Apropiando tecnología nos hacen
más humanos
FORBES- 29 de enero de 2018
La tecnología, usada en conexión
con arte y diseño, puede hacer surgir experiencias hermosas. De hecho, nos
puede ayudar a acercar más a la naturaleza y nuestra esencia humana.
Ba-dum, ba-dum, ba-dum. Un
corazón robot latiendo en sus manos, sus movimientos unidos con los latidos de
su propio corazón.
Suena tal vez como una escena de
una película de ciencia ficción; sin embargo, para un grupo de artistas,
diseñadores, ingenieros y científicos que usan tecnología como una forma de
expresión humana es la realidad hecha por una causa muy valiosa, la salud
cardiaca.
El proyecto “Heart in Your Hands”
fue parte de una colaboración entre The Royal Society, Kings College London,
British Heart Foundation y el laboratorio Rusty Squid para enseñar biomecánica,
simular las funciones del corazón y difundir conocimiento sobre marcapasos y el
funcionamiento general del corazón. Todo esto a través de un corazón robot.
En la documentación del proyecto
se muestra las reacciones de diversas personas experimentando la sensación de
tener un corazón en sus manos: un padre sintiendo los latidos del corazón de su
hija, unos amigos que se intercambian corazones robóticos para sentir el ritmo
de sus vidas y una pareja besándose para ver el efecto cardiaco.
La tecnología, usada en conexión
con arte y diseño, puede hacer surgir experiencias hermosas. De hecho, la
tecnología nos puede ayudar a acercar más a la naturaleza y nuestra esencia
humana como también nos puede perjudicar.
Hace muchos años, Peter Drucker,
padre de la disciplina de “management thinking”, decía algo que hasta ahora
aparece en redes sociales: “la computadora es un idiota”. Lo que Drucker decía
es que las computadoras son poderosas con su habilidad de extender nuestra
capacidad más que cualquier otra herramienta que hemos tenido como humanidad.
Sin embargo, Drucker sostenía que la única manera de hacer esto eficazmente es
que si estas computadoras nos provean con información o tramites que
simplifican nuestras acciones y las acciones de las organizaciones. Si no, el
uso de la computadora es absurdo.
Proyectos que conectan robótica
(ingeniería), arte (celebrar la forma y los emociones entre personas y
experiencias) y diseño nos hacen más humanos porque fomentan conexiones entre
nosotros, entre nosotros y nuestros entornos, y dentro y entre sociedades. La
máxima aristotélica de que “el todo es más que la suma de sus partes” aplica
también a la convergencia entre nuestros cerebros, cuerpos, ambiente,
naturaleza y la tecnología donde hay posibilidades hermosas y, a la vez,
peligrosas. Somos creadores, innovadores, artistas, científicos, escritores,
emprendedores, aventureros, gracias a esta convergencia. En resumen, somos más
humanos apropiando la tecnología.
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