La comunicación humana en la era digital
FORBES – 13 de diciembre de 2017
La tecnología ha creado
herramientas para ayudar y facilitar la comunicación entre humanos, hoy, el
paradigma es que los humanos estamos automatizando nuestra comunicación.
La comunicación humana se ha
transformado a lo largo de la humanidad de manera paralela al desarrollo
tecnológico. Basta recordar que cuando se inventa la imprenta, la tradición
oral de pasar la historia y las costumbres se ve afectada al quedar estas
referencias reflejadas de manera fija en un libro. Se perdió una parte de la
tradición oral, pero se ganó en la universalización de la cultura humana.
Hoy, nos enfrentamos a un reto de
igual magnitud, los dispositivos móviles fueron inventados para que el humano
pudiera hablar entre sus seres queridos o de interés, pero hoy, por las
aplicaciones de chats, se empieza a perder la tradición de hablar con otras
personas. Hoy, una gran parte de la humanidad se comunica cada vez más con las diferentes
mensajerías a través de textos, por medio de símbolos llamados emoticones
y por medio de grabaciones. La humanidad
está en la disyuntiva nuevamente de perder una parte de la tradición oral, para
ganar rapidez y universalidad.
Tengo más de diez años
impartiendo talleres enfocados a ayudar a los ejecutivos o políticos en el
desarrollo de habilidades y competencias de comunicación, tanto para
comunicarse de mejor manera en los ámbitos personales y de negocios o para poder presentar de mejor
manera sus ideas ante diferentes audiencias o medios de comunicación, a últimas
fechas me encuentro con que los humanos estamos perdiendo el entendimiento y la
habilidad para utilizar las herramientas naturales que tenemos para poder
comunicarnos de mejor manera, como consecuencia de la digitalización y el
crecimiento de la tecnología.
Y esto sólo se puede entender por
tres factores.
Primero. El ritmo de trabajo que
tenemos los humanos, sobre todo en las grandes zonas urbanas, aunado a las
prisas, la necesidad de atender muchas cosas al mismo tiempo, y que implica
también las preocupaciones por tener que trabajar más y que no alcance el
tiempo de un día normal.
Segundo. La cantidad y la
velocidad de información a la que estamos expuestos. El humano se está
saturando de información, lo que hace que nuestros mecanismos de defensa
cierren nuestras habilidades receptoras y, finalmente, las facilidades que nos
genera los nuevos desarrollos tecnológicos, que, contrario con el punto anterior,
nos facilitan tener más amplitud para tener información y comunicación con
otras personas, pero al mismo tiempo que nos da esa ventaja, nos genera
facilidades que nos cierran o limitan nuestras habilidades de comunicación.
Tercero. Una automatización de
nuestros sentimientos, lo que hace que perdamos sensibilidad a las personas y a
lo que nos rodea. Hoy es muy común ver en cualquier sala de juntas en cualquier
empresa, a personas que no se comunican, y mientras todos llegan y empieza la
reunión, los participantes están inmersos en sus teléfonos y nadie se hace
caso.
A mis talleres, las personas
llegan a reaprender las capacidades básicas que todo humano tiene y que son a
través de ellas con las que se logra comunicar de manera natural con los demás.
He encontrado de mucha ayuda en
este reaprendizaje, la utilización del antiguo concepto budista conocido como
mindfulness, que a través de la atención plena y el desarrollo de una plena
conciencia se puede, de una manera más efectiva, volver a la utilización de las
habilidades para mejorar la comunicación entre personas.
Las herramientas que ofrece esta
ancestral práctica ayudan en un mundo saturado de mucha información y gran
velocidad de las transformaciones, además de la saturación de nuevas
tecnologías.
Para mejorar los negocios, la
política y generar cualquier transformación de negocios, no hay mejor
herramienta que la comunicación entre los equipos de trabajo.
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