¿Cuál
es la visión de los CEO para el 2018?
FORBES- 26 de
enero de 2018
Recientemente
presentamos en el Foro de Davos los resultados de la 21ª Encuesta Anual de CEO.
Los hallazgos son reveladores y presentan retos que no podemos evadir.
Hay una
perspectiva optimista de los CEO a nivel global en el corto plazo, de acuerdo
con la 21ª Encuesta Anual de CEO, elaborada por PwC. A pesar de las
transformaciones que pudiera experimentar el mundo a nivel geopolítico -como
las reformas estructurales del gobierno del presidente Trump, el Brexit o el
conflicto de Cataluña- los directores generales consideran que la economía
mejorará en los próximos 12 meses. ¿Por qué? Existen indicios que insinúan una
parcial recuperación de la crisis acontecida en 2008.
En primera
instancia, la Eurozona -una de las regiones más afectadas por la caída
económica de hace casi 10 años- está mostrando un lento, aunque sostenido
crecimiento. Reino Unido, a pesar de los augurios que trajo consigo el Brexit,
no ha presentado una desaceleración dramática. El precio de los commodities se
ha estabilizado, lo que ha reactivado la aceleración de las economías de Rusia
y Brasil. China, por su parte, busca implementar reformas que aumenten
nuevamente su atractivo para la inversión extranjera. Finalmente, Estados
Unidos -el país más atractivo para la inversión de acuerdo con los 1,293 CEO
entrevistados en 85 países- está creciendo a una tasa cercana al 3%, debido a
los cambios administrativos a favor de las empresas que ha mostrado Donald
Trump, como el recorte a los impuestos.
Al respecto, el
economista y decano de la Columbia Business Schools Gleen Hubbard, entrevistado
para el análisis del reporte, señaló: “Estamos en una recuperación cíclica que
ha estado sucediendo durante muchos años desde la crisis financiera. La gente
se ha vuelto más optimista. Creo que, en la mayor parte del mundo, los CEO
creen que los cambios en las políticas continuarán mejorando el crecimiento”.
México, la
incertidumbre
Aunque la
encuesta muestra una visión positiva de los CEO no todas son buenas noticias.
Una de las preguntas que incluye anualmente la encuesta es: ¿Cuáles son los
tres países, excluyendo el país en el que reside, que considera más importantes
para las perspectivas de crecimiento general de su organización en los próximos
12 meses? Las respuestas fueron las siguientes:
Como se puede
observar, México descendió del octavo lugar al décimo tercero entre 2017 y
2018. Podemos resaltar tres razones que explican la caída del atractivo de
nuestro país como destino de inversión:
La
renegociación del Tratado de Libre Comercio con América del Norte (TLCAN).
Aunque se han tenido ya varias rondas, aún no se percibe con claridad cuáles
serán los resultados que tendrán las reuniones entre los gobiernos de los tres
países, por lo que una posible ruptura de este acuerdo comercial aún se
considera como una posibilidad.
La Reforma
Fiscal de Estados Unidos. Como ya lo hemos comentado en otros foros, la
reducción de la tasa de interés anunciada en esta reforma contiene un programa
de repatriación de utilidades que frenará algunos proyectos de inversión, no
sólo para México, sino para otros países en general.
Elecciones. Los
procesos electorales crean incertidumbre y suelen reducir el número de
inversiones tanto nacionales como extranjeras. Consideramos que hacia el mes de
septiembre se reactivará el apetito de los inversionistas y veremos mayor
actividad económica en el país.
Pese a los
factores que han generado cierta inestabilidad, México mantiene un gran atractivo
para los inversionistas. El ser el país con el mayor número de acuerdos
comerciales a nivel global lo convierte en un puente natural para llegar a
otras economías, como Europa y Latinoamérica. Además, es un participante activo
en organismos y foros multilaterales y regionales, que lo mantiene vinculado
prácticamente con todas las naciones.
Asimismo, las
reformas estructurales impulsadas por la presente administración han aumentado
el interés de empresas nacionales y trasnacionales por invertir en los sectores
energético, minería y automotriz, por sólo mencionar algunos.
Hacer de los
retos una oportunidad
A diferencia de
años anteriores, los CEO a nivel global consideraron que se ciernen nuevas
amenazas sobre el crecimiento de sus empresas, como lo son el terrorismo, la
ciberseguridad y la incertidumbre geopolítica.
No obstante,
gran parte de ellos ve en la globalización la oportunidad para seguir
creciendo. De acuerdo con el 95% de los CEO encuestados, la globalización ha
permitido la conectividad universal y ha facilitado la movilización de capital,
gente, bienes e información. El 90% considera que ha ayudado a crear una fuerza
de trabajo más educada y con mayores habilidades; en tanto que 87% opina que ha
aumentado el acceso universal a infraestructura y servicios básicos, y el 85%
que ha armonizado las regulaciones.
El acortamiento
de la brecha entre ricos y pobres y el combate al cambio climático son dos
aspectos, de acuerdo con los CEO a nivel mundial, que aún presentan áreas de
oportunidad: la encuesta mostró que 39% de ellos considera que la globalización
no ha ayudado a reducir la brecha entre ricos y pobres y 30% que no ha mostrado
efectos sobre el cambio climático.
Los CEO ven que
el mundo está cada vez más fracturado -como lo indica el tema principal del
Foro de Davos este año- lo que pone en
riesgo el incremento al acceso a internet o tener una mayor integración
corporativa. En cambio, indican, el nuevo entorno multiplica las creencias y
los sistemas de valores de la sociedad y la diversidad de reglas y libertades.
¿De qué forma
los CEO pueden ayudar a contrarrestar los efectos de un mundo que cada vez se
divide más? Nosotros proponemos cuatro maneras:
Adoptar nuevas
medidas de prosperidad que más allá de mostrar el crecimiento económico
observen el progreso social.
Fomentar un
desarrollo tecnológico benéfico para la sociedad, es decir, que las tecnologías
emergentes satisfagan las necesidades humanas por medio de herramientas como la
telemedicina o el aprendizaje a distancia.
Educar para el
futuro, lo que significa que nuestro sistema educativo requiere empoderar a los
estudiantes para enfrentar los retos del mañana.
Comprometerse
con un propósito, que no es más que llevar el progreso que como empresarios nos
comprometimos a generar en nuestra misión, visión y valores.
Aprender a
invertir en lo importante, en las capacidades diferenciadoras, en lo que nos
ayuda a crecer como empresa y como sociedad, esa es la oportunidad y el reto.
La clave está en conocernos mejor para reaccionar con mayor oportunidad a los
cambios que la nueva era presenta a cada momento.
*Socio Director
de PwC México.
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