¿Emprender, emplearse o independizarse?
FORBES -21 de julio de 2017
Cuando alguien hace lo que le
apasiona, lo hace como nadie, lo disfruta y entrega con gusto su vida
profesional a ello, libra exitosamente los obstáculos y es un ejemplo a seguir.
¿A quién no le fascinan historias
como la de Steve Jobs, Bill Gates y Michael Dell, que comenzando con
absolutamente nada y laborando desde su garaje o dormitorio, construyeron un
imperio? Muchos jóvenes están soñando u ocupándose para construir su App que
piensan les generará millones de pesos para no tener que trabajar nunca más. Y
también hay muchas otras personas que dicen que cuatro de cada cinco negocios
fracasan y que más nos vale encontrar un empleo y dejar de construir “castillos
en el aire”.
Hay muchos ejemplos de negocios
que han prosperado y muchos otros que han fracasado. Hay miles de personas que
son felices en un cargo y otras a las que les pesa ir a trabajar. Hay libros
que promueven el emprendimiento y universidades que prefieren preparar a los
estudiantes para puestos clave en empresas. Es obvio que ya no solamente se
trata de elegir carrera, sino de tomar uno de tres caminos que pueden ser
bastante diferentes: colaborar en una compañía, ser independiente (“freelance”)
o emprender en un negocio.
Yo estoy convencido de que todos
deben seguir su pasión. Cuando alguien hace lo que realmente le apasiona, lo
hace como nadie más lo haría, lo disfruta y entrega con gusto su vida
profesional a ello, libra exitosamente los obstáculos y es un ejemplo que
seguir. El éxito financiero será secundario para esa persona, pues podría hacer
lo que le apasiona, aún sin que le pagaran y, curiosamente, así es como
empezará a fluir el dinero a su vida. Todas las virtudes y capacidades las
llevas al extremo positivo cuando te apasiona lo que haces, del mismo modo que
todos los defectos y deformaciones se pronuncian cuando alguien odia lo que
hace.
¡Qué fácil se escucha todo esto!
¡Simplemente sigue tu pasión y ya está! En el mundo real, hay al menos un
problema: muchos no han descubierto lo que les apasiona (algunas, incluso,
mueren sin descubrirlo) y en la mayoría de los casos es porque confunden lo que
les apasiona con lo que les gusta.
Cuando algo sólo te gusta, puede
ser simplemente un pasatiempo, una afición o un placer. La diferencia entre
esto y lo que te apasiona, es que el placer termina consumiéndose a sí mismo,
termina mostrando su verdadera cara, no te hará feliz eternamente. Mira estos
ejemplos: te fascina el pastel de chocolate, te comes una rebanada y te sientes
bien, te comes dos y te empieza a empalagar, la tercera ya te da náuseas. Sé
que disfrutas mucho tus series favoritas, pero después de unas cuantas horas ya
te fastidiaste y quieres hacer otra cosa. A todos nos gusta descansar, pero
nadie dirá que su pasión es estar acostado en su cama, porque después de un suficiente
tiempo, hasta eso te produce llagas.
Tu pasión es algo infinitamente
más grande. Algo que te hace levantarte antes de que suene el despertador, algo
que harías, aunque no te pagaran, que te emocionas al hablar de ello, que no te
cansa, aunque vivas en completa inmersión. Es algo por lo que todo lo demás
vale la pena.
Descubrir tu pasión no es fácil,
pero es posible. Primero, imagina cómo sería tu ser más elevado, tu versión más
exitosa; por ejemplo, si fueras célebre, famoso o famosa, o si tuvieras mucho
éxito en algo, o si la historia te recordara, o si fueras un gran modelo que
seguir ¿Por qué razón sería? ¿Qué te distinguiría? ¿Qué te haría sobresaliente?
Debe ser algo que te encanta, que te interesa sobremanera o se te facilita
mucho. Seguro es algo que ya otros se han dado cuenta que tienes, incluso hasta
han pensado que tienes “el don” de eso.
Luego, imagina con qué actividad
podrías contribuir al mundo ¿Qué cosa puedes hacer que genere tanto valor, que
las personas estarían dispuestas a pagar por ello? Y finalmente, piensa en
aquellas cosas que nadie podría hacerlas como sólo tú las haces; no es que las
hagas mejor, sino que las haces de forma tan especial, que muy pocos podrían
igualar tu resultado, tu forma o “tu toque”.
Aún con estos pasos, encontrar tu
pasión quizá no sea algo inmediato. Quizá te tome algunos minutos, horas, días
o meses, pero no te rindas, sólo mantente atento reflexionando sobre esto.
Conociendo tu pasión, podrás
saber si tu futuro está en emprender, emplearte o independizarte y sabrás hacia
dónde dirigirte. Incluso si ya tomaste un camino, sabrás hacia dónde enfocarte
dentro de tu empresa o tu negocio. Recuerda: lo que decidiste en el pasado es
muy importante, pero lo que decidas a partir de ahora, es mucho más importante.
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