Reducir costos y gastos para invertir con éxito
FORBES- 28 de abril de 2017
Aunque parezca contradictorio, las compañías que reducen sus
costos y gastos superfluos e invierten los mismos en actividades de valor,
están destinadas a brillar.
Para una empresa siempre es
difícil afrontar procesos de reducción de costos y gastos por sus
implicaciones, ya que en ocasiones las consecuencias pueden llegar a ser
dramáticas -como despidos masivos, cierre de plantas, etcétera-. Sin embargo,
una buena estrategia alineada con el negocio puede acabar con un balance
negativo de resultados y evitar, en muchos casos, estos desenlaces. Se trata
simplemente de aplicar la coherencia y canalizar los recursos para impulsar la
ventaja competitiva de la empresa.
Menos es siempre más
Grandes compañías han hecho
precisamente de este lema su negocio; incluso, han logrado posicionarse como
líderes indiscutibles en sus industrias. Ikea, compañía número uno en el sector
de muebles y decoración, es un claro ejemplo. Su éxito se basa en eliminar los
costos de montaje o entrega a domicilio.
Sin embargo, en la primera década
de este siglo, Ikea atravesó serias dificultades debido a la crisis económica
mundial que afectó con fuerza a sus principales mercados. Para superar esta
situación, la firma optó por invertir el
total de sus beneficios netos, ofrecer precios aún más bajos y prepararse para
el crecimiento a largo plazo a través de cambios estructurales, como: el
aumento del volumen de productos, la mejora de la cadena de suministro, la
reducción de costos operativos y la apuesta por el empoderamiento de los
colaboradores. Así, sus últimos resultados registraron un crecimiento anual del
7.1% en su facturación a nivel mundial, superando los 34 mil millones de euros
a nivel global.
Costos buenos, costos malos
Como lo demostró Ikea, salir
fortalecido de situaciones adversas es posible siempre y cuando se hagan los
cambios precisos. Por el contrario, según el Índice Fit for Growth de
Strategy&, parte de la red de PwC, el 78% de las compañías asegura no
contar con las capacidades necesarias para conseguir el éxito.
¿Cómo podemos entonces cambiar
esa percepción y convertirla en un impulso positivo, incluso en épocas
turbulentas? Existen cinco cambios de mentalidad que pueden ayudar a las
compañías a establecer una estrategia de gestión que sacuda y devuelva a las
empresas a la senda del crecimiento:
Conectar los costos con la
estrategia.
Replantearlos acorde con las
capacidades.
Establecer un presupuesto base
cero “zero-based budget”.
Implementar un plan de gestión
sustentable.
Ser proactivos.
En primer lugar, se trata de
enfocar los recursos disponibles a las prioridades fijadas en la planeación
estratégica y hacerlo de forma sostenida, más allá de un simple año fiscal, es
decir, planear con perspectiva al igual que se hace cuando se diseña un plan de
negocio.
En segundo lugar, es necesario
dar a conocer las inversiones realizadas en las “capacidades diferenciadoras”
que distinguen a la compañía, así como los patrones de gasto actuales. Se trata
de una tarea complicada, ya que los sistemas de reporte no suelen vincular
estos dos conceptos. Al hacerlo se podría abrir un diálogo fructífero que lleve
precisamente al tercer paso: establecer partidas que rompan con lo establecido
anteriormente y las empresas se alejen de los habituales porcentajes de
incremento o rebaja que se aplican año con año.
Por otro lado, las compañías
deben aplicar un plan de gestión sustentable centrado en las ventajas
competitivas para aumentar el reconocimiento de la marca. La intención es ser
capaces de que los empleados asuman las decisiones de gasto como si el dinero
procediera de su propio bolsillo y así formar parte de los valores contenidos
en la cultura organizacional. Por último, cabe hacer referencia a la necesidad
de ser proactivos, es decir, tomar decisiones antes de que sea demasiado tarde
o inevitable.
Las crisis también son
oportunidades
En Strategy& estamos
convencidos que, a pesar de la incertidumbre y la volatilidad de los mercados a
nivel global, es posible mantenerse e incluso crecer sin sobresaltos, aun
cuando el punto de partida de una compañía no es el deseado. Finalmente, muchas
crisis pueden suponer grandes oportunidades para aquellas compañías
responsables que asumen riesgos y son coherentes con lo que piensan, hacen y
transmiten a todos los niveles y en todos los aspectos, incluido el
presupuestario.
*Carlos Navarro y Sergio Meneses
son socios de PwC Strategy&
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