Jóvenes: ¡Dejen de gastar! Tengo que
decírselos
FORBES- 9 de junio de 2017
Alguien te lo tiene que decir: la
única forma financieramente adecuada de vivir es sin carencias y sin excesos;
cualquier otra trae consigo un alto precio para tu futuro.
Eres joven y seguramente no sabes
que comprar algo no siempre fue así de fácil: hace muchos años, lograr un
crédito era muy complicado ¡En serio! Para lograrlo te pedían un montón de
requisitos nada fáciles de cumplir. Actualmente, a veces con una simple
credencial de elector puedes obtener el artículo que quieres y pagarlo en muy
cómodas mensualidades. Ya ni siquiera le llaman “crédito”, ahora sólo te
preguntan: “¿Lo quieres a meses?”
Comprar un teléfono de 5, 10 o 20
mil pesos (que es mucho más que el ingreso mensual promedio de un mexicano)
ahora es algo normal porque lo pagas en 24 mensualidades “muy cómodas”; pero la
realidad es que este tipo de compras pueden ser muy peligrosas si no aprendes
cómo hacerlas correctamente. Yo he visto personas que compran regalos navideños
“a 48 meses”, lo que significa que las próximas tres navidades seguirán pagando
el regalo que quizá para entonces ya ni siquiera existirá.
Hechas de la forma incorrecta,
este tipo de compras producen enfermedades financieras graves y a veces
incurables. Se parecen a los alimentos: en ocasiones ni siquiera sabes que son
cancerígenos, pero dado que “de poquito en poquito” no se nota que hagan daño,
sigues consumiéndolos hasta que se convierten en algo terrible y, a veces, ya
es demasiado tarde.
Siendo joven, seguramente estás
contaminado con la tremenda publicidad y marketing que han provocado que muchas
personas piensen que ser exitoso en la vida significa tener muchos lujos y
poder presumirlos. Prefieres el coche más lujoso, la tecnología más moderna, la
ropa de mejor marca, los restaurantes más exclusivos, los regalos más finos, la
vivienda con mejores acabados, aunque todo esto sirva para casi lo mismo que
las versiones menos onerosas, que no causan problemas financieros. Y al final,
comprar estas cosas te pone en aprietos y terminas concluyendo que no ganas lo
suficiente, que en tu empresa te pagan mal y en muchos casos terminas
cambiándote de trabajo por un mejor sueldo, perdiendo tu antigüedad y
metiéndote en más problemas a futuro. Sólo estás perpetuando el ciclo
destructivo, así como haciéndolo más grave.
Te ofrezco una disculpa por ser
tan honesto y directo, pero alguien te lo tiene que decir claramente y yo te lo
estoy diciendo ahora, de una forma que no puedes dejar de entenderla: la forma
financieramente adecuada de vivir es sin carencias y sin excesos; cualquier
otra forma trae consigo un precio que tendrás que pagar de una u otra manera:
ya sea a costa de tu salud, de tu bienestar, de tu patrimonio, de tu familia,
de tu tranquilidad, de muchísimas horas de trabajo, de tu futuro o de tus
sueños.
Ser exitoso no significa
necesariamente vivir en excesos financieros. Vivir con tantos lujos tristemente
es la mejor forma en que el fracaso se disfraza de éxito.
Eso no significa que no puedas
adquirir un lujo de vez en cuando, pero debes hacerlo inteligentemente, de una
forma que no te afecte ni ahora ni a futuro.
La forma correcta es cuando
primero logras los recursos para comprar y luego haces la compra. Primero tus
ingresos, luego tus gastos. El truco es que tus gastos persigan a tus ingresos
y no al revés.
Además, los recursos de los que
hablo no son los que compiten con tus necesidades básicas actuales o futuras.
No venderías una pared de tu casa para poder comprarte un lujo ¿verdad? Pues
tampoco le robes un muro a tu familia, un pilar a tus ahorros o una columna a
tu jubilación, para gastar en cosas que se deprecian hasta volverse
inservibles.
Finalmente, una compra
inteligente es la que siempre cumple dos criterios: estará en tu presupuesto el
tiempo suficiente y además corresponde a tu nivel de ingresos y no al de
alguien más. Cuando veas que alguien compró algo que no corresponde a su nivel
de ingresos, compadécelo, porque está cometiendo un grave error y peor aún:
disfruta presumiéndolo. Al no hacer ese tipo de compras, debes felicitarte por
ser más inteligente y la prueba será… el tiempo.
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