Los videojuegos ‘imposibles’ que enseñan a
ganar en la vida real
The wall
street journal-lunes, 16 de enero de 2017
Los videojuegos, como todo el
mundo sabe, son para los perdedores, literalmente. Desafiando a nuestra cultura
de “lo importante es participar” y “todos merecen un trofeo”, estos juegos
exigen que los jugadores fallen en repetidas ocasiones. No muchos juegos pueden
hacerlo llorar a uno, pero hay muchos que pueden hacer que se sienta frustrado,
enojado e impotente. La expresión que los jugadores usamos para describir este
cóctel de sensaciones es “pasarla bien”.
Los juegos más desafiantes de la
actualidad son los llamados “masocore”, palabra formadas por la combinación de
“masoquista” y “hardcore”, en referencia a la palabra del inglés con la que se
caracteriza a los jugadores más dedicados. Estos juegos prácticamente carecen
de instrucciones, matan a los nuevos jugadores en cuestión de segundos y
requieren de prueba y error para tener éxito.
Pero no todo es sufrimiento.
Estos juegos también refuerzan un mantra de la construcción de la personalidad:
“Si al principio no tienes éxito, inténtalo una y otra vez”. Y también pueden
inculcar algunas virtudes prácticas. Todas esas veces que perdemos pueden
terminar enseñándonos a ganar, y no sólo en los videojuegos.
Pocos juegos ilustran este punto
tan crudamente como “Dark Souls”, desarrollado por el estudio japonés
FromSoftware y publicado por Bandai Namco. La tercera entrega de la serie fue
lanzada a mediados del año pasado. Bandai Namco dice que tres millones de
copias de “Dark Souls III” se han enviado a los minoristas en todo el mundo.
Desde el lanzamiento de los primeros “Dark Souls” en 2011, la serie ha vendido
13 millones de copias.
“Dark Souls III” comienza con el
jugador solo en un cementerio. No hay música ni diálogo, sólo un camino acuoso
a través de un paisaje deslucido de marrones, grises y negros. Unos marcadores
brillantes en el suelo explican cómo atacar a los esqueletos y otras criaturas
que acechan en el camino. Las manchas de sangre muestran dónde murieron los
jugadores que pasaron por ahí antes que usted.
Al igual que ellos, usted no
sobrevivirá. Un nuevo libro sobre “Dark Souls” se titula, acertadamente, “Estás
muerto”. Un escritor de Wired reportó haber muerto 437 veces durante las 74
horas que tardó en completar “Dark Souls”. Yo morí siete veces en los primeros
45 minutos.
No es que el juego sea solamente
difícil; es una verdadera tortura. Si usted fracasa, puede verse obligado a
volver sobre sus pasos y enfrentar de nuevo a los enemigos que ya había
vencido. Los jugadores que no regresan al punto de desaparición pierden el
progreso acumulado. Pero la interacción entre el jugador, el controlador y la
pantalla está tan bien afinada que la muerte casi siempre se siente como la
culpa del jugador, no del juego.
Para derrotar a estos juegos, los
jugadores colaboran en línea y en persona, compartiendo consejos a través de
Internet en forma similar a los niños en edad escolar de mi generación que se
reunían en el patio de juegos para debatir cómo pasar “Super Mario Bros”. En
“Estás muerto”, un ex especialista en operaciones psicológicas del ejército de
Estados Unidos que dice haber pasado 1.400 horas jugando “Dark Souls” compara
la “persistencia y perseverancia” impartida por el juego con las virtudes que
él adquirió durante su carrera militar. “El juego demanda que tú te comprometas
plenamente, que tengas las agallas para seguir adelante y la paciencia para
aprender de tus errores”, dice.
Otra jugadora compara el juego
con encontrarse frente un campo minado, hallar un manual para desarmar las
minas y darse cuenta que el manual está escrito en swahili. “Pero ‘Dark Souls’
también te da un diccionario swahili”, dice ella, continuando con la metáfora.
“[El juego] espera que escuches y aprendas y mejores”.
Los datos confirman estas
observaciones. Hace más de una década, John C. Beck y Mitchell Wade, que ahora
trabajan en la empresa de consultoría Accenture, encuestaron a 2.500
profesionales de negocios y concluyeron que las personas que habían jugado
videojuegos cuando adolescentes eran mejores en los negocios que las personas
que no lo hicieron. En su libro de 2004 “Got Game: How the Gamer Generation Is
Reshaping Business Forever” (algo así como ‘Cómo la Generación Gamer está
transformando los negocios’), estos autores hallaron que los usuarios de
videojuegos eran más propensos a considerarse expertos, a querer más paga por
un mejor rendimiento y a considerar a la persistencia como el secreto del
éxito.
Por supuesto, los juegos pueden ser
divertidos sin ser edificantes. En “The Art of Failure” (literalmente, “El arte
del fracaso”), el experto danés Jesper Juul compara a los jugadores de
videojuegos que buscan la derrota (por medio de juegos que saben que van a
perder) a los espectadores y lectores atraídos por las obras que evocan
sentimientos desagradables como la tristeza, el miedo y el asco. Jugar “Dark
Souls”, al igual que ver films como “Old Yeller”, “Psicosis” o “Alien”, puede
ser tiempo bien empleado, incluso si no trae beneficios prácticos inmediatos.
Incluso aquellos que no tienen la
destreza (o el tiempo) necesarios para dominar los juegos “masocore” pueden
sacar una lección: en el mundo real, a veces es mejor renunciar.
Sé lo suficiente sobre las
cualidades compulsivas de algunos videojuegos como para no dejar que mis hijas
en edad preescolar jueguen con ellos. Pero cuando sean un poco mayores, con
mucho gusto voy a dejarlas jugar “Dark Souls” u otro juego bien elaborado.
Ellos enseñan la paciencia, la tenacidad y las recompensas que vienen del
trabajo duro.
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