El nuevo Silicon Valley
FORBES- 17 de enero de 2017
Si tu empresa se relaciona con el
desarrollo de software, es escalable a nivel global y puede crecer de manera
acelerada, sería buena candidata para Silicon Valley. Si se relaciona con la
biotecnología, Boston sería la opción; o con la robótica, a Tokio podrías
viajar.
Piensa… si tu proyecto se
relaciona con el desarrollo de software, consideras que tiene impacto global y
es de rápido crecimiento, entonces quizá sería un buen candidato para Silicon
Valley. Esta región del norte de California, en Estados Unidos, ha cobrado
relevancia por el número de corporativos dedicados al desarrollo tecnológico e
innovación que ahí se ubican; claros ejemplos son Facebook, Adobe Systems,
Twitter, Apple, entre otros.
Esta zona, si de algo no adolece,
es de capital y talento. Incluso, casi en cualquier cafetería, el intercambio
de ideas innovadoras entre emprendedores es relevante.
Para Pascal Finette,
vicepresidente startup solutions de Singularity University, no todo proyecto
sería un buen candidato para fondearse en esta región. Algunas de las razones
son lo oneroso que resulta la renta de oficinas y de vivienda: “Es una guerra de
talento. Puede ser muy fuerte… muchas veces una empresa en Silicon Valley tiene
una o dos personas, pero en donde realmente se está desarrollando el proyecto
es en Colombia, o en México (por ejemplo), porque es más barato y hay menos
competencia”, dice.
Sin embargo, hay ciudades que
están cobrando especial relevancia, de acuerdo con el grado de especialidad que
han conseguido en determinada industria: “Básicamente en cualquier área
metropolitana lo podemos ver; Boston (por ejemplo) es muy fuerte en biotecnología,
Tel Aviv en Israel en el tema de ciberseguridad, y Tokio en el área de
robótica, esto sucede en cualquier ciudad grande en el mundo. Si observas, vas
a encontrar un ecosistema de emprendimiento”, dice Finette.
¿Y cuáles son los ingredientes de
un ecosistema de emprendimiento? Para Pascal son dos los ingredientes
principales: Acceso al talento y acceso al capital. El primero, explica, viene
de las universidades, del fácil acceso que se pueda tener a ellas. El segundo
es el más difícil de conseguir. Pero hoy más que nunca existen organismos,
instituciones y empresas dispuestas a invertir en emprendedores.
“La gente necesita un lugar en
donde pueda estar junta. Necesita infraestructura, como espacios de coworking,
cafés, espacios en universidades. Espacios baratos para oficinas. Lo que sea
que provoque que la gente esté junta, que le permita interactuar entre ellos,
el capital, y lo que sea que le ayude a la industria a trabajar con
emprendedores. La industria muy seguido requiere de un socio (emprendedores),
ya se que lo adquieran, que lo puedan apoyar con capital, conocimiento, y con
otros componentes clave. Esto es lo que he visto y que sucede en muchas de las
ciudades en donde he estado”, dice.
Para Pascal Finette lo que hace
realmente únicos a la mayoría de los emprendedores en Silicon Valley y que los
hace muy felices es tomar grandes riesgos: “Veo cada vez más emprendedores en
lugares como la Ciudad de México que están actuando como cualquier emprendedor
en Silicon Valley”, concluyó.
Singularity University (S.U.) es
una comunidad global y de enseñanza, cuya plataforma de aprendizaje e
innovación empodera a los individuos y organizaciones para que sean capaces de
ofrecer soluciones disruptivas. S.U. agrupa emprendedores, corporaciones,
organizaciones, gobiernos, inversionistas e instituciones académicas en Estados
Unidos y otros países.
Ruth Mata Ferrusquía-Lo suyo son
los casos de éxito. Le fascinan esas historias que contagian entusiasmo y que
pertenecen a gente valiente que decidió hacer lo que más le gusta en la vida.
Optimista de hueso colorado.
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