La realidad millennial de la historia
FORBES- 13 de abril de 2017
El anuncio Pepsi es la equivocada
percepción de los movimientos sociales devenidos en desfiles fashion, liderados
por los falsos héroes de nuestra era.
La semana pasada apareció un
anuncio de Pepsi que simultáneamente con su lanzamiento provocó una reacción en
cadena cargada de memes y críticas que tuvieron como consecuencia que antes de
que cumpliera medio día, 12 horas, fuera retirado de redes incluyendo un
mensaje de disculpa.
El affaire del anuncio de
‘protesta’ me parece que tiene más profundidad que la mera señalización del mal
gusto, pues obviamente es una “excelente idea” a los ojos de quien la realizó y
que siento refleja en su totalidad el espíritu de la era millenial en donde la
realidad es ajustada a los ojos de una generación que basa su relación con el
mundo a través de la forma, no del fondo, con una carga innumerable de
prejuicios estéticos y fórmulas de lenguaje simples y sencillas que satisfacen
la creación de modelos de conducta basados únicamente en la apariencia,
transfigurando la esencia de las acciones, modificándolas en tanto sean
satisfactorias para establecer una conexión emocional que tiene su éxito en la
superficialidad. Sin esencia, sin profundidad, sólo la carcasa da sentido a un
juicio, por lo tanto, superfluo que interpreta la realidad de una forma
totalmente distorsionada, pero que así, con las modificaciones esenciales de
fondo e intención, ocurre en las mentes de una nueva generación que, en la
producción constante de fantasías proyectadas en la red, ha perdido la noción
de la sustancia de la realidad tal cual. Ha perdido la capacidad de conexión de
los puntos que crean una reflexión sesuda.
En este sentido creo que el
escape fantástico del que somos testigos en este anuncio, se da cuando la
auténtica tiranía de la realidad es avasalladora, esto es, cuando la relación
entre lo que el sujeto se imagina es su vida, su entorno, su circunstancia no
tiene nada que ver con lo que es en realidad, y, o cuando el esfuerzo cotidiano
por imaginar quien no eres, pero buscas ser -lo que alguna vez se llamó
superación- se da únicamente en el plano de la imagen, no de la acción.
Si bien la red es el instrumento
más efectivo que tenemos hoy en día en el ejercicio del intercambio de ideas de
manera horizontal, es decir, eliminando las barreras de las diferencias
conceptuales que provocan sentimientos de superioridad o de sometimiento,
también es cierto que es un espejo altamente eficiente de las carencias de
nuestra sociedad y momento cultural. Si bien es un arma que expone clara y
crudamente la naturaleza humana, puede ocultar la auténtica identidad de las
personas creando avatares que se balancean peligrosamente en la frontera entre
la fantasía y la neurosis, o darle voz a máquinas que interactúan con nuestra
percepción emitiendo aparentes opiniones o puntos de vista con la intención de
influir en nuestra ideología. El anuncio Pepsi es la equivocada -pero por lo
visto aceptada por algunos sectores sociales-percepción de los movimientos
sociales devenidos en desfiles fashion, liderados por los falsos héroes de
nuestra era, personas superficiales protagonistas de reality shows que sin aportar
un solo argumento que respalde su celebridad -cantar, bailar, escribir,
convencer de una nueva idea, esculpir, pintar, conmover, emocionar- basan su
influencia en precisamente la superficialidad que proyectan y que no resiste
análisis alguno, convirtiéndolos en inmediatos éxitos de percepción: lo que
ves, es. La síntesis de la irreflexión contemporánea.
La trivialización de la tensión
autoridad/sociedad en un momento histórico en donde los enfrentamientos reales
se dan todos los días en defensa de derechos fundamentales como los de la
igualdad de género, quedan alterados en una escena en donde la percepción de
directores, productores, creativos, actores, extras, y un ejército de
millenials imaginaron el inicio de una nueva fabulosa y fashion era de conciliación
y armonía. De todos los memes y mensajes de crítica al anuncio, me parece que
el mejor es uno en donde el director del anuncio recibe en el set una llamada
de su hermana justo antes de comenzar a rodar, llamada en la que le platica
emocionado -siempre en el lenguaje y tono cuidadoso dela fashionista millenial-
la idea a su hermana y vemos como su semblante va cambiando dejando a nuestra
imaginación los argumentos por los cuales la hermana -del otro lado de la línea
que no escuchamos- le hace ver lo ridículo del concepto en general, dejando un
rostro de desconsuelo y un poco de vergüenza en el director.
Y es que al ver el anuncio, es
imposible no tener el referente directo a las imágenes de la primavera árabe,
primer gran momento de los movimientos sociales alrededor de la tecnología web
que conmovieron a Egipto, Siria -con las dramáticas consecuencias que hemos
vivido hasta el día de hoy con una cruel guerra civil que ha generado el éxodo
más grande de refugiados desde la segunda guerra mundial-, Libia -con la brutal
y cruel caída y asesinato de Muammar
Gaddafi- y el surgimiento de ISIS -y el incremento de los ataques
terroristas más mediáticos a Francia e Inglaterra-; la referencia al movimiento
social y plantón que orilló al cuestionamiento general del sistema democrático
y de partidos en España; a la difusión constante de abusos raciales por parte
de la autoridad y establishment norteamericano que dio origen a ‘black lives
matter’; a las protestas en calles norteamericanas por parte de comunidades de
inmigrantes que ven amenazado su porvenir y la seguridad de sus familias; a los
plantones en aeropuertos defendiendo el derecho de ingreso a Estados Unidos de
viajeros de países árabes racial e injustamente impedidos de su derecho de
tránsito; a imágenes de las marchas en defensa de las memorias de asesinados y
desaparecidos en las injustas guerras de nuestro moderno tiempo; a los momentos
tensos de los que se han construido marchas en favor de los derechos LGBT, de
los derechos por la decisión propia de la mujer sobre su cuerpo, de la
exigencia de la igualdad de género.
El anuncio de Pepsi, así, más que
un desafortunado gag creativo, y como reflejo del pensamiento de una generación
sin guía moral o ética más allá de las necesidades inmediatas de satisfacción
estética, debe ser una llamada de atención y cuestionamiento sobre las razones
que han creado un fenómeno tan inconexo con la realidad y advertir sobre la
precaución que debemos incrementar con respecto a mensajes así, ya que dejar
pasar estos mensajes, como meras puntadas, corre el riesgo de que la historia,
al ser reinterpretada por los mismos principios creativos y conceptuales del
anuncio, termine por eliminar los momentos dramáticos y rudos que han sido los
auténticamente transformadores de nuestra historia reciente.
Y todo podría terminar en un
reality show en donde el vocero de la Casa Blanca disculpa a Hitler por su no
uso de armas químicas ‘contra su gente’.
Luis Gerardo Salas-Creador y
fundador de Rock 101 desde la FM hasta rock101online.mx siempre explorando
nuevas formas de provocacion. En el curriculum dice: Rock Stock, W Radical, y
una lista larga de noches que se convirtieron en mañanas llenas de música.
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