La ecuación de las
multigeneraciones
FORBES -8 de junio de 2017
Es importante entender qué es lo
que motiva a Millennials y Centennials, porque sientan las bases para nuevas
estrategias. Hay organizaciones que han modificado estructuras
organizacionales.
Últimamente el tema de las
generaciones en el lugar de trabajo está en la boca de todos, ya sea para
romper el hielo antes de una reunión de trabajo, entre amigos o en familia, es
algo que impacta a todos los que día a día colaboramos en una organización.
Hay personas que ya están
cansados del tema y que por más que le dan vueltas, siguen sin encontrar qué es
lo que quieren las nuevas generaciones que están incorporándose a las filas organizacionales.
Si este tema se tratara de una operación matemática, la ecuación estaría
repleta de divisiones y restas.
Sin duda, es importante entender
qué es lo que motiva a los Millennials y Centennials, porque sientan las bases
para idear nuevas estrategias de atracción y retención de talento. Sin embargo,
no todo se trata de estas generaciones. ¿Y, qué pasa con las demás?
Después de todo, el grueso de la
población ocupada en México presenta una diversidad generacional, ya que el 23%
de 20 a 29 años, 24% de 30 a 39 años de edad, y 22.5% de 40 a 49 años, haciendo
que el espectro generacional aumente y se hable de Multigeneraciones.
Cuando nos vemos inmersos en un
lugar de trabajo diverso colaborando todos juntos, es hora de ir más allá y
cuestionarnos ¿cómo hacer que colaboren bien y por las buenas, colaboradores
con diferentes edades y diferentes necesidades? ¿Qué hacer para sumar y no
restar?
Seguro has sido testigo o te
encuentras en una situación donde veas equipos conformados por ejemplo por un
Director Baby Boomer que tenga a su cargo uno o varios Gerentes de la
Generación X, que a su vez tenga un equipo conformado por coordinadores,
analistas y/o becarios de las Generaciones Millennial y Centennial.
Puede parecer como una pesadilla
organizacional, sin embargo, la clave está en subirse al barco de los cambios
que vivimos en los estilos de trabajo que al mismo tiempo empujan a las
organizaciones a modificar estructuras, procesos, políticas y lineamientos a
nivel mundial.
Muchas de ellas ya lo han
comprendido, y actualmente llevan a cabo estrategias que abren la puerta a la
diversidad a través de diversas iniciativas, cambiando el paradigma de que las
diferencias dividen a un punto de vista donde las diferencias enriquecen…
independientemente de sector o tamaño de organización.
Ejemplo de ello, es el caso de
una empresa del sector manufacturero que, a través de un reverse mentoring, los
colaboradores de generaciones más jóvenes, apoyan a personas de una mayor
generación en temas de tecnología, redes sociales, entre otros. En otra
organización de este sector conformaron un “Consejo de Generaciones”,
integrándolas y diseñando en conjunto estrategias de retención, capacitación,
entre otras.
Otro ejemplo es el sector de la
construcción, donde integran a colaboradores Millennials en las reuniones de
toma de decisiones para que puedan aportar con sus puntos de vista e
involucrarse en este tipo de procesos.
En cambio, en algunas empresas
del sector farmacéutico y de hospitalidad, para asegurar una sensibilización
sobre los principales aspectos generacionales, mantienen sesiones de
capacitación continuas para conocerlas y aprovecharlas en cada equipo de
trabajo.
Incluso existen organizaciones
que han modificado sus estructuras organizacionales, desde la propuesta de la
holocracia (o la organización “sin jefes”), estructuras basadas en la creación
de redes de equipos de trabajo o simplemente transformarlas haciéndolas más
planas, y menos jerárquicas.
Para poder brindar un plan de compensación
equitativo y acorde a las necesidades de cada generación, en muchas
organizaciones de diversos sectores, tales como el de banca, servicios y
alimentos, han diseñado estrategias flexibles o a la carta, en donde pueden
tener la oportunidad de elegir aquellas prestaciones que se adecúen a sus
intereses.
Y, no podían faltar los esquemas
flexibles de trabajo, que pueden ser aprovechadas por los colaboradores para
trabajar vía remota o con horarios flexibles, respondiendo a necesidades, por
ejemplo, familiares o a sus intereses personales.
En resumen, los tres
denominadores a la hora de enfrentarse a un entorno multigeneracional se
orientan a:
Mantener una comunicación clara,
continua, a través de una amplia gama de medios internos que abarquen diferentes
audiencias, tales como pantallas, apps, correo electrónico, plataformas
digitales, tableros informativos, reuniones, etc.
Fomentar la colaboración a todos
niveles. Ya sea a través de equipos multidisciplinarios, proyectos inter-áreas,
involucramiento en iniciativas fuera de las actividades del trabajo o de
espacios físicos colaborativos, el fomentar prácticas donde las personas
trabajen en conjunto es una dinámica obligada para las organizaciones en la
actualidad.
Aprender sobre los aspectos
generacionales. No hay que confundirse, no se trata de estereotipar, sino de
conocer aquellas fortalezas de cada grupo y poder aprovecharlas al máximo para
que exista un aprendizaje a todos niveles.
La última lección de estas
organizaciones se enfoca en fomentar la confianza a lo largo de la
organización, para que las tres relaciones más importantes en el lugar de
trabajo (líder-colaborador, entre colaboradores, colaborador-organización)
puedan colaborar de manera armoniosa y sana, para que, independientemente de la
generación, los colaboradores vivan valores como credibilidad, respeto,
imparcialidad, orgullo y compañerismo.
Nos encontramos en un momento
decisivo y afortunado en donde tenemos la gran oportunidad de aprovechar la
riqueza de la diversidad generacional. Se trata de cambiar la ecuación
generacional de la división a la suma… o más bien, a la multiplicación.
Tú, ¿divides o multiplicas?
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