Las pistolas de Donald Trump
FORBES- 17 de enero de 2017
El presidente electo de Estados
Unidos no ha desaprovechado ninguna oportunidad para continuar su amenaza a
México con su arma principal: la decisión de renegociar el TLCAN.
La época electoral suele ser el
tiempo en el que candidatos y partidos sacan a relucir su ingenio y se apoyan
en toda clase de discursos prometedores que, aunque suenan bastante bien, en la
práctica son difíciles (y poco probables) de cumplir. El discurso político de
México es un excelente ejemplo, pero en todos lados se cuecen habas. Desde que
Donald Trump comenzó su campaña para convertirse en presidente de los Estados
Unidos (EU), sus discursos agresivos y su lema “Make America Great Again”
reflejaban su estilo de gobierno: intolerante y proteccionista.
Dentro de sus promesas de
campaña, el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) fue uno de
los temas favoritos de Trump. El presidente electo de EU no ha desaprovechado
ninguna oportunidad para amenazar y enseñar su principal pistola (palanca de
negociación) a México con su salida del tratado. Pero ¿es esto posible? ¿puede
México “vivir” sin el TLCAN? La respuesta es sí. Por más complicado e
inconveniente que parezca sí es posible que Estados Unidos abandone el TLCAN y
sí es posible que México siga su rumbo sin Estados Unidos en este tratado.
¿Por qué es posible que suceda
esta ruptura? Porque de sobra sabemos que Trump no es un gran estadista, bastó
ver su primer discurso en el que uno de sus temas principales fue la
construcción de un muro para darnos cuenta de que su capacidad no le permite
(por lo menos aún) ver las prioridades y los verdaderos problemas a los que se
enfrenta su país. Otra muestra es su amenaza a empresas automotrices. En la
cabeza de Trump, es una gran idea obligarlas a producir sus automóviles en
Estados Unidos; esta decisión puede ser celebrada por muchos americanos en un
principio, pero resultaría caótica a mediano plazo cuando los costos de esas
empresas aumenten tanto que dejen de ser competitivas en el mercado
internacional.
Pero volvamos al TLCAN. Canadá,
México y China son los tres principales socios comerciales de Estados Unidos,
de darse por terminado el tratado, EU perdería a dos grandes aliados
económicos. Entonces, ante una pistola que asusta, pero no mata, pongamos sobre
la mesa nuestro revólver. Si bien es cierto que las exportaciones a Estados
Unidos son importantes para la economía del país, un TLCAN renegociado con
propuestas poco convenientes para México debe ser rechazado. Siendo el tercer
socio comercial más importante de Estados Unidos, estamos en posición de
negociar un tratado que nos beneficie a ambos, que vuelva a América del Norte
un lugar aún más atractivo para el mundo.
Dos datos relevantes a
considerar:
En 2015, Estados Unidos exportó a
México 235 mil millones de dólares, estas exportaciones fueron mayores que las
que realizó a China y Japón en conjunto.
México es el primero, segundo o
tercer mercado de 30 de los 50 estados de Estados Unidos. Según Trump, su
gobierno “será el mayor generador de empleo que ha creado nunca Dios”. La
pregunta es, ¿y los más de seis millones de empleos en Estados Unidos que
dependen del comercio con México?
Lo cierto es que no hay forma de
que México convenza a Estados Unidos de actuar en contra de lo que Trump
considera son sus intereses, Estados Unidos puede deshacer el tratado si así lo
decide.
¿Qué pasará entonces con México?
Por supuesto que la relación comercial de México con Estados Unidos es
altamente beneficiosa y es una fuente de crecimiento para ambos países, sin
embargo, México puede seguir sin el TLCAN. Esto representaría una gran
oportunidad para diversificar nuestras exportaciones, pero más importante aún,
una oportunidad de diversificar nuestras importaciones.
México se encuentra entre los 15
principales importadores del mundo. En 2015 el 50.2% de las importaciones
provenían de Estados Unidos, el 14.7% de China, el 4.7% de Japón y el 30.4% del
resto de los países. De acabar con el TLCAN, China sería el primer país en
levantar la mano como próximo gran socio comercial. La buena noticia es que se
espera que en los próximos años aumente el uso del yuan en el comercio entre
México y China, lo que reduciría el riesgo cambiario que representa el dólar.
Lo que en este momento se debe
hacer es volver a México más atractivo industrialmente. Continuar con las
reformas y condiciones que nos permitan darle motivos a las empresas e
inversiones extranjeras para que no se vayan de aquí, queremos que elijan
quedarse en México. Otro papel clave lo jugarán las importaciones. El que
Estados Unidos ponga trabas a nuestras exportaciones nos orilla a buscar nuevos
países para nuestras importaciones, y, aunque Trump no lo quiera creer, su
economía interna se vería afectada al perder a su principal cliente importador
de productos como carne de cerdo, pollo, manzana, maíz, entre otros.
Que el TLCAN no cause psicosis.
México tiene la capacidad de negociar no sólo con Estados Unidos, sino con el
resto del mundo.
Juan Pablo Zorrilla-Co Director
General de Resuelve, soluciones para la vida financiera.
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