Transformación digital en la
banca
FORBES- 18 de abril de 2017
La actual dinámica de la banca
comercial llama a una reingeniería disruptiva del sector financiero, la transformación
digital se torna un tema obligado en la agenda de los líderes.
Imagine estar en una
concesionaria de automóviles y que mientras observa le llega un mensaje con un
crédito autorizado con diferentes planes de pago y seguro incluido, a un precio
menor al que observa en la ficha técnica del automóvil, y lo único que tiene
que hacer es responder “sí”. El banco conoce su comportamiento y capacidad de
pago, su ubicación, la distribución física de los automóviles dentro del show
room, y las listas de precios oficiales sobre las que le ofrecerá un descuento.
Esta será en muy poco tiempo la
nueva forma de banca comercial, y detrás de todo esto se encuentra un rediseño
de procesos a lo largo de la cadena de valor, así como un cambio disruptivo en
la forma de comercializar donde la inmediatez, oportunidad y facilidad con que
la tecnología actual nos permite conocer a los clientes conducirán al éxito y
la permanencia de las instituciones que mejor lo lleven a cabo.
La disrupción imperante en el
entorno actual ha marcado el rumbo de los negocios en todos los sectores,
incluyendo el de servicios financieros. Por ello, una reingeniería disruptiva
es necesaria a través de todos los procesos, en especial de aquellos que tienen
relación directa con el cliente. Con mente abierta hay que retar la operación
actual de cara al futuro inmediato.
Ante este panorama, los temas que
están hoy, o que deberían estar, en los escritorios de las direcciones
generales de los bancos mexicanos son cuatro principalmente.
1) Transformación digital
Esta se define como la adaptación
de una persona, familia, organización o industria, a ventajas que ofrecen
nuevos modelos de operación digital.
En sus inicios bastaba con
participar en alguna red social. Hoy, la operación digital se basa en la
reingeniería de procesos tradicionales. Más que nunca antes es fundamental un
core bancario flexible con una arquitectura de sistemas que permita la rápida
absorción de nuevas aplicaciones internas o externas con interfaces a sistemas
de CRM (Customer Relationship Management) e inteligencia de negocios orientada
a big data.
Esto plantea grandes retos, desde
la evaluación de los perfiles de las personas a cargo de la operación del banco
hasta la adquisición de software especializado (propio, arrendado, a demanda o
en la nube).
Ante esta evolución, se requiere
desarrollar talento dentro de la institución con gran capacidad de análisis y
orientación comercial, con entendimiento de sistemas y de operación (data
scientist).
¿Vale la pena todo este esfuerzo,
considerando que actualmente muchos bancos operan con éxito? La realidad es
que, si una compañía no ha evaluado su situación actual frente al mundo de la
transformación digital, corre el riesgo de desaparecer.
2) Omnicanalidad
Este concepto identifica un
modelo de operación donde todos los canales operan bajo los mismos estándares
de calidad incluyendo datos y experiencia de servicio. Destaca la posibilidad
de incluir canales no propietarios pero que son componentes de la cadena de
valor de un producto o servicio. Una buena estrategia omnicanal incluye tener
en todos los canales, propios o arrendados, la capacidad de escuchar al
cliente, dar respuestas y seguimiento, de acuerdo con cada caso.
Una empresa que está orientada a
la omnicanalidad, parte del conocimiento de las necesidades de los clientes y
además de tener claras las distintas combinaciones de canales por producto y
segmento, tiene identificada la rentabilidad objetivo. Cuando se hace de forma
adecuada, la lealtad del cliente se refuerza disminuyendo de forma sustancial
las quejas y abandonos.
Dentro de este tema destaca la
operación de los centros de atención telefónica, que poco a poco se van
convirtiendo en el único punto de contacto entre personas (clientes y colaboradores),
lo que ofrece la oportunidad de infundir calidez humana en el servicio, así
como la generación de información que debe compartirse en línea con las áreas
de operaciones para corregir de inmediato cualquier problema. Aun así, este
canal también se ve afectado por la tecnología: a mediano plazo veremos chats
de atención al cliente.
3) Experiencia del usuario
La trascendencia de este punto es
enorme; ha comenzado a revolucionar la forma de administrar las empresas,
rompiendo los silos tradicionales entre áreas para centrarse en el cliente,
quien busca solucionar cuanto antes su necesidad, ante lo cual el banco ofrece
distintos canales de atención.
En las organizaciones financieras
de vanguardia se comienza a identificar una figura responsable de la
experiencia del viaje del cliente, que trasciende la de un ombudsman interno,
para ser alguien con poder de decisión que, con independencia de silos o
matrices de operación, logra que el cliente tenga una experiencia sin
fricciones.
Es responsabilidad la Alta
Dirección tener claridad sobre los canales, sistemas y procesos que toca un
cliente al momento de realizar alguna operación con el objetivo de destinar los
esfuerzos financieros y de reingeniería que sean necesarios.
En un banco, este tema es particularmente
complejo ya que tradicionalmente pueden llegar a operar más de 250 tipos de
productos (de captación, colocación y servicios) a través de varios canales
(Brick, Click, Ring, Social, entre otros), en ocasiones, atendiendo a más de 50
segmentos 24/7, por lo que contar con herramientas para ello se vuelve
fundamental.
4) Fintech
El fundador de FinTech México
define el término fintech como hacer finanzas por medio de tecnología,
comentando que México tiene el mayor número de startups en el sector financiero
de América Latina, con 168 empresas de tecnología financiera. Adicionalmente,
en nuestro país se invirtieron 40 millones de dólares en la industria
financiera tecnológica en 2015, lo que muestra que el sector de fintech es un
área con gran potencial de crecimiento.
La tecnología ha modificado al
sector financiero de todo el mundo, y la aparición de fintech ha contribuido a
generar experiencias nuevas para los consumidores, reinventando la industria
para ofrecer nuevos servicios a partir de la transformación digital cubriendo
nuevos mercados.
Fintech es una realidad y sus
posibilidades parecen infinitas, ya que no arrastra costos ni pasivos
laborales, no implica cuantiosas inversiones por depreciar y la dirección de
una empresa del ramo puede tomar decisiones con rapidez, porque conoce la
tecnología y el mercado.
Las organizaciones dedicadas a
fintech no necesariamente deben estar vinculadas a las microfinanzas o al
segmento no bancarizado del país; además, sus costos de operación son
incomparablemente menores que los de una institución tradicional, por lo cual
no sorprende que nuestro país se haya mostrado especialmente activo en este
segmento.
Hace algunos años, la
transformación digital fue un tema obligado para la banca mexicana. Hoy, el
costo de la tecnología para hacerla realidad ha evolucionado rápidamente y es
menos costosa de lo que era entonces, con soluciones de core bancario,
inteligencia de negocios, CRM, data & analytics y big data más económicas
con esquemas innovadores.
Por último, la mayor ventaja está
en que es posible conocer los gustos y compras directamente de millones de
usuarios, quienes realizan miles de millones de transacciones con tarjetas de
crédito y débito, ejerciendo su poder de compra y su deseo de tener un buen
servicio.
En eso estriba la mayor fortaleza
de la banca: los clientes son su principal activo y ahí está su mayor
fortaleza, pero es preciso recordar que ninguna ventaja dura para siempre.
*Hermes Castañón es Socio Líder
de Servicios Financieros y Francisco López es Director de Auditoría de KPMG en
México.
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