Barreras, clientes y proveedores
FORBES – 24 de julio de 2017
La principal barrera entre clientes
y proveedores es la inclusión tecnológica, pero esto ya Latinoamérica lo puede
romper y capitalizar de muchas maneras.
Históricamente, a partir de
necesidades que (en muchas ocasiones) generan estrés o altos niveles de
insatisfacción, es que se crean las mejores innovaciones que aumentan nuestro
nivel de vida, globalizándonos y, en algunos casos, cambiando el curso de la
historia.
Airbnb se crea debido a que dos
estudiantes de diseño se dieron cuenta que ese mes no podían pagar el alquiler
de su piso. Uber se crea por la frustración de no poder conseguir un taxi.
Netflix nace debido a una multa por devolver una película con días de retraso.
Actualmente, no podemos imaginar
a la industria del hospedaje, el transporte y la televisión sin estos productos
que nos permitieron mejorar nuestro nivel de vida y, sin duda, cambiaron el
curso de la historia.
Al ver la posición del señor
Donald Trump, la cual, evidentemente, genera estrés y altos niveles de
insatisfacción en distintos países, especialmente en Latinoamérica, me pregunto
dos cosas: ¿Será que esto es, más bien, una oportunidad para que nuestra región
y su gente pongan a volar su creatividad para innovar? ¿Y si mejor nos
decidimos a cambiar el curso de la historia?
En el comercio electrónico entre
empresas, hay un dato que no es muy conocido: Latinoamérica es una de las zonas
más desarrollados del mundo en facturación electrónica, líder indiscutible por
encima de Estados Unidos (EU), Europa y Asia.
No en muchos indicadores se puede
posicionar a Latinoamérica como líder mundial, por lo que creo que, al tener en
cuenta esta información, vale la pena hacer una pausa en EU y analizar con
detenimiento el significado de esto.
Las empresas en Latinoamérica ya
cuentan con un lenguaje de comunicación estandarizado, como lo es la factura
electrónica. Esto, aunque ya lo vemos como “cotidiano”, es algo sumamente
valioso, ya que, en foros en otras partes del mundo, se invierte mucho en
interoperabilidad y en lograr un estándar universal y, aunque se logra entre
grandes empresas, no cuenta con un nivel de masificación con los niveles de
Latinoamérica.
Además, la región cuenta con
países líderes en la materia, como Chile, México y Brasil, y otros en proceso
de implementación de un proyecto de este tipo, como Perú y Colombia, por citar
algunos ejemplos.
Lo anterior les da a las empresas
una oportunidad única en una región con un PIB de más de 10 billones de
dólares. Si cientos de miles de empresas ya tienen “factura electrónica en un
sólo formato” (algo que le ha resultado imposible a EU), estamos a punto de
capitalizar un ecosistema digital que pondría en condiciones de competitividad
muy interesantes a pequeñas y medianas empresas mexicanas con posibilidad de
ser, en muy corto plazo, regionales, y las puertas que se abrirían podrían ser
mayores que las que potencialmente estaría cerrando EU.
Por cierto, se podría potenciar a
la región de Latinoamérica como un modelo de referencia, sobre todo, para EU.
La principal barrera entre clientes y proveedores es la inclusión tecnológica,
pero esto ya Latinoamérica lo puede romper y capitalizar de muchas maneras.
Así como, años atrás, el Internet
fue, sin duda, uno de los principales gestores del acceso universal a la
información, rompiendo las fronteras geográficas y abriendo una era
inimaginable de acceso a la información, actualmente lo es la facturación
electrónica, que ya ha sido implementada de forma exitosa y, al unificar el
idioma digital de las partes, permite, de una forma muy simple, automatizar y
evolucionar mucho en el mundo B2B.
Ante un escenario de ese tipo,
por más que se construya un muro fronterizo de forma física, son mucho mayores
las oportunidades en el mundo digital, donde no existen fronteras o muros, y
donde las oportunidades son cada vez mayores para una región como
Latinoamérica, que ya es referencia en comercio electrónico a nivel mundial.
Y, como lo mencioné al inicio del
artículo, históricamente, a partir de necesidades que (en muchas ocasiones)
generan estrés o altos niveles de insatisfacción, es que se crean las mejores
innovaciones que aumentan nuestro nivel de vida, globalizándonos y, en algunos
casos, cambiando el curso de la historia. ¡Y Latinoamérica tiene una gran
oportunidad!
*Sergio Chaverri es cofundador de
Gosocket Corporation.
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