Modelos de negocios de siguiente
generación
FORBES – 18 de enero de 2018
Las novedades en los modelos de
negocios nos sugieren formas innovadoras de capturar valor que nos conviene
conocer.
En los últimos 30 años, hemos
experimentado un progreso sin precedentes en términos de tecnología de
información y recursos tecnológicos. La carrera que inició a principios de los
años noventa ha transformado la forma de prefigurar y modelar negocios. Hemos
atestiguado como, una serie de empresas impulsadas digitalmente han capturado
un enorme valor a un gran costo para las empresas establecidas. Las formas van
cambiando y tenemos que poner atención. Sobre todo, debemos estar atentos en
aquellos modelos que podemos adaptar en la operación de nuestros negocios y
emprendimientos.
A menudo se atribuye el éxito de
las empresas al desafío que han presentado frente al estatus quo. El uso
innovador y el desarrollo de tecnologías, de nuevos a modelos comerciales y
experiencias novedosas para los clientes son los temas fundamentales que están
relacionados con los modelos de siguiente generación. Pero esta visión no debe
pasar por alto que los negocios se respaldan en esquemas operativos y en
equipos de trabajo bien integrados.
El modelo operativo de siguiente
generación se define por un esfuerzo continuo para mejorar procesos de negocios
al aplicar tecnologías avanzadas y métodos operativos sofisticados de manera
integrada. La combinación generalmente da como resultado, o se construye
alrededor, un modelo de negocio que es nuevo para la industria y permite a la
empresa moverse, adaptarse y escalar rápidamente. El maridaje entre procesos y
equipos bien integrados nos da como resultado el aterrizaje virtuoso.
Según, Albert Bollard, Ewan
Duncan, Petko Rangelov, y Marta Rohr de la firma McKinsey, un modelo operativo
de próxima generación se puede adaptar para proporcionar a las empresas
tradicionales la agilidad y la orientación al cliente que necesitan. Al hacer
la transición a un modelo operativo de próxima generación, la velocidad es
esencial. Es el punto nodal y la ventaja fundamental. La investigación llevada
a cabo por McKinsey muestra que las industrias se acercan a la marca del 40% de
digitalización, generalmente aseguran mejores cuotas de mercado.
Ahora las empresas deben competir
para ponerse al día. Para una empresa tradicional, el cambio a un modelo
operativo de próxima generación tiene varias etapas que se deben considerar:
Liderazgo. Comenzar con un
compromiso claro del liderazgo. Las cabezas tienen que conocer, tener voluntad
y transmitir la relevancia de los modelos de nueva generación.
Habilitar el cambio con medidas
como la formación de un equipo de funciones múltiples a tiempo completo para
gestionar la transición aun modelo operativo que sea más competitivo.
Asignación de fondos.
Estos elementos permiten que
ocurra el cambio de modelo, pero, evidentemente, por sí solos no lo acelerarán.
Una empresa tradicional acelera su implementación del nuevo modelo operativo al
permitir: tres acciones que deben llevarse a cabo al mismo tiempo:
Mejorar continuamente las
experiencias del cliente.
Integrar la tecnología con
operaciones mediante pruebas y aprendizaje.
Establecer formas ágiles de
trabajo a través de equipos enfocados en puntos específicos.
Un enfoque de toda la empresa es
crucial porque permite reorientarse hacia las necesidades del cliente, que
pueden ser fuentes de valor distintivas y se encuentran en el núcleo del modelo
operativo. Se trata de aprovechar las ventajas tecnológicas a favor del
cliente, facilitando y mejorando su experiencia, siempre sustentados en equipos
de trabajo multidisciplinarios y bien integrados.
Los modelos de nueva generación
implementan tres procesos de doble vía: las herramientas digitales permiten
generar nuevas experiencias con el cliente y la tecnología permite aumentar las
utilidades del negocio; la operación se lleva a cabo integrando grupos de
trabajo multidisciplinario que permita obtener una visión global y estos
equipos empiezan con actividades de crecimiento continuo; las nuevas
tecnologías son amigables y permiten implementaciones rápidas y la agilidad
inherente a la tecnología permite llevar a cabo pruebas que corrijan errores en
forma rápida.
Según Albert Bollard, socio de
McKinsey, al trabajar en las tres áreas a la vez, al implementar estos tres
procesos de un golpe, en lugar de uno o dos a la vez, cada área admite las
otras dos. Es una forma de optimizar el desarrollo y de impulsar un cambio
armónico. Para optimizar la experiencia de los clientes, las empresas, los
proyectos y los emprendimientos deben hacer que sus operaciones sean más
eficientes y receptivas.
La capacidad de realizar mejoras
rápidamente requiere equipos integrados que entiendan todas las facetas de los
clientes y las operaciones comerciales, y que se sientan cómodos persiguiendo
incrementos continuos de forma consistente. Al modificar simultáneamente la
rutina de sus clientes, las operaciones comerciales y los métodos de trabajo,
los titulares se mueven rápidamente hacia el modelo operativo de próxima
generación que les permitirá resistir las interrupciones y expandir su
participación en el valor de sus mercados.
No suena nada mal, resulta
congruente y atinado entender y adaptarnos a esta nueva generación de modelos
de negocios.
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