Fashion tech y Retail tech
FORBES- 23 de junio 2017
Fashion tech o retail tech se
refiere a las starups que apoyándose sobre tecnología están también
redefiniendo el negocio de la moda, el de la belleza y la venta al detal.
Nos hemos acostumbrado a oír
hablar de fin tech en referencia a aquellas startup o nuevas empresas
disruptivas para el sector financiero. Son estas las empresas que están arrancando
trozos de la cadena de valor de los bancos y creando nuevos negocios a precios
más competitivos para los clientes de la banca. Esta dinámica no se limita al
campo financiero sino que afecta otros sectores incluido el de moda, belleza y
venta al detal. El termino fashion-tech se refiere a las startups que
apoyándose sobre tecnología están también redefiniendo el negocio de la moda y
el de la belleza. Las retail-tech son las empresas de nueva creación que hacen
lo propio en el campo de la venta al detalle.
En el curso que imparto en IE
Business School a los alumnos de IMBA y que llamo “Premium & Luxury
entrepreneurship” revisamos como a lo largo de la historia la oportunidad para
crear nuevas empresas nace siempre de los cambios. Cambios en tecnología,
cambios sociales o cambios económicos. Como Armani entendió que el cambio
social que suponía incorporación de las
mujeres al mundo del trabajo en el
entorno corporativo y el impacto que tendría en su forma de vestir. Hayek
entendió la oportunidad del cuarzo para el sector relojero suizo. Lo vio como
una posibilidad no como amenaza y creó Swatch salvando la industria en Suiza.
Internet ha permitido el
descalabro o la redefinición del entorno competitivo en algunas categorías
premium y lujo. Las gafas siendo el más relevante. Warby Parker el pionero en
EU. Hoy en todos los continentes nuevos jugadores nos ofrecen un producto de
calidad similar a los líderes a una quinta parte del precio. Hawkers en España,
Gentle Monster en Corea, “pure players” de internet, sin estructura que pueden
reducir sus márgenes para darnos más valor. Luca Solca identifica en uno de sus
estudios que además de gafas esta disrupción es notable en la categoría de
zapatos masculinos.
En el mundo de la belleza LÓreal
ha pisado el acelerador invirtiendo en Founders Factory, una aceleradora en
Londres para tener acceso a las startups con más potencial. Para ello
seleccionan cinco al año de casi 180 solicitudes presentadas en 2016. La
cosmética sigue siendo todavía la categoría premium menos comprada on-line
aunque una de las que más ha crecido en 2016. Es en el sector de la belleza es
donde vemos sobre todo el impacto de otras tecnologías que no son e-commerce.
Entre las seleccionadas este año por LÓreal una plataforma de tratamientos personalizados
Insitu, una app para manicura Preemadonna, una plataforma para conectar con
influencers Tailify, un sitio de asesoramiento Velezay y una startup de
geolocalización Cosmose.
Nos queda también por ver todavía
el impacto que la impresión 3D puede tener en el desarrollo de productos
personalizados. En particular en la joyería puede ser una tecnología disruptiva
ya que transforma los precios de los productos a medida tan demandados.
Desde la perspectiva del retail,
internet y el e-commerce obligan a las tiendas físicas a reinventarse ya que
ahora podemos hacer nuestras compras on-line desde el sofá de casa. Por ello
las tiendas deben ser lugares que aporten algo más, que merezcan que nos
desplacemos. A las tiendas les toca redefinir su papel para dejar de ser
lugares donde se despacha el producto y convertirse en lugares para vivir
experiencias. En retail-tech veremos en los próximos años nacer empresas que
ofrecerán servicios que permitan a las tiendas proporcionar una mejor
experiencia basadas en la tecnologías de Internet of Ihings/ Internet de las
Cosas o IOT.
Por otro lado, ya hemos asistido
al nacimiento de nuevas empresas que aprovechando internet se han convertido en
la tabla de salvación de las tiendas. Léase Farfetch o Trouva ambas en UK. Otros
como Le Guide Noir y Olapic nacen para dar servicio y navegar el difícil mundo
de las influencers y de la comunicación en redes sociales.
En este contexto los jugadores
bien establecidos reaccionan para no quedarse fuera de juego. Algunos como LVMH
pescan a sus directivos digitales en el charco de Apple. Otros como L´Oreal han
comenzado sus propias aceleradoras. Otros como H&M organizan competiciones
como Global Change Awards que les abren el camino a la innovación.
Lo que es claro es que ni la moda
ni el retail pueden quedarse fuera de la necesidad de innovar. Para ello
persiguen diferentes caminos. Uno que ha mostrado su eficacia es lo que se
llama “corporate venturing”. Se trata de
establecer conexiones y acoger y apoyar a emprendedores aportándoles un cliente
y con el objetivo de captar talento, aprender nuevos modelos de negocio y
tecnología. Damos la bienvenida a una nueva forma de emprendimiento corporativo
para dinamizar los procesos de innovación.
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