Feel data: nueva forma de
descifrar a los clientes
FORBES- 24 de abril de 2017
El Feel Data ya tiene sus
seguidores, y distinguidas marcas empiezan a hacer utilidad de sus encantos
como Google o Disneylandia que empezaron a probar el poder de analizar las
emociones.
Hemos hablado del big data, del
small data o del Smart data: Toda esta data que permite tomar decisiones de
negocio y optimizar nuestra rentabilidad.
Es momento de hablar del Feel
Data, un término inventado por DatakaLab, una agencia parisina especializada en
las relaciones humanas entre las marcas y sus audiencias. Es una nueva
definición para cuantificar la intensidad emocional de los consumidores y de
esta manera generar un análisis deductivo sobre los pensamientos que se
involucran en el momento de la compra.
Para analizar el concepto de Feel
Data, partimos desde el mundo de la neurociencia, donde las investigaciones y
los científicos se encargan de descubrir herramientas que funcionen en conjunto
con algoritmos y plataformas de análisis que permitan interpretar las emociones
de los usuarios.
Como se hace: una pulsera tipo el
fitbit de los deportistas detecta la micro sudación la cual revela emociones
del cliente cuando está en contacto con nuestra comunicación u oferta. Esa
experiencia logra una data más precisa que solamente las respuestas de un focus
group que sabemos pueden ser a veces menos fiable.
Estas nuevas mediciones permiten
recopilar lo que los usuarios sienten y viven en realidad cuando estén en
contacto con un producto o servicios. Con esa nueva experiencia detectan y
entienden las emociones óptimas para la decisión de compra. Eso no tardará en
surgir como una revolución analítica.
Una vez hayamos descifrado las
emociones de las personas, podemos crear espacios publicitarios que
identifiquen y agraden más al cliente.
Está científicamente comprobado
que las emociones juegan un papel importante en la conducta humana y son
responsables del 95 % de nuestras decisiones.
Las emociones no se miden
únicamente a través de estos sensores, se está desarrollando el impacto de las
imágenes y videos a través de los niveles de expansión de las pupilas. Esto
mide lo que los contenidos audiovisuales pueden proyectar en la sensibilidad
del usuario. El sonido y las secuencias también actúan como un medidor en las
reacciones de los desniveles.
En digital ya hablamos de algo
similar y se define como el mapa de calor. Logramos identificar como un usuario
escanea una página web y que le impacta de primero cuando entra a ver nuestros
productos. Rápidamente podemos detectar los factores de éxito para poder
replicarlos, los “call to action” eficientes.
Sabemos que tenemos de tres a
seis segundos para captar la atención de un usuario y que las personas ya no
leen, pero escanean: la necesidad de conocer lo que les impacta es más y más
importante para que los podamos retener en nuestra página y así convertirlos en
clientes. El análisis de la navegación ya nos permite conocer sus gustos y
hábitos, pero no sus emociones.
Lo que busca el Feel Data es
comprender al consumidor, y poder indagar en su comportamiento, por si no lo
han notado, Facebook ya lanzó también herramienta de medición de emociones, los
emoticones. El poder de unas simples caras añadidas al botón de “Me Gusta” ha
logrado diversificar los intereses de los usuarios. Ahora el internauta puede decir
si la publicación le divierte o le molesta, parece un juego sencillo, pero esa
emoción fugaz puede determinar el comportamiento de un individuo.
Las emociones persuaden más que
los números, las ofertas y rebajas. Es la emoción la que crea recuerdos fuertes,
top of mind. Es la emoción la que permite proyectar, fantasear e imaginar un
lugar mejor que el que nos encontramos. Esta nos permite aspirar e idealizar un
sentimiento de felicidad, de adquisición y pertenencia.
Quizás invertir en tecnología de
punta para medir las emociones de nuestros clientes y usuario todavía sea una
aspiración que comprenda una inversión verdaderamente elevada, pero debemos
volvernos creativos y solicitarle a nuestro equipo de marketing instrumentos
para analizar nuestra marca.
Crear sistemas de monitoreo en
nuestras tiendas o comercios, donde podamos hacer una escala similar a la que
realiza Facebook para medir las reacciones de sus usuarios. Podemos medir el
nivel de aceptación que tenga un platillo nuevo o el lanzamiento de una nueva
prenda. Unas simples caritas podrían ser más efectivas que una opinión.
El Feel Data ya tiene sus
seguidores, y distinguidas marcas empiezan a hacer utilidad de sus maravillosos
encantos. Algunas grandes empresas como Google o Disneylandia ya empezaron a
probar el poder de analizar las emociones.
Las emociones de los consumidores
son un capital que se puede comercializar, es un perfilamiento detallado muy
valioso: imaginen que todos sus mensajes de marca provoquen emociones positivas
a sus clientes potenciales y eso con seguridad porque fueron previamente
comprobados. Los buenos resultados se multiplicarían y de seguro, los mensajes
transmitidos fortalecerían todavía más el compromiso hacia la marca.
Como siempre las herramientas no
son mágicas: El feel data no vende por sí mismo, pero es una herramienta
poderosa para optimizar nuestras tácticas las cuales deben responder a una
estrategia con objetivos claros que se puedan medir con KPI’s previamente
establecidos.
*Soizic Freyschmidt es CEO de TPP Emarketing
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