8 tipos de publicidad digital a evitar
FORBES – 27 de junio de 2017
La publicidad digital puede
llevar tu marca al éxito, si tomas decisiones correctas. Si no, no funciona.
Aquí mostramos ocho malas decisiones que te impiden lograr buenos resultados.
En innumerables ocasiones, la
transformación tecnológica ha demostrado que puede ir más rápido que las costumbres.
Aproximadamente hace 10 años, cuando dotamos a las máquinas de capacidad de
decisión para la compra de medios, vivimos una revolución en la forma de hacer
marketing; sin embargo, nos hemos quedado con algunas prácticas de inversión de
medios que disminuyen la efectividad en los resultados.
Por fortuna, son circunstancias
que se pueden evitar conociéndolas de antemano. Para ello, compartiré a
continuación los tipos de campañas cuyas características provocan efectos no
deseados:
1.- Campañas sobresegmentadas
La data es una gran herramienta
que ayuda a dirigir nuestros mensajes publicitarios a un público objetivo
específico, identificando cientos de miles de segmentos para tener una campaña
personalizada. En muchas ocasiones se abusa de este recurso, lo cual incrementa
el costo del impacto y disminuye considerablemente la cantidad de personas a
alcanzar.
Por ejemplo, definir que el
segmento esté constituido por hombres + de 25 a 35 años + con tarjeta de
crédito + que le guste el teatro + que haya viajado en el último mes + con casa
propia + ciclista + fumador de puros, podría ser una buena combinación para
vender algún artículo de lujo, pero probablemente el resultado de esta
estrategia no justificaría el costo incremental de utilizar todos los segmentos.
2.- Campañas con proxys como
objetivos principales
Hace unas semanas estaba viendo
los resultados de una campaña de ventas optimizada bajo ROI (Retorno de
Inversión), la cual mostraba una mejora de más del 50% sobre su costo de
adquisición. Increíblemente, el anunciante no estaba contento porque ya había
bajado su porcentaje de clics (CTR).
No es que la medición de ciertos
rubros no sea importante, pero nunca deberían ir por encima de los resultados.
En general, una estrategia que te mejora el ROI, ventas o incremento de valor
de la marca, debería de continuarse a pesar de que bajen métricas como
proporción de clics (CTR), viewability, costo por millar (CPM) o costo por
vista de video completada.
3.- Campañas mensuales
En Latinoamérica es muy común manejar
la publicidad mensualmente, con fechas establecidas de inicio y fin. Esto
normalmente se origina por la manera en que están planeados los presupuestos;
sin embargo, no significa que fuera de los cierres de facturas no se pueda
mantener activas las campañas.
Hacer cierres mensuales implica
que la campaña del mes actual “no aprenda” de la experiencia previa, y puede
significar que no hay un seguimiento o secuencia en la comunicación.
4.- Campañas basadas en sitios
En muchas ocasiones, se sigue
utilizando un sitio específico para el desarrollo de una campaña. Este es solo
uno de la gran cantidad de parámetros a tomar en cuenta para decidir si
conviene utilizar ese espacio publicitario y cuánto valor tiene para la marca.
Otra costumbre es el uso de una
whitelist, que es la lista de sitios específicos y predilectos para anunciar la
publicidad. Esto es una buena estrategia para medir y comparar variables -como
la seguridad de la marca-, pero al obligar a la plataforma a enfocarse a un
grupo pequeño de sitios se están inhibiendo otros websites que pudieran traer
mejores resultados.
Se calcula que todos los días se
abren más de 800,000 sitios nuevos en internet, por lo que resultaría imposible
elegir de forma manual los espacios publicitarios que nos pueden traer mejores
resultados.
5.- Campañas basadas en formatos
Las marcas tienden a separar sus
presupuestos por formato de campañas: video, display, móvil, nativo, audio,
formatos sociales, etc., lo cual puede derivar en una mala optimización del
presupuesto publicitario. La capacidad de decidir a qué formato dar mayor o
menor peso, se le debe otorgar al algoritmo de compra de medios, para que
realice optimizaciones en tiempo real.
6.- Campañas con una sola
estrategia
Durante la creación de las
campañas, normalmente hay un subnivel llamado “estrategias”; éste se utiliza
para probar diferentes estrategias con un objetivo común y ver qué variables
están funcionando adecuadamente.
Se puede realizar una estrategia
totalmente abierta, es decir, sin ningún tipo de segmentación, para comparar el
resultado versus otras estrategias como hiper-localización, 3rd party data,
private market places, filtros de seguridad, entre otras. Así, se pueden elegir
las estrategias con mejores resultados, frente a lo que las campañas abiertas
aportan.
7.- Campañas con un solo mensaje
Como en el punto anterior,
utilizar un solo mensaje (copy, formato, concepto creativo) para todas nuestras
estrategias, impide aprovechar la capacidad de impactar diferentes grupos de
usuarios de una manera personalizada, ya que alcanzar a la misma persona con el
mismo mensaje por mucho tiempo puede afectar los resultados. Esto pasa con
frecuencia cuando se trabajan formatos con mucha producción que terminan con
los presupuestos de desarrollo creativo.
8.- Campañas basadas en señales
débiles
Dentro de las capacidades de
segmentación que tienen las plataformas programáticas de compra de medios,
pueden existir señales fuertes o débiles. El hacer una campaña basada en
segmentos con señales débiles puede aumentar el costo, sin tener un beneficio
adicional en los resultados.
Por ejemplo, algunas señales
débiles muy utilizadas incluyen campañas para usuarios que hicieron “like” a
alguna marca, que leyeron o vieron un contenido específico e, incluso, el sexo
y edad, datos que no son señales suficientemente fuertes para mejorar los resultados.
Al contrario de estos casos,
¿cuáles identificas tú que sí lleven tu publicidad digital al éxito?
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