Las 7 tendencias tecnológicas del 2018
FORBES- 12 de enero de 2018
Te presentamos las tecnologías
disruptivas que más se desarrollaron en los últimos 12 meses y que seguirán
avanzando en 2018.
Los avances en los últimos meses
de la blockchain —una lista inmutable de registros de transacciones que está
replicada en múltiples entidades—la hacen una de las tendencias a seguir en el
año que comienza. Originalmente se había adaptado como base del Bitcoin y se
usó en otras criptomonedas, pero su uso podría escribir la historia tecnológica
de la próxima década.
Entre los hitos recientes se
encuentran: el interés generado por las criptomonedas y las ICOs, la explosión
del ecosistema Ethereum, el debut de Japón como primera gran economía en
aceptar al Bitcoin como un instrumento oficial de pagos, la emisión de los
primeros futuros del Bitcoin por parte de la Chicago Mercantile Exchange, el
estudio por parte de una veintena de países para emitir sus propias
criptomonedas, la preparación de grandes bancos y corporaciones para la
masificación de aplicaciones basadas en la blockchain y el avance para el
respaldo monetario de criptomonedas más allá de la tecnología.
Se espera que en 2018 se
desarrollen aplicaciones basadas en la blockchain para los siguientes 10
rubros:
1. Servicios Bancarios – Pagos y
servicios mercantiles, intercambio de divisas y transacciones internacionales,
incluyendo remesas.
2. Servicios Financieros –
Plataformas para préstamos, monederos digitales, pagos peer-to-peer, gestión de
activos, seguros de todo tipo
3. Levantamiento de Capital –
Plataformas para Crowdfunding y emisión de ICOs
4. Contratos Inteligentes – Auto
ejecutables y complementados por el aprendizaje automático.
5. Gestiones Diversas – De
Identidad, de Seguridad, Certificaciones y Credenciales, principalmente
mediante el uso de Ethereum.
6. Aplicaciones de Gobierno –
Votaciones y referendos, legislación, eliminación de burocracia, ciudades
inteligentes y acceso a servicios electrónicos gubernamentales.
7. Descentralización de Mercados
– Incluyendo la evolución de la Economía Colaborativa
8. Cadenas de Suministro –
Internet de las Cosas (IoT), principalmente a través de IOTA.
9. Almacenamiento de Datos –
Descentralización de servidores en la nube, registro de bienes raíces y otras
propiedades, aplicaciones de salud.
10. Plataformas de Predicción y
Consumo de Contenido – Juegos de azar, Paywalls.
Estas aplicaciones tienen en
común en que a) se requiere un libro de registro; b) hay diferentes interesados
en ver o modificar dicho registro; c) no hay un tercero de confianza
irrebatible; d) los diferentes actores no se conocen; y e) se requiere una
verificación pública. Sin estas premisas, es mejor construir bases de datos en
vez de hacer aplicaciones basadas en la blockchain.
Autos eléctricos finalmente se
convertirán en una alternativa viable
Hace 10 años, la compañía Tesla
Inc. revolucionó la industria automotriz con el primer automóvil de serie
totalmente eléctrico en usar baterías de iones de litio y en alcanzar más de
320 km con una sola carga, el Tesla Roadster. Después de un lanzamiento difícil
al mercado, no paró de crecer su gama de carros eléctricos y logró producir modelos
altamente exitosos como el Tesla Model S —el carro eléctrico plug-in más
vendido mundialmente en 2015 y 2016— y el Tesla Model X. A pesar de que los
autos fabricados por Tesla son, posiblemente, los mejores vehículos del tipo en
la actualidad, su elevado precio los ha dejado fuera del alcance del consumidor
promedio.
Este 2018 se viene una gran ola
de ventas de autos eléctricos asequibles. Si bien, aunque el 2017 fue el año
con mayores ventas de carros eléctricos —casi 200 mil unidades en EUA y por
primera vez, un millón de unidades alrededor del mundo—, los autos eléctricos
solo representan aproximadamente 1.5% de la venta total de automóviles en EUA y
menos del 1% en todo el mundo.
Algunos de los nuevos modelos
accesibles para el consumidor promedio que competirán este año en el mercado
global son el Chevrolet Bolt (que rompió su récord de ventas en EUA en
diciembre pasado), el Tesla Model 3 (considerado el sedán “económico” de la
prestigiosa marca) y el 2018 Nissan Leaf (cuya primera edición ha sido el
vehículo totalmente eléctrico más vendido hasta la fecha). Estos tres autos
están entre los USD$29 mil y USD$36 mil, lo cual confirma una sustancial
reducción de precios en comparación con los primeros modelos.
Otro factor que impulsará
fuertemente la demanda de autos eléctricos es que potencias mundiales como
China, Reino Unido, Alemania y Francia ya hicieron públicos sus planes para
prohibir la venta de coches que funcionan con gasolina y diésel durante las
próximas décadas. De acuerdo con Bloomberg New Energy Financial, para el 2040,
las ventas mundiales de autos eléctricos llegarán a los 530 millones de
unidades de un total de 1,630 millones de autos vendidos, es decir, un 33% del
mercado global del sector. Finalmente, los precios seguirán bajando y los
consumidores —cada día más interesados en la preservación de la naturaleza— los
adoptarán en mayor medida, por lo que este año presenciaremos ventas
históricas.
Primeras compañías realizaran
ensayos clínicos de CRISPR-Cas9 en humanos
La revolucionaria tecnología
CRISPR-Cas9 permite modificar con mucha precisión el genoma de cualquier
célula. Esto lo ha convertido en una herramienta poderosísima con posibilidades
casi ilimitadas para tratar y curar padecimientos, particularmente,
enfermedades heredadas que tienen pocas opciones de tratamiento, como el
cáncer. Ya han transcurrido casi 5 años desde la primera vez que científicos
emplearon CRISPR-Cas9 para editar células humanas vivas, pero su primera
aplicación real en humanos apenas se realizó en el 2016, por un equipo chino
que buscaba tratar el cáncer de pulmón en un paciente.
Durante el 2018, compañías
biotecnológicas como CRISPR Therapeutics y Vertex Pharmaceuticals serán de las
primeras que realizarán ensayos clínicos basados en tecnología CRISPR-Cas9 en
pacientes humanos. CRISPR Therapeutics solicitó durante el 2017 el permiso de
reguladores europeos para intentar corregir genéticamente la beta talasemia,
una enfermedad de la sangre ocasionada por una mutación en las células de
hemoglobina. La compañía espera dar un gran paso en el tratamiento de
enfermedades sanguíneas heredadas durante este año, llevando a cabo la
prometedora terapia para edición de genes, CTX001, en colaboración con Vertex
Pharmaceuticals.
A pesar del rápido crecimiento
que ha tenido la CRISPR-Cas9 en los últimos años, aún quedan muchos obstáculos
por delante. Un estudio publicado a principios del 2018 reveló que la mayoría
de los humanos podrían poseer anticuerpos que combaten los dos tipos más
importantes de la proteína Cas9, que es el pilar de la tecnología CRISPR-Cas9.
Además, la creciente polémica ética y social sobre la edición genética complica
aún más el proceso de aprobación regulatoria. Sin duda, la CRISPR-Cas9 podrá
presentar grandes riesgos para salud, pero si los ensayos clínicos resultan
exitosos, la recompensa será mucho mayor.
Incidencia de los gobiernos en
servicios digitales, principalmente redes sociales
La publicidad online,
especialmente aquella microdirigida a las personas con fines políticos y de
polarización de la opinión pública, no le está gustando a los políticos, quienes
hasta hace poco hablaban de las bondades de las redes sociales y la
democratización de los medios. Pero diferentes grupos de legisladores han
cambiado de opinión por la creación de burbujas de opinión, la persecución de
utilidades a toda costa, así como la explotación de noticias falsas por parte
de políticos, agentes desestabilizadores y empresas de propaganda política.
Es por ello que cada día más se
están cuestionando los principios rectores del Internet, como el artículo 230
de la Ley de Decencia de las Telecomunicaciones de EE.UU. Por ejemplo, los
senadores Klobuchar, Warner y McCain presentaron el proyecto bipartito llamado
“Ley de Publicidad Honesta” para que la difusión en Internet se someta a las
“mismas normas de transparencia que los anuncios en televisión, prensa y
radio”. La Unión Europea busca prohibir o limitar el micro-targeting de
anuncios políticos, Francia prepara su “ley anti-Fake News” y cada día hay más
llamados a bloquear el Twitter de los líderes mundiales, comenzando por Donald
Trump. En México, se espera la votación definitiva sobre la reforma para
considerar como hecho ilícito la difusión de información que pueda causar
“deshonra, descrédito, perjuicio o exponer al desprecio a alguien,” cuya
ambigüedad puede derivar en un peligroso uso político.
Se puede anticipar que el 2018
traerá movimientos regulatorios y de censura para las redes sociales. Sin
embargo, una vez más, los gobiernos serán reactivos a la tecnología, que a
nivel redes sociales evolucionará a comunidades sociales de mayor volumen: las
comunidades sociales, masivas, simultáneas y en línea. Estas nuevas
comunidades, basadas en el livestream, permitirán que millones de extraños
puedan conectarse a aplicaciones y vivir en el ciberespacio experiencias y
pláticas simultáneas, interactivas y personalizadas.
Pero mientras las personas
disfrutan estas nuevas experiencias, los gobiernos tendrán un reto mayor:
comenzar la reinvención de la economía política, la diplomacia y la gobernanza
en el marco de la Cuarta Revolución Industrial. Por ejemplo, cada vez veremos
más países desarrollando estrategias nacionales de Inteligencia Artificial y de
Ciberseguridad — ambas serán claves para ser relevantes a nivel geopolítico. Y
lamentablemente, los legisladores y jueces no tienen conocimientos sólidos de
tecnología.
La Inteligencia Artificial (IA)
se incorpora a procesos de la vida diaria
La ciencia ficción jugó un papel
fundamental sobre lo que podría ser la IA y en los años recientes, algunos
entusiastas de la tecnología se decepcionaron por las aplicaciones “poco
espectaculares” de la IA. Sin embargo, el 2018 será un gran año para esta
tecnología, ya que los algoritmos de aprendizaje automático (o machine
learning, por su término en inglés) la están mejorando y los inversionistas le están
apostando con convicción.
Las tendencias muestran que se
están usando pequeñas herramientas y aplicaciones que se implementan en
plataformas, algoritmos y dispositivos que usamos desde hace tiempo. Detrás de
esto se encuentra que la IA es ya una inversión tecnológica prioritaria para
grandes empresas, que quieren combinar la tecnología con sus políticas de
implementación de cambios y disminución de costos. Además, han fragmentado las
grandes conquistas tecnológicas del futuro en frentes que produzcan victorias
pequeñas, multidisciplinarias y recurrentes.
Cabe subrayar que las áreas de
expansión de la IA están siendo diferentes a las del software tradicional.
Entre ellas hay que destacar los dispositivos de reconocimiento de voz,
detección facial, reconocimiento de emociones, uso de lenguaje natural, creación
de contenido, integración con sistemas de aprendizaje automático, aprendizaje
no supervisado, procesamiento vía edge-computing, así como compilación y
presentación masiva de Big Data. Además, en línea con el avance tecnológico,
todos estos procesos no solo serán más avanzados, sino también serán más
económicos —y en diversos casos, descentralizados.
Dentro de estas aplicaciones, hay
que resaltar el desarrollo de nuevos hardware de especialización a través de
chips de procesamiento gráfico con IA (GPUs, por sus siglas en inglés), que
quieren competirle a NVIDIA. Hasta ahora, la empresa de California ha dominado
la industria, pero el procesamiento gráfico en general tendrá un desarrollo
acelerado en los próximos meses dado el interés —tanto del sector privado como
de gobiernos pro-tecnología— en explotar nuevas capacidades de procesamiento de
video para los sectores de defensa y médico.
La industria healthcare fue el
sector de AI que levantó más dinero y realizó más operaciones en 2017. Ahí
veremos aplicaciones en áreas como administración y monitorización del estilo
de vida, asistentes virtuales, imágenes médicas y diagnóstico, entre otros.
Estas aplicaciones mostrarán beneficios tangibles de la aplicación de la IA,
dejándonos la sensación de que el ser humano y la máquina pueden combinarse
para mejorar a la especie humana.
Es por estas razones que el año
entrante también traerá más debate sobre las implicaciones de los avances
tecnológicos. Por ejemplo, se espera que las agendas pública y legislativa incluyan
temas como las directrices éticas dentro de la IA, la eliminación de empleos
por parte de procesos basados en esta tecnología, la atención a desplazados
digitales, así como la implementación de conceptos como justicia, confianza y
equidad.
Ciberseguridad: Entre la
confidencialidad y la amenaza exponencial
La ciberseguridad es desde hace
tiempo un tema permanente en la mesa de los riesgos tecnológicos. Sin temor a
caer en exageraciones, la ciberseguridad volverá a ser un tema preponderante en
el 2018. Entre las buenas noticias que traerá el año se encuentra la puesta en
marcha del Reglamento General de Protección de Datos de la Unión Europea (GDPR,
por sus siglas en inglés), que aspira a regresarle a los ciudadanos el control
sobre sus datos personales y simplificar la regulación de la región.
Por otro lado, veremos el enfoque
en la integridad de la protección de datos, una evolución necesaria después de
los continuos quebrantos a la confidencialidad por parte de compañías y hackers
— y lógicamente, también habrá más vulneraciones a bases de datos, sistemas con
información sensible, blockchains, y por primera vez, criptomonedas.
Sin embargo, habrá dos novedades
relevantes en estos hackeos. Por un lado, el objetivo primario de los
delincuentes será con menos frecuencia el robo de información personal y más
comúnmente, la apropriación de sistemas — desde la explotación de
vulnerabilidades del IoT, hasta la falla de sistemas médicos, así como el
ataque a infraestructura crítica, la seguridad nacional o la ciberguerra.
Por el otro, será el primer año
en el que la mayoría de los ataques sean hechos con estructuras relacionadas a
la IA: uso de chatbots para enviar spam, phishing o fraude, criptográficos o
ransomware basados en machine learning, creación de patrones para evitar ser
detectados o ataques de fuerza bruta basados en IA para adivinar contraseñas.
A pesar de que la IA pueda ser
utilizada para la defensa de los nuevos sistemas digitales, es probable que, en
términos absolutos, el cibercrimen explote mejor estas nuevas tecnologías, pues
sus consecuencias más radicales pueden amenazar la vida de las personas o
desplomar activos tecnológicos de referencia. En síntesis, la amenaza estará
llegando no solo a afectaciones nunca antes vistas, sino que requerirá que los
usuarios y organizaciones tengamos un nivel de precaución al que no estamos
acostumbrados —y para el que quizá sea difícil prepararnos.
La llegada de la red 5G
La tercera generación (3G) de
telefonía móvil —aparecida en 2001— marcó un parteaguas en las
telecomunicaciones por ser la primera en ofrecer velocidad de transmisión de
datos de hasta 2 Mbps, más que suficiente para soportar videollamadas en alta
definición como para tener una experiencia de usuario decente. En el 2009,
comenzó el despliegue de la cuarta generación (4G), que es hasta 10 veces más
rápida que la 3G. Y aunque la red móvil 4G ya se utiliza en más de 188 países,
solamente en 11% de ellos, es la red más utilizada. De hecho, solo 1 de 4
conexiones móviles en el mundo están en la red más rápida de la 4G, la 4G-LTE.
Afortunadamente, su baja adopción no detuvo el desarrollo de la siguiente
generación.
La quinta generación (5G) de
telefonía móvil será la sucesora de la 4G-LTE y algunos países con mayor
adopción de la LTE ya tienen en la mira comenzar a remplazarla durante los
próximos años. Este 2018, la multinacional de telecomunicaciones AT&T,
espera convertirse en la primera compañía estadounidense en introducir el
servicio de red móvil 5G a una docena de ciudades en EUA. Por otro lado, Corea
del Sur planea implementar una prueba piloto de la red móvil 5G durante los
Juegos Olímpicos de Invierno 2018 en Pyeongchang. Además, tiene como meta
desplegar una red móvil 5G comercial para finales de 2019.
La red móvil 5G podrá ser hasta 100
veces más rápida que la 4G-LTE, con una velocidad de entre 1 y 10 Gbps (a esta
velocidad un programa de TV se descarga en 3 segundos o menos), tendrá una
latencia muy baja (de hasta 1 ms) y una capacidad para soportar hasta mil
millones de conexiones. Permitirá que millones de objetos cotidianos como
electrodomésticos, altavoces, sensores, ropa, y otros objetos del Internet de
las Cosas puedan estar enlazados. También facilitará que vehículos autónomos
puedan tomar decisiones en tiempo real basadas en información en la nube y que
se pueda hacer streaming de vídeos 4K Ultra HD y simultáneamente descargar una
película HD, en menos de un minuto.
Pese a que la red 5G comenzará,
anticipadamente, a desplegarse durante este año, aún hay un largo camino por
delante. En los países en vías de desarrollo, la adopción del 4G sigue siendo
muy baja —solo un 20% de las conexiones son 4G— por lo que aún faltaran varios
años más para ver la proliferación de la red 5G.
*Ingeniero electrónico e
informático mexicano. Realizó una estancia de investigación en el MIT, GQ lo
consideró uno de los “10 Jóvenes Mexicanos Extraordinarios del 2014” y
Microsoft lo nombró Embajador YouthSpark en México.
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