Conflicto de personalidad: Corporate Bullying
FORBES- 3 de abril de 2017
El bullying en las empresas,
sucede con aprobación tácita del equipo de liderazgo, afecta la cultura
organizacional y psique del individuo, además de costar a las corporaciones.
La definición de bullying es, “el
acoso físico o psicológico al que es sometido, de forma continua, un individuo
por sus compañeros.”
De unos años a la fecha, se ha
incrementado la consciencia sobre los daños que ocasiona el bullying,
particularmente en los niños. Sin embargo, hay un bullying, que ocurre en las
oficinas, del que poco se habla. El bullying corporativo en ocasiones es
difícil de detectar por el grado de sutileza con el que se llega a hacer, y con
frecuencia sucede inclusive dentro de las reglas establecidas y aceptadas de la
organización. El abuso dentro del ambiente corporativo, sucede comúnmente a
nivel psicológico e incluye cosas tan simples como dejarte fuera de alguna
reunión en la que necesitas participar para el desarrollo de tu trabajo o una
carga excesiva de trabajo sin sentido alguno. No lo confundamos con mobbing.
Algunas cifras para considerar,
el bullying corporativo, de acuerdo a:
Porath & Pearson, lo sufrimos
el 98% de los trabajadores en algún punto de nuestras vidas laborales.
La Universidad de Phoenix, afecta
al 75% de los trabajadores.
Workplace Bullying Institute es
cuatro veces más frecuente, que el acoso sexual.
Imagino que, por temas legales,
en algunas empresas en vez de llamar a ciertas actitudes “bullying”, las han
nombrado “inhabilidad en el ámbito laboral” o bien “conflicto de personalidad”.
El bullying es bullying, y tiene un costo directo para la empresa, ya que la
gente afectada:
Busca pasar el menor tiempo
posible en la oficina (cualquier pretexto para salir o no llegar, es bueno).
Baja su rendimiento, atención y
foco.
Baja su nivel de compromiso a la
empresa.
Tiene un riesgo latente de sacar
su frustración con sus clientes.
En caso de abandonar la empresa,
se le suman los costos asociados a la rotación y curva de aprendizaje.
Diferentes autores consideran que
el agresor en ocasiones toma posturas abusivas con personas que le representan
un riesgo a su crecimiento profesional. Necesitamos hacernos conscientes que es
imposible que el bullying en las empresas, suceda sin aprobación, o pase
desapercibido. En muchas ocasiones, el agresor es la cabeza máxima de la
organización, o está protegido por alguien, lo que lo convierte en intocable.
La tarea que queda es:
Analizar el bullying que hay en
nuestra organización, y establecer un plan de acción para erradicarlo. Si la
respuesta inicial es que no hay bullying, evaluar sino, somos nosotros el
bully.
Comunicar de forma eficiente a
nuestra organización que el bullying nos empobrece y nos cuesta.
Generar ambientes seguros de
trabajo en el sentido más amplio del concepto.
Helga knoderer-Storyteller con
experiencia internacional en Comunicación Estratégica e Imagen Ejecutiva.
Emprendedora y fundadora de KnowURbrand. Disfruto lo sencillo, una buena
carcajada y la ironía.
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