Pymes, WhatsApp y privacidad
FORBES- 20 de julio de 2017
Empresas de todos tamaños
empiezan a utilizar al popular mensajero como un canal de comunicación
corporativa, sin embargo, existen vacíos legales que hay que cuidar.
Desde hace poco más de un año,
muchas empresas han empezado a utilizar WhatsApp como un canal de comunicación
directo entre marcas y usuarios. Ello se debe a que el popular mensajero de
Internet se ha vuelto muy versátil en cuanto a sus funciones, sin contar que
está presente en gran cantidad de smartphones y que su uso es, hasta cierto
punto, gratuito.
WhatsApp cuenta con más de 1,200
millones de usuarios a nivel mundial y es la segunda plataforma de comunicación
digital más usada en el mundo, sólo después de Facebook, que se acerca a los
2000 mil millones de usuarios.
Los datos de WhatsApp sobre su
uso resultan sorprendentes: diariamente se envían 42 mil millones de mensajes,
además de 1,600 millones de fotografías diariamente; se realizan casi 100
millones de llamadas de voces al día y 55 millones de llamadas de video en el
mismo periodo. Se calcula que 175 millones de usuarios actualizan diariamente
sus estados.
La historia de WhatsApp es
relativamente reciente. La aplicación tiene nueve años de estar en el mercado y
desde entonces no ha dejado de crecer. En 2014 fue adquirida por Facebook y si
bien en ese momento no hubo un plan de comercialización evidente, la aplicación
de mensajería poco a poco ha ido cambiando hasta convertirse en una plataforma
que va mucho más allá de simplemente enviar mensajes privados entre usuarios.
WhatsApp no es propiamente una
red social, ya que hasta hace poco los mensajes y la interacción ejercida no
eran públicos, se mantenían privados y la capacidad de mantener comunicación
con otros usuarios dependía de tener registrado entre nuestros contactos el
número celular del otro usuario, lo que limitaba la cantidad de personas con
las que podíamos mantener una conversación o con las que podíamos estar en un
grupo.
Sin embargo, el asunto se
resolvió una vez que estaciones de radio y de televisión empezaron a tener
números de celular para interactuar de forma directa con sus usuarios y
mantener abierto un canal de comunicación.
El paso natural de las marcas
hacia WhatsApp como canal de comunicación comercial inició con las Pymes:
muchos pequeños negocios tenían como medio principal de comunicación un
teléfono celular. Que los usuarios les hicieran preguntas, mandaran fotografías
de sus casos e incluso recibieran presupuestos, se convirtió en algo
relativamente común. Poco a poco, las marcas con presencia nacional e
internacional se han sumado a la plataforma con el afán de tener un contacto
más cercano y directo con los usuarios.
Las funcionalidades de WA han
convertido a la plataforma en un canal muy dinámico, puesto que no sólo se
limitan a mandar mensajes o fotos, sino ahora se pueden enviar gif’s animados y
prácticamente cualquier tipo de archivos (desde archivos comprimidos hasta
aplicaciones); además, cuenta con los estados, una narrativa digital muy
similar a la que tuvo Vine en su momento y ahora Snapchat y el propio Facebook
e Instagram.
Todas esas funcionalidades le
permitirían a una marca hacer una campaña de comunicación completa, con
promociones y con un nivel profundo de interacción entre usuarios y empresas.
Sin embargo, hay algunos puntos que deben considerarse.
Al tratarse de una plataforma que
recaba información sensible como números de teléfono, nombres y
geolocalización, las marcas deben tener claro el marco normativo además de
contar con un protocolo claro para el tratamiento de datos personales.
En este sentido, el Instituto
Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos
Personales (INAI), sugiere a los usuarios de las plataformas digitales que
conozcan los Derechos ARCO, (Acceso, Rectificación, Cancelación y Oposición) con
el fin de que conozcan hasta dónde puede llegar una empresa con los datos
personales.
Por esa misma razón, es
importante que, si una empresa o marca va a iniciar una estrategia de
comunicación a través de este servicio de mensajería, conozca las leyes que hay
al respecto y evite caer en un delito que puede ser sancionado. Por ejemplo,
una empresa no podría enviar un mensaje a través de WA a un usuario
desconocido, puesto que la comunicación debe ser iniciada por el usuario y debe
contar con la posibilidad de salir de la conversación en el momento o bien debe
contar con su autorización para recibir ese tipo de mensajes.
Además, se debe garantizar que el
usuario salga de un chat cuando ya no quiera seguir la conversación ya fuera
uno a uno con la empresa o bien en un chat grupal.
Las posibilidades de crear
campañas en WA cada día son más amplías por la apertura de la plataforma, sin
embargo, existen una serie de acciones en las que se exponen datos privados de
las que ni usuarios, ni empresas son conscientes, pero que sí pueden causar
problemas legales si no son debidamente atendidos.
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