El bienestar en el trabajo ya no es
una utopía
FORBES- 11 de enero de 2018
Una de las mejores cosas que
puede pasarle a una persona es encontrar un lugar de trabajo en el cual pueda
desarrollar sus actividades laborales e interactuar con sus colaboradores,
líderes y colegas en un ambiente naturalmente saludable dentro de la
organización. Definitivamente esta experiencia diaria puede ser comparable con
disfrutar un apacible atardecer, recostado en un camastro a la orilla del mar
en total estado de relajación. ¿Recuerdas lo bien que se siente?
Hasta el día de hoy, la mayoría
de las personas con las que me relaciono buscan continua y exhaustivamente
sentirse bien consigo mismas y por consecuencia ser referentes de un bien estar
con los demás. Claro, también existen personas que a toda costa encuentran
malestar en lo que hacen o los rodea, es más, buscan generarse condiciones de
mal estar para sentirse bien con eso.
Los elementos en el lugar de
trabajo se están encaminando a acrecentar el deseo por alcanzar un estado
óptimo de vida, los líderes empiezan a adaptar sus comportamientos para ser
role models y las personas están asumiendo su responsabilidad para influir en
sí mismos y en los grupos de trabajo. La
realidad del bienestar en el trabajo está tomando un rumbo distinto.
Homeostasis dentro de la
organización
Las empresas están compuestas de
decenas, cientos o millares de colaboradores que trabajan juntos para el
mantenimiento de toda la organización. Si bien las personas pueden desarrollar
diferentes funciones, todos los colaboradores poseen requerimientos similares
en su lugar de trabajo; requieren de satisfacer a determinadas necesidades
bio-psico-sociales para su óptimo funcionamiento.
Esto es análogo a lo que ocurre
con un organismo vivo. Mantener un ambiente interno estable, con todas las
sustancias que se necesitan para sobrevivir
(oxígeno, glucosa, iones minerales, remoción de desechos), es imprescindible
para el bienestar de las células individuales y para el bienestar de todo el
cuerpo. Generar homeostasis.
El 80% de los colaboradores que
trabajan en Los Mejores Lugares para Trabajar en México, sienten que sus
organizaciones son psicológicamente y emocionalmente saludables para trabajar,
y 82% expresa el hecho de disfrutar colaborar en ellas.
Dentro de las organizaciones
también es necesario generar procesos homeostáticos que refieran a la
estabilidad, el balance o el equilibrio, para mantener un ambiente interno que
optimice su funcionamiento; conservar este ambiente requiere de un monitoreo
constante y ajustes a medida que las condiciones cambien. Una regulación en las
prácticas de bienestar laboral y su impacto en los trabajadores.
La canasta de las manzanas
Recuerdo una metáfora que hacía
alusión a la forma en que un grupo de manzanas podrían terminar podridas, aun y
cuando se encontraran en óptimas condiciones para ser consumidas. Se dice que
si tú colocaras una manzana en estado de descomposición dentro de un canasto
donde hay otras manzanas comestibles, en un poco tiempo las manzanas más
próximas empezarán a contaminarse por el lado que contacta con la manzana
podrida par después terminar pudriendo el cesto completo.
En términos del bienestar de las
personas dentro del lugar de trabajo ocurre lo mismo. La cesta de las manzanas
puede ser amplia, cómoda y hermosa, sin embargo no todo lo referente a
bienestar está asociado con los espacios físicos, programas de salud o balance
de vida.
Bienestar laboral también se
trata de relaciones entre los integrantes de un equipo de trabajo. Si una
persona no procura una vida saludable física, emocional y mentalmente, empezará
a manifestar comportamientos tóxicos hacia el trabajo. Expresar abierta y
constantemente inconformidad dentro del lugar de trabajo o mostrar gestos mal
encarados, estará sobreexponiendo
diariamente a las demás personas a recibir mensajes de malestar.
Por ello es tan importante que en
los lugares de trabajo se promuevan . La creatividad y los espacios
colaborativos son dos claves que facilitan que esto ocurra.
Wellness Influencers
En cuanto al líder sería
importante descargarle la responsabilidad de proveer bienestar a cada uno de
los colaboradores. No quiero decir que el líder deba necesariamente
desobligarse del bienestar en el trabajo, mi intención es proponer un remplazo
de paradigma en el cual asuman un rol como modeladores de salud física,
psicológica y administrativa frente a la organización.
En los últimos años las personas
nos hemos dividido en un grupo de followers y un grupo de influencers. De
acuerdo con el estudio más reciente de Los Mejores Lugares para TrabajarTM para
la generación Millennial, la credibilidad en los líderes alcanzó un 80% de
favorabilidad. Definitivamente a mí me inspiraría aun más contar con un líder
que cuida su alimentación, respeta sus horarios laborales, cuenta con apoyo de
un coach o terapeuta, práctica algún ejercicio y sobretodo que demuestre un
estado actitudinal genuinamente positivo.
Observar a un líder enfermizo,
tenso, que no procure su salud, carente de relaciones afectivas sanas y con un
bajo rendimiento en su desempeño; no es definitivamente lo que me inspiraría a
buscar mi bienestar. Apreciaría a un
modelo que de manera congruente se apegue a la filosofía de la organización que
procura el bienestar de las personas que le contribuyen.
Cada quien lo suyo
En la parte más primitiva de
nuestro origen seguiremos siendo animales mamíferos y como tal nuestra
naturaleza nos encauza a depender de otros para generar estados de satisfacción,
desde nuestras más básicas necesidades hasta los requerimientos socio
emocionales más complejos.
En la segunda década del siglo
XXI, la especie humana tiene mayores posibilidades de generar más auto
bienestar que en cualquier otro momento de la historia. Las personas en sus
lugares de trabajo ahora son más capaces de proveerse a sí mismos lo necesario
para sentirse y estar bien.
Por ejemplo, términos como estrés
laboral eran poco comprendidos en el pasado, hoy podemos a través de diferentes
herramientas y técnicas aprender a autorregularlo. Las personas en sus lugares de trabajo tienen
mayores oportunidades de definir para ellos mismos las acciones que les
producen un estado de mayor satisfacción cotidiana, desde la personalización de
un espacio físico, la definición del horario laboral, el establecimiento de sus
propias metas y sus propios planes de desarrollo personal en el trabajo.
Estar bien en el trabajo está
dejando de ser una utopía y se está aproximando cada vez más a una realidad
humanística en las que las personas están dejando de ir a trabajar por un
sueldo, acuden a un lugar en el que encuentran estados de bienestar.
Se dice que el bienestar en el
trabajo puede asemejarse con un unicornio, algunas personas consideran que es
parte de la mitología, otras cuantas creen en su existencia, los menos
confirman haberlo visto; pero pocas, muy pocas pueden asegurar que lo poseen.
*Knowledge Management Manager, Great Place to
Work México
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