El papel de los usuarios en las redes sociales
FORBES- 25 de enero de 2018
En el contexto digital, una gran
parte de la responsabilidad al informarse recae en los usuarios, no toda la
culpa es de los medios.
Los usuarios se enfrentan a retos
de comunicación no vistos antes. Y no sólo por la cantidad de información o de
medios que aparecen diariamente, sino por la calidad y las diferentes
intenciones con que la información circula por el mundo digital.
Pero no sólo eso, debemos estar
conscientes de que todos los días recibimos un alud de noticias, que incluso se
contradicen entre sí y que el volumen de contenidos de todo tipo se incrementa
de manera exponencial durante periodos electorales, porque no sólo los medios
de comunicación hacen un seguimiento puntual de lo que sucede en el mundo
físico y digital, los propios usuarios también contribuyen al desarrollo de la
información ya sea desde sus perfiles o blogs personales.
No obstante, el mundo de las
plataformas digitales es un terreno virgen para la comunicación política,
porque ante la ausencia de una legislación clara y profunda, se aprovechan los
vacíos legales y se desarrollan prácticas al margen de la ley aprovechando los
algoritmos de las propias plataformas: bots, fake news, uso de influenciadores,
siembra de comentarios, creación de tendencias, campañas negras, guerra de
memes, creación de sitios falsos, inversión publicitaria no reportada entre un
largo etcétera.
En este impasse legal, se
encuentran los usuarios de redes sociales e Internet que prácticamente todos
los días navegan entre toda la información que se genera sin parar desde todas
las trincheras políticas y económicas, con una infinidad de puntos de vista y
con intenciones de generar opinión pública basada en rumores.
El asunto es que no sólo hay una
nueva oferta ampliada de medios, también existen una serie de productos que
innovan en formatos y narrativas que vuelven mucho más atractiva la información
y se colocan rápidamente en las preferencias de las audiencias. Desde las
infografías y las animaciones, hasta la micronarrativa de las historias de
Instagram o Facebook.
Todo este contexto nos habla no
sólo de una nueva ecología de medios, implica la aparición de un nuevo
consumidor, con nuevas habilidades y destrezas en el momento de informarse.
Estas pueden ser algunas de ellas.
Responsabilidad al escoger la
información. Antes podíamos culpar a los medios de comunicación; hoy, es
nuestra decisión dar click y leer los contenidos que nos llegan. Por ello,
antes de creer que hay una conspiración para desinformarnos, es importante
actuar con responsabilidad y decidir si vamos o no a creer los contenidos que
un medio ofrece antes de compartirlos. Es verdad que hay estrategias para
ponernos en la cara contenido de dudosa procedencia, sin embargo, es nuestra
responsabilidad el qué hacer.
Revisar fuentes y buscar en
medios alternos. Cuando la información que llega es alarmante, escandalosa o no
es clara, lo mejor es recurrir a otras fuentes para buscar información. Una
noticia importante debe tener réplicas en medios importantes, que no sólo la
publicarán, sino irán ampliando la información conforme se sepa más.
Dirigirse a fuentes oficiales.
Una práctica que por desgracia es poco común, es dirigirse a las fuentes
oficiales y corroborar que lo que se dice es cierto. El rumor está al alcance
de la mano, pero también la posibilidad de escuchar a los protagonistas como
primera fuente de información. Por ello, es importante que siempre, exista o no
la duda, vayamos a las fuentes oficiales a comprobar las noticias. Y no está de
más, voltear a ver la URL, a veces podemos llevarnos sorpresas con sitios fake.
Los medios tienen tendencias.
Seamos conscientes de ello o no, los medios de comunicación tienen tendencias,
lo que implica que escogerán la información de acuerdo con su propia agenda y
destacarán ciertos datos por encima de otros que, incluso, puede que ni mencionen.
En consecuencia, si un usuario de plataformas digitales quiere tener un
panorama mucho más completo de la realidad, lo mejor es consultar varias
fuentes, incluso de posturas diferentes o encontradas. Lo que a veces olvidamos
es que la verdad absoluta no existe, por el contrario, existen una verdad que
se construye basada en el consenso.
Usar el sentido común. Por lo
general, cuando hay alguna noticia muy importante o que trastoca el panorama
informativo, es común que sea la consecuencia de una serie de eventos previos.
Cabe preguntarnos sobre los antecedentes del dato. Dudar es la mejor arma
contra las noticias falsas.
Cuesta trabajo aceptarlo, pero es
un hecho que el informarse en el contexto digital, es un acto de
corresponsabilidad entre medios y usuarios, pues los primeros ofrecen un
contenido que los otros deciden compartir y comentar. Al hacerlo, contribuyen a
crear tendencias y flujos de información que afectan a otros usuarios y
contribuyen a crear la opinión pública desde las fronteras de lo digital.
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