma para sobrevivir, so pena de ser desplazados por nuevos experimentos
políticos con una velocidad sorprendente.
No es una forma de guerra convencional, sino
una de quinta generación, de defensa y seguridad con el uso masivo de los
medios cibernéticos, por el dominio de la mente humana.
La carrera armamentista actual entre las
grandes potencias es por llegar primero a desarrollar la Inteligencia
Artificial General que pueda recibir big data de innumerables fuentes
simultáneamente y pueda detectar patrones de amenazas, riesgos y oportunidades,
así como sobre las fortalezas y debilidades de los rivales para poder
estrategizar planes y ejecutarlos para lograr los objetivos del interés
nacional de los países que ganen esa guerra.
La globalización hasta ahora ha sido parcial y
ha liberizado sólo el comercio internacional de bienes, de algunos servicios y
de los mercados de capitales, sin dejar libre la migración de las personas
desde donde se destruyeron sus empleos hacia donde se crean nuevos puestos
dentro o fuera de sus países, dejando a millones de desempleados y diversos
tipos de desajustes y problemas políticos dentro de las naciones afectadas,
entre los partidos políticos y dentro de los mismos.
En lo tecnológico tenemos una Cuarta Revolución
Industrial y Tecnológica que da a luz a un nuevo orden llamado Globalización
4.0, según la han bautizado en el Foro Económico Mundial en Davos Suiza, pero
aún sin una libertad de movimiento de los desempleados, por las barreras a la
libre migración humana.
En lo social tenemos la necesidad de ajustar la
distribución de las poblaciones entre naciones vecinas, mediante movimientos
migratorios, lo que traerá consigo consecuencias económicas y políticas.
En lo económico y empresarial tenemos una
guerra por territorios de otras naciones para ampliar mercados para las ventas
y una exploración de otros territorios para suplirse de insumos menos costosos.
Pero en lo político se trata de un
empoderamiento masivo y acelerado de casi 4,000 millones de personas, que
aumentará hasta 8,000 millones en los próximos tres o cinco años, mediante el
acceso a la información, comunicación y conocimiento que posee más de la mitad
de la humanidad, pero también de un empoderamiento ciudadano a costa del
desempoderamiento inevitable, veloz y acelerado de las clases políticas
globalistas (a nivel internacional) y de las clases políticas locales
(nacionalistas) dentro de las naciones.
Es previsible que en los ámbitos políticos los
cambios no vayan a ser fáciles, porque los que ostentan el poder no van a
cederlo sin batallar para resistir a los nuevos movimientos sociales,
económicos y políticos que están emergiendo empoderados. Estos empoderados
emergentes tendrán que librar batallas por el poder, pero no con armas, sino
con tecnologías, información y sabiduría.
De ahí la importancia estratégica de entender
libros como El Arte de la Guerra de SunTzu, pero no desde la perspectiva
bélica, sino desde la de las nuevas armas tecnológicas intelectuales que
poseemos.
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