Educación
digital para el futuro del aprendizaje
FORBES- 22 de may. de 19
Intentos pasados para integrar la tecnología en
los sistemas educativos han fracasado porque las intervenciones se han centrado
en el despliegue de medios o tecnologías particulares.
Lograr el desarrollo intelectual de las nuevas
generaciones ha sido uno de los principales objetivos en todo el globo; lo cual
se puede alcanzar gracias a una educación integral que permita a los
estudiantes no sólo aprender, sino desarrollar habilidades que les ayudarán a
sobresalir en su carrera profesional. No obstante, con los cambios que se
experimentan actualmente debido a las nuevas tecnologías, la integración y
actualización de las mismas en el método de enseñanza se está volviendo una
necesidad urgente.
La digitalización de la educación no es un tema
nuevo, ya que desde hace tiempo las instituciones han incorporado tecnología y
procesos innovadores para complementar el método de enseñanza, sin embargo, a
medida que avanzan, se ha explorado la posibilidad que se vaya actualizando
también para las academias y así contribuir en el desarrollo de nuevo talento
más preparado para las actuales exigencias del mundo laboral, además de
extender el aprendizaje a espacios fuera de las aulas de clases.
La primera “ola” de educación digital- que
tardó casi 10 años en implementarse – se centró en crear, compartir y dar
acceso a contenido educativo de manera digital, lo cual incluía cursos en
línea, bibliotecas digitales, juegos y aplicaciones. Asimismo, se buscó incentivar
el uso de dispositivos y aplicaciones de aprendizaje en las aulas de clase.
No obstante, a pesar de los esfuerzos
iniciales, las instituciones de todos los niveles educativos aún enfrentan tres
temas clave: brechas en las habilidades de los estudiantes, bajo retorno de
inversión (ROI); así como la necesidad de innovación, emprendimiento y creación
de trabajo. Es por ello, que compartimos los tres conectores esenciales para
lograr una educación ciertamente digital:
Contar con un ecosistema integral de educación
digital. Para lograr un verdadero ecosistema integral, todo modelo educativo
deberá tomar como base las pasiones e intereses de cada estudiante, asimismo,
será necesario que la adquisición de conocimiento no sólo sea durante las horas
escolares, sino que se extienda en cualquier hora y localidad.
Ofrecer una experiencia de aprendizaje
continuo. Desde el kínder hasta la educación superior los educadores deberán
conectar el aprendizaje en el aula con el mundo real, de una manera que se
adapte a las necesidades, los estilos de aprendizaje, la pasión, y potencial de
cada alumno.
Integración de soluciones tecnológicas. A
través de estas herramientas se podrán detectar las fortalezas y áreas de
oportunidad para los estudiantes, lo que contribuirá en el desarrollo de
experiencias de aprendizaje personalizados.
Hoy en día, países como Suiza, Singapur,
Finlandia y Países Bajos son los mejor calificados en materia de educación, de
acuerdo con el reporte«The Global Competitiveness del Foro Económico Mundial», México,
por su parte, se encuentra en la posición 102 de 137 países, por debajo de
Colombia, Ecuador e incluso Turquía.
En definitiva, sin una visión más amplia del
cambio social, las nuevas tecnologías solo servirán para reforzar los objetivos
institucionales que ya existen, así como las brechas sociales. Intentos pasados
para integrar la tecnología en los sistemas educativos han fracasado porque las
intervenciones se han centrado estrechamente en el despliegue de medios o
tecnologías particulares, sin tener en cuenta las condiciones sociales,
políticas o económicas más amplias.
Para lograr una inserción asertiva de las
mismas, será necesario evaluar cuales son las necesidades de los estudiantes y
que cómo capitalizarlas para impulsar el aprendizaje del nuevo talento de
manera que triunfe en el mundo laboral real.
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